Artistas latinos, un valor en alza en Madrid | El Nuevo Siglo
Miércoles, 13 de Febrero de 2013

Cada vez más presentes en el mercado internacional, los artistas latinoamericanos se afianzan como una inversión de futuro en ARCOmadrid, gran feria de arte contemporáneo que por tercer año consecutivo centra la atención en los creadores del continente.

"Es una buena oportunidad de adquirir obras a buen precio cuyo valor puede subir rápidamente", explica el cubano Alberto Magnan, propietario de la MagnanMetz Gallery de Nueva York, presente en la feria con un proyecto de su compatriota Glenda León.

Titulada "Tiempo Perdido", una inmensa montaña de arena coronada por medio reloj "hace referencia no sólo al tiempo que perdemos en el mundo, por ejemplo con las guerras, sino al que empleamos personalmente en hacer cosas que no nos gustan", explica la artista, de 36 años.

Los creadores del continente "no tenemos cosas diferentes que decir sino formas diferentes de decirlo, tiene que ver con un lenguaje visual que se va formando en función del lugar donde vivimos", considera la peruana Sandra Nakamura.

Una de los 21 artistas latinos seleccionados para esta edición de ARCOmadrid, Nakamura ofrece una visión crítica de las ferias de arte mediante un minimalista kiosco de madera formado por fragmentos de su propio muro de exposición.

Entre la veintena de galerías representadas en la sección "Solo Projects: Focus Latinoamérica" de la feria son numerosas las europeas, alemanas, británicas o francesas.

Proyectos como el de los argentinos Guillermo Faivovich y Nicolás Goldberg, en torno al "Campo del Cielo", donde hace unos 4.000 años se produjo una masiva lluvia de meteoritos, "son interesantes para los compradores alemanes", asegura Ute Hartmann, de la galería Nusser & Baumgart de Múnich.

"Los latinoamericanos conciben el mundo de forma diferente y por lo tanto hacen un arte diferente", considera.

Frances Wu, de la Wu Galeria de Lima, discrepa: "Ese tipo de etiqueta conduce a equívocos", afirma. "Básicamente su lenguaje es muy parecido a lo que se hace en Europa o Asia", asegura.

En cuanto a los coleccionistas latinoamericanos, "existe una nueva generación más consciente del arte contemporáneo, pero aunque es cierto que en América Latina ahora hay más dinero para comprar, los que adquieren propuestas arriesgadas siguen siendo un círculo muy pequeño", subraya.