Colombia está lejos en educación financiera de jóvenes | El Nuevo Siglo
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Martes, 6 de Marzo de 2018
Redacción Economía

La necesidad de llevar educación financiera a los colegios supera con creces un asunto de cumplimiento con organismos internacionales o la voluntad de un gremio o institución.

El verdadero rostro de esta problemática se evidencia en el puntaje de las pruebas Pisa 2012, en las que se demuestra que los jóvenes colombianos tienen nociones muy básicas sobre cómo manejar los recursos, brecha que les hará mucho más complicado la consecución de metas financieras al no estar preparados para afrontar crisis y no asumir el endeudamiento de forma responsable.

Un análisis de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria, señala que la suma de estos elementos traerá consecuencias graves para el sistema financiero, pero más allá, hay personas y familias que verán disminuida su tranquilidad y calidad de vida por errores que son consecuencia de la falta de acceso a un conocimiento que está disponible y listo para ser implementado.

Es impactante cómo el diagnóstico es tan claro, y aun así las acciones son tan limitadas para solventar o por lo menos, apalear las brechas con la región.

El gremio reiteró a la Subcomisión de educación formal, en conjunto con el Gobierno nacional, a destinar recursos suficientes para lograr que más colegios adopten el programa, en la vía de eventualmente lograr una implementación nacional, un paso más que necesario ante una brecha que no se va a solucionar por sí sola.

 

Desde los primeros años

Las actuales tendencias de consumo hacen a las personas más propensas a endeudarse y posteriormente a la quiebra, señala el informe.

Pareciera que el uso de recursos no es un asunto que se reflexione desde un punto de vista racional, si no que se permite que sean las emociones las que determinen los ingresos y gastos en las finanzas personales o familiares.

En pro de evitar este escenario la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE ha insistido en la necesidad de implementar programas de educación financiera en los niños o jóvenes desde la escuela.

También sostiene que este tema debería ser incorporado en una estrategia nacional donde se involucren niños y niñas de todas las edades, la cual debe estar precedida de un estudio del estado y el nivel de alfabetización financiera.

Ahora, ¿porque desde los primeros años? Forjar hábitos es un proceso que lleva mucho tiempo. Lograr interiorizar un comportamiento al nivel de ser ejecutado como una costumbre más y no algo extraordinario es un logro que requiere esfuerzo y constancia, más aún cuando por naturaleza somos afines a derrochar o usar irresponsablemente los recursos.

Es por ello por lo que tiene todo el sentido empezar a inculcar los buenos hábitos financieros desde el mismo momento en que el niño comprende que toda acción tiene una consecuencia.

Un uso irresponsable de recursos naturales en el presente puede limitar las opciones de subsistencia de las generaciones futuras, no siendo una cuestión de azar, sino algo racional que debe ser abordada desde el hogar y la pedagogía.

Los beneficios a nivel país de optar por estas estrategias son muy claros. Tres de los mejores seis puntajes en las pruebas Pisa de la OCDE están dentro los países con mejor calidad de vida.

Específicamente hablando de Australia y Nueva Zelanda, la calificación promedio de los países de la OCDE rodean los 500 y estos países están un 5%-10% superior a la media.

Otro hallazgo destacable es cómo los países con buen nivel de educación financiera, sumado a varios factores, pueden encontrarse en los listados de países con un índice GINI bajo, cómo Bélgica que muestra un alto puntaje (541) y un índice de desigualdad de los más bajos (0,259).