Cannes: multipremiados hermanos Coen | El Nuevo Siglo
Domingo, 19 de Mayo de 2013

 

Los multipremiados hermanos Coen trajeron las primeras risas al Festival de Cannes con "Inside Lleewyn Davis", protagonizada por el actor y cantante guatemalteco Oscar Isaac Hernández y el estadounidense Justin Timberlake, que evoca con humor y melancolía la escena musical de Greenwich Village, el barrio bohemio de Nueva York, a comienzos de los años 1960.

Ganadores de una Palma de Oro en 1991 por "Barton Fink" y recompensados nuevamente en Cannes como realizadores por "Fargo" en 1996 y "The Man Who Wasn't There" en 2001, Ethel y Joel Coen construyen, con su estilo original y personal, el personaje central de la película, Llewyn Davis.

Encarnado brillantemente por Hernández -nacido en Guatemala hace 33 años, de madre guatemalteca y padre cubano, pero que se crió desde pequeño en Miami- Llewyn busca triunfar en la escena musical de esos años, pero sólo conoce la derrota.

Son los años antes de Bob Dylan. El Village es aún el centro de la bohemia, el aire está lleno de los canciones de música folk, y Llewyn trata de sobrevivir, durmiendo en el sofá de sus amigos, como Jim (Justin Timberlake) y aguantándose el desprecio de la mujer de éste, Jean, la excelente actriz británica Carey Mulligan, de 27 años y estrella de la exitosa "El Gran Gatsby", que se estrenó mundialmente en Cannes.

Un momento importante de la película -muy cómico al tiempo que terriblemente oscuro- es un trayecto en coche, de Nueva York a Chicago, donde Llewyn viaja en pos de la fama y el éxito.

Es invierno, el conductor del coche es Garret Hedlund -protagonista de "En el camino", del brasileño Walter Salles, estrenada el año pasado en Cannes-, y en el asiento trasero va el inmenso John Goodman, actor emblemático de los Coen, que protagoniza a un músico de jazz.

Viaja también un gato, que según los realizadores es uno de los protagonistas más importantes del filme. "Estábamos preocupados que el filme no tenía hilo conductor, así que encontramos al gato", dijo Joel Coen en una rueda de prensa el domingo en Cannes, que estuvo salpicada de risas.

Los realizadores de "No es país para viejos" -el filme con el que Javier Bardem conquistó un Oscar-, contaron que siempre habían estado interesados en la escena de la música folk en Nueva York en los años 60, pero que quisieron sobre todo construir un filme sobre "un personaje y su tortuosa relación con el éxito", que no siempre, señalaron, se debe al talento.

"Creo que el éxito o el fracaso es resultado de una combinación de factores, como estar en el buen lugar en el buen momento y conocer a la gente que cuenta, que puede catapultar tu carrera", dijo Justin Timberlake en la concurrida rueda de prensa.

"Sólo se necesita un minuto, por ejemplo, la presencia de un crítico del New York Times esa noche", opinó el veterano músico y compositor estadounidense T- Bone Burnett, autor de la música del filme, explicando porqué algunos, como Bob Dylan, triunfan, y otros resultaron derrotados en el intento.

"Nuestro personaje no es un poeta como Dylan, es un trabajador manual de Queens", acotó Joel Coen, en la rueda de prensa en la que se elogió en particular el trabajo "maravilloso" de Oscar Isaac.

"Este es el mejor filme que hemos visto hasta ahora en Cannes", dijo un crítico del diario británico The Guardian, tras el pase de prensa del filme. Aunque no es uno de los mejores de los Coen, y quizá no reciba la Palma de Oro, el filme puso un toque de humor en un Cannes que ha estado, hasta este domingo, inundado por la lluvia, y donde el dolor y la violencia han predominado en las pantallas.

AFP.