LA ANSIEDAD es algo difícil de controlar cuando se trabaja más de ocho horas al día o cuando se permanece mucho tiempo realizando la misma actividad sin descanso. A la gran mayoría se le manifiesta con las ganas incontrolables de ingerir algún bocadillo entre comidas, optando por chucherías con poco valor nutricional.

Para ello existen opciones que podrían reemplazar el antojo por algo más nutritivo y beneficioso al organismo. Es el caso de las semillas oleaginosas, que si por el nombre no le suenan seguro que las ha encontrado deliciosas en algún momento: castañas, cacahuetes, macadamias y las nueces, hacen parte de este grupo pero suelen ser vistas como enemigas de una dieta saludable. Sin embargo, le aclararemos el panorama con estos frutos.

Efectivas.

La grasa que tanto asusta a los consumidores resulta beneficiosa en el caso de este tipo de semillas, ya que contribuye a la reducción del colesterol malo (LDL). Son una fuente de nutrición muy importante para el buen funcionamiento del organismo. Los cacahuetes, por ejemplo, son muy ricos en proteínas y contienen vitamina E, que tiene un efecto antioxidante.

Por otro lado, las castañas son ricas en selenio, además de vitamina E. Estos dos nutrientes unidos fortalecen el sistema inmunológico. Además, el selenio reduce los efectos del reflujo y equilibra las glándulas tiroideas.

Las oleaginosas, al ser  vegetales que poseen aceites y grasas, pueden extraerse a través de procesos adecuados o bien pueden consumirse sus semillas o sus frutos para obtener grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que son consideradas más saludables para el organismo que las saturadas (animales) ya que carecen de colesterol y además contienen vitaminas y minerales.

A la canasta familiar

También conocidos como frutos secos, las semillas suelen ser fuente de extracción de aceite vegetal que pueden ser utilizados para el consumo humano como lo son: la pulpa de la aceituna (fruto del olivo), la soja, la palma, tanto del fruto como del hueso, el sésamo, el arroz, el maíz, el lino, el cártamo, la canola, la almendra, la nuez, la avellana, las pepitas de uva, las semillas de calabaza, la semilla de aguacate, entre otras.

Cabe resaltar que los frutos que pueden ser consumidas como snacks saludables se deben ingerir  en cantidades moderadas, ya que tienen muchas calorías. En otras palabras, como todo en exceso es malo.

¿Pero cómo incluirlas en la dieta? Sencillo. Enteros, úselos como botanas y aperitivos. En forma de mantequilla, como la de cacahuate, untándolo en el pan o galletas. Tritúrelos y mézclelos con yogurt o leche. Finalmente, añádalas a ensaladas de frutas y/o verduras. Utilícelos para preparar guisados con carnes, pollo o pescado.

Otros beneficios

·         Alto contenido de fibra insoluble,  favorece la movilidad intestinal y combate el estreñimiento.

·         Sacian el apetito. Su elevado contenido de grasas saludables prolonga considerablemente el tiempo de digestión, lo que lo hará sentir satisfecho por más tiempo.

·         Favorables para la salud cardiovascular. El consumo regular de frutos secos ayuda a disminuir el colesterol en sangre y mantiene las arterias saludables.

·         Proporcionan energía extra entre comidas y en situaciones de desgaste físico. Resultan un complemento idóneo para deportistas que realizan grandes esfuerzos físicos.