NACIÓ hace algunos años como una forma de conocer gente y disfrutar comida casera en los lugares a donde llegaban los viajeros. Y lo que tímidamente comenzó a crecer y expandirse con base en la publicidad más exitosa del mundo: el voz a voz.

Se trata del mealsurfing o en español, comer con extraños. Esta tendencia que tiene como premisa básica las ganas de un anfitrión de preparar una comida para personas que desconoce y de éstos por disfrutar de gastronomía diferente a la de su diario vivir llevaron no solo a que esta “práctica” se popularizara, sino al desarrollo de muchos emprendimientos, entre ellos la creación de apps que faciliten este contacto entre aficionados a la buena mesa y comensales.

Por ejemplo, durante unas vacaciones en París podemos ir a comer a la casa de alguien que ofrece la tradicional comida francesa, pero también podemos elegir a alguien que cocine comida asiática o argentina. También podemos basar nuestra decisión de acuerdo al área de ubicación del hogar anfitrión. Esta experiencia única es ideal para paladares aventureros, pues además de dejar un buen sabor de boca, permite conocer a gente del lugar que se visita, puesto que al compartir la mesa con ellos podemos a aprender acerca de sus costumbres, cultura y forma de vida.

Si quiere experimentar el mealsurfing, existen distintas páginas web o aplicaciones para el móvil que ofrecen este servicio. Hay una lista de las ciudades disponibles, el perfil de los anfitriones, el tipo de comida que ofrecen y los precios. Las aplicaciones incluyen un sistema de valoración que califica los servicios ofrecidos.

La idea del concepto es ofrecer un menú de platos regionales del lugar que se visita, sin embargo podemos encontrar que los diferentes anfitriones preparan una gran variedad de especialidades.

En torno de todo ello, el mealsurfing tiene una ventaja adicional: el ambiente de una casa o un lugar diferente que son propicios para el diálogo.

En Colombia, dos emprendedores acogieron este concepto para el negocio gastronómico y, de la mano de herramientas digitales, lanzaron Houspoon. “Se trata de una aplicación que busca conectar dos públicos: las personas a las que les gusta cocinar y/o ser anfitriones y quienes buscan una experiencia diferente, comiendo algo diferente, hecho en casa”, asegura Mauricio Muñoz, director de tecnología de Houspoon.

De acuerdo con Jaime Reyes, fundador de Houspoon “A través de esta aplicación web convertimos las casas en restaurantes o espacios sociales para que los anfitriones ganen dinero y los invitados conozcan personas en un entorno diferente a una cita. Es un mercado digital de experiencias en casas”. L

La plataforma permite subir gratis cualquier tipo de plan social en dónde los anfitriones ganan dinero y gran diversidad de personas se conocen e interrelacionan en dichos eventos. “Solamente cobramos un 14% de las transacciones hechas en la plataforma”, complementa Reyes.

Cómo funciona

Los invitados entran a Houspoon.com, revisan las opciones y disponibilidad de eventos de su preferencia, que pueden filtrar por precio, fecha o ubicación. Leen un poco más del evento (fecha, hora, precio por persona) revisan la biografía del anfitrión y reseñas pasadas. Cuando deciden reservar pagan con tarjeta crédito, ahorros y/o PSE, y reciben la confirmación al correo. Asisten al evento, conocen personas y después califican el evento.

“Los ingredientes de los menús provienen de una red de distribución de pequeños productores de zonas del posconflicto”. Jaime Reyes.

Actualmente Houspoon opera con más de 900 anfitriones inscritos. La plataforma ya tiene 6000 usuarios registrados invitados inscritos, más de 3000 invitados han ido a los eventos registros, y se han vendido a los anfitriones más de 300 millones de pesos en 18 meses que lleva al aire en los y suceden alrededor de 100 eventos al mes que los cocineros crean menús especiales que los invitados pagan y tienen la oportunidad de interrelacionarse.

En esta herramienta los comensales pueden descubrir eventos como cenas clandestinas, talleres, catas de cocteles o clases personalizadas, reservar para una o más personas y finalmente compartir con otros comensales ya sea en la comodidad de la casa o en lugares especializados.