En  Colombia la artritis reumatoide es una de las principales enfermedades incapacitantes, que afecta en su mayoría a mujeres entre los 15 y los 44 años, siendo además una de las patologías más costosas por sus gastos directos (medicamentos y terapias) e indirectos (gastos personales del paciente relacionados con la enfermedad).

Según el especialista en medicina interna, reumatólogo y presidente de la Asociación Colombiana de Reumatología Javier Ramírez Figueroa, aunque en el país no hay estudios que den cuenta de la prevalencia exacta de esta enfermedad, se puede estimar que afecta entre el 0.5 y 1 % de la población.

A pesar de que la causa de la artritis reumatoide se desconoce,  Ramírez  comenta que esta enfermedad es provocada cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error el tejido sano, afectando principalmente las articulaciones, comprometiendo partes del organismo importantes como las manos, las rodillas, los dedos y los tobillos.

La artritis reumatoide afecta generalmente las articulaciones en ambos lados del cuerpo en igual intensidad. Los síntomas de las articulaciones son: rigidez matutina prolongada, con una duración de más de una hora, calor, sensibilidad y rigidez cuando no se usan durante una hora, dolor en la misma articulación en ambos lados del cuerpo, pérdida del rango de movimiento y deformidad en las zonas afectadas.

Sin embargo hay otros síntomas asociados: dolor torácico al respirar, resequedad en ojos y boca, ardor y secreción del ojo, nódulos bajo la piel, dificultades para dormir y entumecimiento, hormigueo o ardor en las manos y los pies.

Según Ramírez  “dentro del diagnóstico clínico se tienen en cuenta aspectos variables, como el tipo de compromiso articular, el número de articulaciones afectadas y la simetría en el las articulaciones, es decir que comprometa ambos lados del cuerpo. Se utilizan estudios de laboratorio como el factor reumatoideo y en una etapa más avanzada, cuando hay erosiones de las articulaciones, la radiografías sirven para evaluar al paciente”.

 “El factor genético es el más importante, pues familiares cercanos que hayan tenido la misma enfermedad o una patología autoinmune, así como la presencia de marcadores inmuno-genéticos específicos de la enfermedad, son agentes que influyen en la aparición de la artritis”, explica el doctor Ramírez.

 “Otros factores como el tabaquismo, algunos problemas de la mucosa oral y periodontitis, pueden asociarse con esta patología y ayudar a su aparición” agregó.

La artritis reumatoide es una enfermedad grave que puede destruir las articulaciones. Según Ramírez “el 50% de los pacientes, a los 10 años de padecer esta enfermedad, están incapacitadas para trabajar; sin embargo con un buen tratamiento y diagnóstico oportuno se disminuye el riesgo de incapacidad”.

El especialista en reumatología agregó, “es fundamental hacer un diagnóstico preciso y oportuno, para iniciar un tratamiento adecuado”. Y, aunque no es una enfermedad prevenible, Ramírez asegura que “más del 90% de los pacientes se pueden controlar tempranamente, reduciendo el riesgo de incapacidad si empiezan un tratamiento a tiempo; las personas que se diagnostican tardíamente reducen su recuperación en un 40%, ya que los síntomas están muy avanzados”.

Las diferentes opciones de tratamiento tienen como objetivo eliminar el dolor, reducir la hinchazón, mejorar la calidad de vida del paciente y ayudar a las personas a recuperar la movilidad.

No olvide 

Es compromiso tanto del paciente como del médico evitar futuras complicaciones y consecuencias como la incapacidad o la pérdida de la funcionalidad de alguna parte importante del cuerpo, por lo que se recomienda:

 ·         Mantener una buena nutrición:  es vital mantener una dieta nutritiva y balanceada. El omega 3 presente en el pescado, puede ayudar al tratamiento y  ser parte de la dieta. 

·         Actividad física moderada: mantenerse activo la mayor parte del tiempo es bueno, sin embargo el descanso es necesario cuando una articulación está inflamada. Movimientos suaves como estiramientos mantendrán la flexibilidad de la articulación y ayudarán a conservar una actividad física adecuada.

·         Terapias físicas u ocupacionales: los ejercicios de bajo impacto, como caminatas y entrenamientos para la fuerza muscular, mejorarán la salud general y reducirá la presión sobre las articulaciones.

·         Adherencia al tratamiento: es importante que el paciente cumpla con el tratamiento, lo que significa tomar los medicamentos estrictamente de acuerdo con las recomendaciones dadas por su médico y no abandonarlos.

·         Constante comunicación con el médico: es importante contar con el apoyo de un reumatólogo para recibir un diagnóstico oportuno que brinde la mejor opción de tratamiento.

·         Higiene oral: “mantener una buena limpieza de la boca y los dientes evita contraer enfermedades de la mucosa oral, asociadas con la enfermedad”, agregó el especialista en reumatología.

EL DOLOR en las articulaciones es una alerta temprana de la artritis reumatoide. Se estima que en Colombia, entre el 0.5 y 1 % de la población la padece