“Aurora, muestra a una Colombia exótica y exuberante”: Arzuaga | El Nuevo Siglo
José Luis Arzuaga destacó que la grabación se realizó Nueva York y Vindi, Tolima.
Cortesía Prensa
Martes, 22 de Agosto de 2023
Redacción Cultura

‘AURORA’ llegó a las salas de cine colombiano la semana pasada y desde su estreno son muchos los comentarios positivos de los cinéfilos, quienes han llegado a calificar la película de “extraordinaria y muy pegada a la realidad”.

En conversaciones con el director de “Aurora”, José Luis Arzuaga, reveló que se trata de una película de grandes contrastes en los sentimientos y en los paisajes (la historia se cuenta en Nueva York y en Vindi - Tolima) donde el espectador es testigo de cómo la protagonista (Májida Issa) está rodeada de discriminación y ofensa, pero aun así decide enfrentar el presente y reponerse de las adversidades, aceptarse, perdonar, dejar ir y tomar el control de su vida.

En efecto, la película narra la historia de una joven colombiana que, obligada por las circunstancias, emigra a Nueva York en busca de un mejor futuro para ella y su familia. Al enfermar su madre debe escoger entre regresar a Colombia y renunciar para siempre a su sueño, o quedarse y ayudar desde la distancia con las remesas para el tratamiento médico.

EL NUEVO SIGLO: ¿Por qué Aurora se sitúa en Nueva York y no en otra ciudad?

JOSÉ LUIS ARZUAGA: Porque la barrera idiomática solo se da en Nueva York. Ese gueto que se presenta en Queens, en Jackson Heights y que ofrece la posibilidad de vivir ahí sin tener que enfrentar el universo de Estados Unidos. Un lugar seguro para los indocumentados, donde existe una frontera imaginaria que separa los guetos y colonias migratorias del anhelado sueño de conquistar una mejor calidad de vida. Esa frontera es la que me interesó retratar. Del otro lado del río, en Manhattan, está lo desconocido, lo insondable, el abismo cultural, social y económico vetado al sur global. En consonancia con esta situación de desamparo, está la relación patriarcal de primer grado que sufre la protagonista, en estado permanente de vulnerabilidad y que plantea un contraste notorio cuando ella, de clase baja, encuentra en la confianza y solidaridad que construye cuidando a una mujer de clase alta, la dignidad suficiente para trascender como ser humano.

ENS: ¿Cómo fue el proceso de investigación que adelantó en Jackson Heights?

JLA: Como tengo un familiar en Nueva York, tuve la posibilidad de quedarme largos periodos de tiempo para investigar. Cogía el metro e iba a Queens, observé a las personas que trabajaban en los restaurantes, en las tiendas, en los bares y hablé con ellas, todas colombianas.



ENS: ¿Qué descubrió sobre la migración en esa investigación?

JLA: Al profundizar sobre el tema me llamó la atención la situación de las corrientes migratorias respecto a los trabajos que aceptan realizar en Estados Unidos, aquellos oficios que no quieren hacer los estadounidenses porque el pago no es jugoso, así que quedan, generalmente, en manos de mujeres latinas. Ellas, que tienen un arraigo muy importante con sus familias, terminan cuidando mayores solitarios y abandonados a su suerte. Otro tema fue el de las remesas, que por décadas envían a sus familias que se abastecen de quien migró, aunque muchas veces el dinero es malgastado o usado en otros fines. Esto del dinero y la responsabilidad familiar es algo con lo que también carga ‘Aurora’ y que nos muestra lo que significa vivir en codependencia emocional o sentimental.

ENS: ¿Eso quiere decir que la película recae sobre los hombros de ‘Aurora’ y de la actriz que la interpreta?

JLA: Sí, pero Májida Issa es una actriz de muchos kilates y tuvo la capacidad de echarse la película al hombro, obviamente en complicidad y con ayuda del equipo. Era necesario tener una actriz de carácter, que tuviera las herramientas y la capacidad de interpretación para lograr trazar el arco del personaje. Májida tiene mucha experiencia, mucho recorrido, es una actriz de primer nivel y logró el objetivo de representar a ‘Aurora’.

ENS: ¿Esta película dialoga con la realidad que vive Colombia respecto a la migración actual?

JLA: El pasado de Aurora es el mismo que han vivido muchos colombianos, a quienes les ha tocado irse de sus lugares a otras ciudades y otros países. Pero Colombia tiene cosas fantásticas que no ofrece un país del primer mundo, como la riqueza natural. Eso también se ve en la película cuando ella empieza a quitarse ese lastre y esa idea con la que crecemos de que todo es imposible porque, básicamente, nuestra realidad es difícil. Ella, a través de un esfuerzo básico, da el primer paso para abrir y cambiar su mundo.

ENS: Son varias las películas colombianas que hablan sobre migración. ¿Qué diferencia hay en ‘Aurora’ de las otras?

JLA: Que no retrata el viaje de la persona que llega a una gran ciudad a conquistarla o a vivir el sueño americano, porque ‘Aurora’ ya está ahí y vive en condiciones de aparente comodidad. El trauma de la llegada se narra rápidamente a través de la historia de otro chico, una historia horrible que es, en parte, el dispositivo que hace que ella reaccione y se dedique a solucionar su situación legal. Definitivamente, la Nueva York que nos muestra es muy distinta a la que siempre se sueña. Quería mostrar una ciudad fría, dura. No hay un plano en el que aparezca Empire State o cualquier otro edificio o lugar mítico. Quería retratar la Nueva York dura, enigmática, desconocida, como la vida que lleva ‘Aurora’, no la ciudad de las vacaciones.

ENS: ¿Por qué decidió rodar en invierno, a 10 grados bajo cero?

JLA: La decisión la tomé porque quería mostrar el contraste entre la vida de ‘Aurora’ en Nueva York y sus recuerdos de niñez. Por eso cambia la paleta de color y hace simbología a esa Colombia exótica y exuberante que no tiene límites.

ENS: Y de Colombia, ¿qué es lo que el espectador ve?

JLA: Filmamos en Vindi (Tolima), cerca de Girardot, un lugar al que solo se puede llegar en lancha. Allí es donde se recrea la infancia de ‘Aurora’. Tiene una analogía con el Río Hudson y el Magdalena porque uno está rodeado de cemento y urbe, mientras que el otro es todavía un paraíso. Es un pueblo olvidado por el Estado, pero habitado por personas amables, dispuestas a colaborar y participar en el rodaje. Eso es algo que sorprende de Colombia.

ENS: ¿Qué dificultades tuvieron en el rodaje?

JLA: En realidad, muy pocas porque tuve la suerte de contar con un equipo muy profesional como el fotógrafo Hugo Colace, el que me puso la productora Maritza Daza y también con los actores. Soy riguroso con el plan de trabajo, llego con la tarea completamente hecha, hasta con la posición de cámara, y eso me da la posibilidad de resolver el día a día.