Conflictos sociales representados en madera | El Nuevo Siglo
Martes, 8 de Noviembre de 2011

La nobleza de ciertos animales que se compenetran e identifican con los sentimientos más profundos del ser humano son expresados en la metamorfosis de Gaudi.

 

LA CAOBA, el samán y el cedro se transforman en temerosas y fieras bestias que representan su metamorfosis con la raza humana en la nueva exhibición artística de la escultora venezolana Gaudi Esté, que por estos días expone su colección de obras en madera en el Mambo en la capital del país.

 

Esté es una de las más importantes escultoras venezolanas y latinoamericanas de los últimos tiempos. Su trabajo Modos de devoción ha logrado desarrollarse en la construcción de una iconografía de gran fuerza simbólica. Su desempeño en las técnicas de la escultura es impecable y su profundo conocimiento de los materiales le han permitido la búsqueda de nuevas fórmulas expresivas, alterando las posibilidades propias del medio, dejando la huella del proceso plástico, llegando incluso al ensamblaje y la instalación.

 

La muestra exhibida en el Mambo consta de una serie de esculturas en madera que detallan al hombre y el animal en una metamorfosis plástica que busca encontrar la expresión del lenguaje de ambos seres en una relación escultórica a través de la madera. La implementación de nuevas técnicas en el tallado de este material hace que sus obras adquieran realismo e impacto en el espectador
La poética de Esté, expresada en este particular bestiario, pareciera apuntar a la revelación de profundas fuerzas humanas. Su trabajo, si bien se puede interpretar como una crítica a la sociedad actual y a los conflictos que en el orden social pueblan la vida contemporánea, posee la densidad profunda del símbolo y, por tanto, va dirigido a lo primordial, a confrontarnos, en su complejidad híbrida, en su contorsión animal, en su violencia matérica y en su descarnada imagen, con ese oscuro espacio de lo humano que no es accesible a la razón.

 

Toda su exhibición plasma la experiencia y percepción estética que la venezolana se ha formado desde 1968, cuando viajó a Inglaterra y estudió pintura en el Politécnico de Richmond hasta 1969. Entre 1972 y 1976 hizo un curso de arte puro y cerámica en la escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas de Caracas.

 

Posteriormente (1978 - 79) estudió escultura en la misma escuela.

 

Durante esta época, la venezolana se dedicó a la carpintería y a la artesanía instalando una fábrica de juguetes didácticos realizados en tronco. Gracias a  esta experiencia la madera se convirtió en el material por excelencia para su obra. Tintas y pátinas de colores sumados a diferentes tipos de madera son los elementos básicos para la realización de sus piezas. En sus inicios realizó tallado de figuras robustas, pintadas y dibujadas a veces con todos los detalles, que muestran la familia, sillas y personas, hombres y mujeres, para luego representar animales domésticos y después caballos con rostros humanizados.

 

En los inicios de la década de 1990, Gaudi Esté introdujo en su escultura la quema en  la madera, y la frota con cepillo de alambre para lograr texturas ásperas, y dejar evidencia de los colores y empates de la madera.  La artista, en su proceso, pasó desde seres humanos hasta la metamorfosis, también desde seres masivos aplanados y anónimos hasta seres mucho más personales expresivos e intensos. Su obra Dos mujeres con Perro, obtuvo la premiación en el  I Salón Nacional de Artes Plásticas en 1988.

 

El público bogotano podrá disfrutar de la exposición en las salas Carlos Haime, JN Gómez y Marta Traba hasta el lunes 14 de este mes en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.