Art Basel desembarca en Miami Beach | El Nuevo Siglo
Miércoles, 4 de Diciembre de 2013

Hoteles de cero o cinco estrellas, azoteas de edificios, entradas de restaurantes e incluso la bahía de Biscayne, sirven de galería para las excéntricas muestras de arte contemporáneo del Art Basel Miami Beach, que desembarca esta semana convocando a multitudes en el sur de Florida.

Artistas, mercaderes, mecenas y aficionados de todo el mundo se dan cita estos días en Miami, donde a partir de este miércoles y hasta el domingo podrán recorrer exposiciones de arte, principalmente moderno y contemporáneo, en esta duodécima edición de la franquicia en Estados Unidos de la feria creada en 1970 en Basilea, Suiza.

"Ya pasamos el decenio de un movimiento cultural donde hemos ganado renombre en el país y en el mundo", dijo a la AFP el alcalde de Miami, Tomás Regalado, quien el miércoles inauguraba el Museo de Arte Pérez, una obra millonaria diseñada por la firma de arquitectura suiza Herzog & de Meuron en el centro de la ciudad.

Aunque el Art Basel se asentó en 2002 en Miami Beach, una ciudad vecina con perfil de balneario, la gran muestra "contribuyó a desarrollar otras áreas de Miami que hoy son capitales de la cultura moderna", según Regalado.

"En el plan de turismo, ocupación hotelera, transacciones en el negocio del arte, esta semana deja unos 200 millones de dólares a la ciudad de Miami", indicó a la AFP el alcalde de origen cubano.

258 galerías de 31 países

El Art Basel Miami Beach abrirá oficialmente el jueves aunque este miércoles ya convocó a la prensa y a sus invitados "VIP", coleccionistas, curadores y mecenas que tienen acceso privilegiado para planificar sus nuevas adquisiciones.

Esculturas, pinturas e instalaciones de 258 galerías de 31 países integran la propuesta de este año.

"Considerar esta feria en un lugar fuera de Florida es un escenario extremo porque es demasiado fuerte lo que hemos construido aquí", dijo el director de Art Basel, Marc Spiegler, al diario The Miami Herald, poco antes de abrir las puertas de la feria que se desarrolla en el Centro de Convenciones de Miami Beach.

El lugar, que se atiborra de limusinas de millonarios estadounidenses, europeos y también latinoamericanos, está por ser remodelado, algo que ha puesto en jaque la continuidad de la feria en la ciudad dado que serían obras de construcción que podrían tomar tres años.

Pero por el momento la directiva de Art Basel descarta un cambio de ciudad sede: sus dos puntos predilectos siguen siendo Miami Beach y Hong Kong, donde este año celebraron su primera edición.

Obras hasta en la bahía

Osos gigantes de colores en la acera del distrito financiero Brickell, y cuatro perros bulldog gigantes del artista belga William Sweetlove instalados en la azotea del Museo de los Niños de Miami, muestran cómo la vanguardia artística se apropia del espacio público en este festín de arte.

Grafitis en el área de Wynwood, murales en la zona del centro, tiendas de muebles de diseño mostrando la obra de artistas plásticos locales, e incluso una exhibición como "The Gator in the Bay" flota desde el lunes en la Bahía de Miami como parte de una muestra en el Club de Yates de la ciudad.

El Art "Basel ha sido como esteroides para nuestra comunidad", reconoció Michael Spring, director del Departamento de Asuntos Culturales del condado de Miami Dade, citado por The Miami Herald.

Para galeristas pequeños "es la semana donde está en juego el trabajo de todo el año, y lo más importante es convocar a ese montón de expertos y compradores que llegan de Europa y ciudades como Nueva York", explicó a la AFP Verónica Induchaga, una coleccionista de Brickell.

Las cifras de ventas, sin embargo, son celosamente resguardadas por los organizadores.

El mayor interés de las galerías es conectar coleccionistas ricos con nuevas formas de arte y artistas vivos de renombre internacional.

"En estos años somos muchos los que hemos aprendido a apreciar arte contemporáneo y artistas que darán mucho de qué hablar más adelante", dice una coleccionista mexicana que no revela su nombre mientras estudia con un curador una escultura de 20.000 dólares en un salón de Art Basel Miami Beach./AFP