Caricaturistas se toman la 'Fiesta de Bogotá' | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Agosto de 2012

La 'Fiesta de Bogotá, Capital de la Diversidad', ofrecerá a la ciudadanía no solamente eventos de carácter festivo, musical y patrimonial. El Cumpleaños capitalino tendrá también actividades de artes plásticas: El lunes 6 de agosto, se realizará una maratón de caricaturas en blanco y negro, por parte de los tradicionales dibujantes del 'Corredor Cultural del Centro'.

 

Estos artistas del carboncillo, durante años se han apostado en los andenes de la Carrera Séptima, especialmente a los costados de la Plazoleta de Las Nieves, a la espera de algún transeúnte que necesite de sus servicios: quien lo desee, le entrega al dibujante una fotografía suya o simplemente se sienta algunos minutos, para recibir un dibujo o caricatura que inmortalizará los rasgos de la persona en cuestión; esto, por supuesto, a cambio de una modesta tarifa.

 

Sin embargo, como regalo a todos los capitalinos en el Cumpleaños 474 de la ciudad, los dibujantes donarán los materiales de su trabajo y obsequiarán caricaturas a los transeúntes que se acerquen entre las 11 a.m. y 3 p.m. en la Plazoleta de Las Nieves. Esta actividad se llama 'Simultánea de Caricaturistas', y cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte  y el Instituto Distrital de las Artes.

Invitamos a las personas a darse una 'rodadita' el lunes 6 de agosto por el 'Corredor Cultural del Centro', y acercarse a esta jornada de lápices, carboncillo y divertidos bocetos.

 

En el Callejón de Exposiciones

El lunes 6 de agosto a las 6:30 p.m., esos artistas que por años se han ubicado en el espacio público sobre la carrera séptima, se unen para mostrar sus obras en el espacio Callejón de las Exposiciones del Teatro Jorge Eliécer Gaitán. Ahora, no solo se unen para crear, sino para encontrarse y recordar, y de paso mostrar al público otras facetas de sus creaciones artísticas en la muestra 'Dibujar a la Carrera'.

Estos creadores itinerantes, autodidactas y rigurosos en sus trazos, en su mayoría han inmigrado de pequeñas poblaciones del país y se han unido en un colectivo informal, que se apoya entre sí. Diariamente se les ve socializando y trabajando juntos, y los fines de semana recibir docenas de clientes que inmortalizan sus rostros o fotos familiares en materiales como el carboncillo.

 

Son artistas con cientos de anécdotas callejeras, personajes que se conocen cada alero de la vía público porque deben refugiarse de los torrenciales aguaceros bogotanos. Trabajan silbando en los días grises, cantando en los soleados atardeceres, y su pulso no desfallece frente a multitudes. Son nuestros amigos caricaturistas a los que les pagamos con exigencias o sonrisas, y a cambio recibimos nuestra mejor cara pero nunca, desaires.