La influencia de la inteligencia artificial (IA) en la escritura está creciendo sin pausa alguna: Desde correcciones ortográficas, sugerencias gramaticales, de estilo y de contenido, hasta máquinas que escriben por sí mismas.
Pero, ¿cómo es esto posible? ¿Quién domina todo esto? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cómo mitigarlos? ¿Y hasta qué punto esta nueva tecnología influye en el modo de vida humano?
Estas interrogantes son analizadas en la primera cumbre "Reflexiones Alrededor de la Inteligencia Artificial", de la Academia Colombiana de la Lengua, del 6 al 13 de octubre en Bogotá, en la que participan destacados lingüistas y representantes del Estado colombiano.
En entrevista con EL NUEVO SIGLO, Olympo Morales Benítez, secretario de la comisión de linguística e inteligencia artificial de la Academia Colombiana de la Lengua, habló de los desafíos y oportunidades en tiempos de IA.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo afronta la Academia este nuevo recurso como lo es la inteligencia artificial?
OLYMPO MORALES BENÍTEZ: Hoy en día el primer idioma más hablado por las máquinas es el inglés, el segundo es el español. Conversamos con máquinas con las que los seres humanos, por ejemplo, hacemos casi todas las operaciones, se piden citas, se hacen transacciones económicas; incluso, hasta se consigue pareja a través de la tecnología. Entonces debemos abordar esta forma de comunicarnos. La Academia de la Lengua debe buscar que estas máquinas hablen un buen español; en nuestro caso, que no discriminen por género ni preferencia sexual o color de raza. Nosotros nos preocupamos por que la lingüística española sea correcta y bien utilizada por la inteligencia artificial y eso lo podemos lograr en cómo programamos las máquinas, en crear un algoritmo que le dé un buen uso a nuestra gramática.
ENS: ¿Cómo desafiar la IA para que ésta no les reste vigencia a las palabras?
OMB: Partamos de la base de que la inteligencia artificial es un código, por ejemplo 00001, y en efecto esos números se convierten en caracteres y, por consiguiente, en palabras en un tiempo más rápido; hasta allí llega. La ventaja es que tiene una mayor velocidad para encontrar las cosas, pero no para interpretarlas, es decir, nuestro desafío es que las personas sepan utilizar estas herramientas para hacer las cosas más rápido, pero somos nosotros los dueños de la creatividad y del buen uso de las palabras.
ENS: En ese sentido, la IA es capaz de utilizar cientos de algoritmos en solo segundos, entonces ¿cómo protegerse para que esto no termine de quitarle dinamismo el español?
OBM: La discusión de la creatividad está tremendamente vigente en la actualidad. Por ejemplo, en una obra de Shakespeare, "Romeo y Julieta", puedes tomar la parte romántica o en la que las dos familias enemigas se enfrentan y le dices a la máquina que sitúe la historia en medio de una guerra o de narcotráfico; hasta les puedes subir dos puntos a las escenas sexuales y que al final los enamorados no mueran, sino que se vayan a vivir a una isla, esa historia te la hace la IA en un menor tiempo, pero lineal, la creatividad y la emoción vienen de la inteligencia natural. Entonces ahí tenemos que asumir responsabilidades, retos y conciencia.
ENS: ¿Cómo evitar que los niños, quienes deben aprender a leer y a escribir, dejen de enriquecer su vocabulario si todo lo hace la IA?
OBM: En efecto todo lo hace la inteligencia artificial, en la medida en la que usted se lo ordene. Si lo examinamos, creo que ella no es tan mala, porque la tecnología siempre nos ha cambiado la vida. Por ejemplo, esta entrevista en otros tiempos la hubiésemos hecho reuniéndonos en algún sitio, pero gracias a la tecnología la podemos hacer a distancia, obviamente habrá momentos en que dependiendo de cómo se aproxime a la inteligencia artificial, así se estaría usando. Uno sigue teniendo relaciones personales con la familia, con el entorno, pero debemos aprovechar estas herramientas que facilitan el modo de vivir, de trabajar, de existir. Los niños aprenderán a escribir y a leer como se ha venido haciendo por años y tendremos que adecuar la educación a estas nuevas pautas.
ENS: ¿Cuál cree usted que es entonces el aporte de la IA a la riqueza del idioma?
OBM: La inteligencia artificial es como el que lo sabe todo, pero no lo logra procesar bien, o como el curandero que le ofrece a usted una solución para todo, pero no siempre la tiene. Con estas herramientas no vamos a enriquecer la lengua, porque la lengua ya está contenida en la gramática, el lenguaje está contenido en la forma como nos vamos comunicando, pero la inteligencia artificial lo que hace es usar ese lenguaje. La preocupación es quién va a poner los límites, ya no va a ser lo que diga la sociedad, sino lo que decida un ingeniero con su reglamentación para ayudar en el derecho del hombre frente a las máquinas. Tenemos que aprender a manejar la IA como se ha hecho con el alcohol o con otros aspectos de la vida.
ENS: ¿Cómo controlar o ponerle límites a una tecnología que crece a pasos agigantados?
OBM: Un profesor de la Universidad del Externado dijo una vez que a las personas no las va a reemplazar la inteligencia artificial sino aquella que se haya aproximado mucho más a ella, entonces en la Academia no vamos a dictar las reglas, pero sí vamos a reflexionar cuál será la posición del ser humano, que tiene que seguir siendo centro de la humanidad, el centro de todos los procesos frente a la inteligencia artificial. Entonces el reto es saber cómo se va a usar, reflexionar para qué es y hacia dónde nos lleva.
ENS: En resumen, ¿cuáles son los desafíos de la inteligencia natural para hacerle frente a la IA?
OBM: El desafío es desde la concepción que le damos al uso de la IA, porque ella va a seguir evolucionando, entonces tenemos que transmitir valores positivos a la vida cotidiana, con el entorno, en la manera como gobernamos, como nos entendemos y pensar en el día a día de cada persona, porque ya la tecnología la tenemos integrada, pero lo más importante es que todo se ha manejado principalmente por la inteligencia natural que poseemos todos los seres humanos, quienes debemos aceptar que la IA llegó para quedarse y para evolucionar. Debemos entender que nosotros somos superiores a ella porque tenemos una inteligencia natural, puede ser que tengamos unos procesos más lentos y desordenados que la artificial, pero son más imaginativos.
DESTACADO: Del 6 al 13 de octubre la Academia Colombiana de la Lengua realiza la cumbre “Reflexiones alrededor de la AI”, en Bogotá.