Por 24 mil euros fue subastado la Diadema en Oro Calima, pieza arqueológica colombiana que entró a subasta el pasado 12 de diciembre en París por la casa de subasta Sothebys.
Esta venta ha puesto en jaque al Gobierno colombiano, que emitió un comunicado rechazaron la subasta, por tratarse de una pieza perteneciente al patrimonio arqueológico colombiano.
Se trata de una pieza orfebre de la Región Calima, puntualmente del periodo Yotoco (200a.C. a 1200 d.C.), el cual presenta características externas visibles tales como: proporciones, forma, decoración, estilo representado y otros detalles, que las relacionan con piezas prehispánicas.
De este modo, el Gobierno de Colombia, en acciones coordinadas con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia - Icanh, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Embajada de Colombia en Francia, rechazaron rotundamente la realización de esta subasta y exigieron la repatriación de esta pieza.
No obstante, en la página de Sothebys aparece que la pieza estaba siendo ofrecida por 40 mil euros, sin embargo, por ella ofrecieron 24 mil euros (más de 109 millones de pesos).
La subasta, además de la pieza colombiana, incluyó otros 82 objetos de México, Costa Rica, Alaska, Columbia Británica, Indonesia, Malí, Gabón, Nigeria, Mozambique, Papúa Nueva Guinea, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Islas Salomón, Nueva Zelanda, Tahití, Micronesia, Polinesia, Tonga, Islas Marquesas, Nueva Caledonia, Islas Australes y Vanuatu.
Rechazo
La posición de la Cancillería y el Icanh se enmarca en el programa nacional para prevenir y contrarrestar el tráfico ilícito de bienes culturales del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, a través de la Dirección de Patrimonio y Memoria y su Grupo de Patrimonio Cultural Mueble.
El Gobierno colombiano argumenta que la venta de este tipo de piezas contribuye a la pérdida del patrimonio histórico y cultural de las comunidades indígenas del país, afectando su identidad y legado.
Además de afirmar que el hecho de que se mantengan las prácticas del comercio de bienes culturales hace que se debilite el patrimonio, la identidad y la historia de nuestros pueblos, las embajadas mencionadas señalan las siguientes consecuencias derivadas de este tipo de subastas:
• Fomentan el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional.
• Atentan contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre grupos humanos del pasado.
• Privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos con fines decorativos de particulares.
• Menoscaban la cooperación entre los estados para la protección y conservación del patrimonio cultural.
• Atentan contra el legado histórico de las comunidades ancestrales del territorio colombiano.
• Dan pie a un mercado de falsificaciones.
EL NUEVO SIGLO habló con Alhena Caicedo, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, sobre esta situación y su posición al respecto.
“Recientemente recibimos la información de la Cancillería, quienes ubicaron la pieza en la subasta e inmediatamente enviamos un comunicado para conocer si era la pieza colombiana. Efectivamente, la mirada de los expertos determinó que por cuestiones de forma, tipo de técnica, tamaño, estilo es nuestra pieza de la cultura calima. Ahora nos preocupa que está en manos privadas. Desconocemos cómo llegó la diadema a Francia y por qué la tenía la casa de subasta”, detalló Caicedo.
Este rechazo no es un hecho aislado. En marzo del año pasado, un grupo de embajadas latinoamericanas, incluida la de Colombia, condenó la subasta de arte precolombino organizada por Sotheby’s, con el título “Los Imperios de Luz: Colecciones Privadas Europeas de Arte Precolombino”. Los diplomáticos denunciaron que estas subastas favorecen el saqueo y el tráfico ilícito de artefactos en América Latina.
En respuesta a esta problemática, organizaciones culturales, líderes indígenas y autoridades de varios países latinoamericanos han intensificado sus esfuerzos para que los museos europeos devuelvan las piezas históricas robadas durante la época colonial, un reclamo que busca reconocer estos bienes como parte integral del patrimonio cultural de los países de origen.
“Las piezas arqueológicas que se ponen en este tipo de mercado, son piezas que han sido extraídas de manera ilegal del país por efectos del mercado ilícito que durante muchos años fue de alguna manera permitido para el tráfico de piezas arqueológicas. Estamos trabajando de la mano de la Cancillería y por supuesto de la Embajada de Colombia en Francia, quienes están atentos e iniciarán la solicitud y demandarán el hecho de que esto no puede ser permitido”, dijo.
Caicedo subrayó que “este tipo de cosas deja en evidencia como nosotros los colombianos perdemos constantemente parte de nuestro tesoro arqueológico. Esto significa una pérdida para Colombia, además que se sigue fomentando el tráfico ilícito. Es necesario poner sobreaviso a todos los ciudadanos acerca de este tipo de subastas que nos afectan, convierten en vestigios nuestra historia como pueblos, los que se asentaron en estas regiones que hoy son territorio colombiano”.
La vocera del Icanh argumentó que en este momento se tienen varias iniciativas para recuperar más objetos y piezas arqueológicas que están en este momento en el exterior, en conjunto con las embajadas de Colombia.
“Estamos dispuestos a traer estas piezas a nuestro territorio. Como se sabe, ese es un proceso en el que el transporte es muy complejo, por las pólizas, los seguros, pero creo que es necesario resaltar lo que ha hecho este gobierno para recuperar el patrimonio colombiano”, dijo.
Del mismo modo, manifestó que actualmente se tiene un inventario en el que se evidenció que el 99 % de las piezas que están fuera del país salieron de manera ilegal. “No contamos con la información de aquellas piezas que hemos logrado identificar a través de las embajadas, pero también llama la atención sobre determinadas colecciones privadas que tienen materiales arqueológico colombiano y también algunas identificadas en museos del exterior. En ese sentido, venimos adelantando varias iniciativas de cooperación internacional, por ejemplo, con Alemania, para ir mirando las posibilidades de repatriar buena parte de estos objetos arqueológicos”, añadió.