UNA PRENDA capaz de frenar las estereotipias y prevenir conductas agresivas, reduciendo medicación en personas con esta discapacidad  e hiperactividad, son las primeras conclusiones del estudio de investigación dirigido por el psiquiatra Ramón Novel, en colaboración con Handycat.

Se trata del chaleco MyFit, especialmente diseñado para realizar una estimulación propioceptiva profunda y que se ha probado con éxito en 25 pacientes con diferentes grados de discapacidad y trastornos de conducta.

Un equipo de investigadores especialistas en psiquiatría y psicología del Servicio de Discapacidad Intelectual del Instituto de Asistencia Sanitaria de Girona (España), liderado por el Dr. Ramón Novell, y en colaboración con Handycat, han estudiado el efecto de la estimulación propioceptiva profunda (EPP) en personas con discapacidad intelectual, Trastornos del Espectro Autista (TEA) y con hiperactividad (TDAH).

Beneficios

El chaleco especial está relleno de bolas con diferentes pesos. En total se ha probado sobre 25 pacientes con diferentes trastornos y niveles de discapacidad y los primeros resultados, en palabras del Dr. Novell, “han sido muy positivos, dado que demuestran un alto grado de efectividad de estos elementos de estimulación propioceptiva profunda en el bienestar y la calidad de vida de estas personas y muy especialmente en algunos perfiles, llegando incluso a reducir la cantidad de fármacos que se administraban”.

Entre los mayores beneficios que se han observado se encuentra el gran efecto calmante (no sedante) que produce el chaleco, que permite reducir dosis de medicación y la cantidad de fármacos diferentes que debe tomar el paciente, con los consecuentes efectos secundarios. Además, mejora la atención y reduce las estereotipias (tics motores y fónicos). En el caso de la reducción de las estereotipias y conductas repetitivas el efecto del chaleco es inmediato.

Actualmente, tal y como explica el Dr. Novell, “estamos definiendo en qué perfiles y momentos resulta más beneficioso colocar el chaleco. Estamos diseñando la ‘pastilla’ y la pauta de tratamiento y tenemos previsto ampliar el estudio a más personas con diferentes trastornos. El objetivo es llegar a prescribir el chaleco como una herramienta terapéutica que nos permita mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y sus familias. Además, si esto permite en algunos casos reducir la cantidad de benzodiacepinas que administramos y otros medicamentos, con los efectos adversos que provocan, mejoraremos sin duda la calidad del tratamiento”.

Y asegura que “hasta el momento hemos detectado que el chaleco es especialmente beneficioso para reducir notablemente y de forma inmediata las estereotipias y tics. Además, incrementa la atención en un 50% y la sensación de calma. En cuanto a momentos de grave agitación, conductas agresivas e hiperactividad estamos observando que el efecto se produce una vez pasados 20 minutos. Ahora estamos empezando a colocar este chaleco especial de manera preventiva, en momentos o situaciones que sabemos que la persona se altera, para evitar estos episodios”.