UNA NOCHE que a través de los armónicos movimientos de dos bailarines expresan una tragedia al son de la música rusa para encapsular toda la esencia cultural de ese país es “Carmen Suite Petrushka”, la obra con la que el afamado Teatro Bolshoi cierra su temporada en la gran pantalla.
Esta, que podrá apreciarse este domingo en escogidas salas del cine colombiano, es una nueva creación del Bolshoi, con coreografía de Edward Clug, quien retoma la Carmen del cubano Alberto Alonso.
Esta puesta en escena es protagonizada por dos personajes trágicos, uno femenino y el otro masculino: Carmen, la impetuosa y libertaria heroina de la ópera de Bizet, y Petrushka, quien porta el alma de los Ballets Rusos.
En 1967 en el escenario del Teatro Bolshoi mostró por primera vez Carmen Suite. El ballet se organizó muy rápidamente y la transcripción de la ópera de Bizet se hizo en un tiempo récord de veinte días. La idea principal fue creada para el baile se basó en la vida entera de Carmen como una corrida de toros y fue llevado a la vida con la magnífica escenografía de Messerer, el principal artista del teatro de arte de Moscú y la alineación de estreno, y la única durante mucho tiempo, que incluía a leyenda Maya Plisetskaya, a Nikolai Fadeechev, Sergey Radchenko, Natalia Kasatkina, y Alexander Lavrenyuk.
Carmen, tan apasionada y libre de espíritu como siempre, se encuentra atrapada en un triángulo de amor en este apasionado ballet de un solo acto del coreógrafo cubano Alberto Alonso, concebido originalmente para la legendaria prima ballerina del Bolshoi, Maya Plisetskaya, cautivará al público junto con Petrushka, bajo esta versión para el Bolshoi del coreógrafo contemporáneo Edward Clug, en una noche que revive el alma del Ballet ruso. La icónica y divertida figura de la cultura de dicho país cobra nueva vida, acompañada de la música de Ígor Stravinski. Será una presentación imperdible para cerrar un exitoso ciclo.
El ballet Carmen Suite fue renovado en 2005 para el aniversario 80 de la legendaria prima ballerina Maya Plisetskaya. Una presentación que ha continuado su segunda vida en el escenario del Teatro Bolshoi y que ha visto pasar a las solistas más destacadas del Bolshoi de diferentes generaciones, entre ellas se encuentran: Galina Stepanenko, Maria Alexandrova, Ekaterina Shipulina, Ekaterina Krysanova, Anna Nikulina, y Olga Smirnova, queriendo probar el papel principal, que en esta nueva entrega estará a cargo de Svetlana Zakharova.
Zakharova nació en Lutsk, Ucrania, el 10 de junio de 1979. A los seis años de edad, su madre la inscribió a una escuela de danzas folclóricas en una escuela local. A los 10 años de edad, Svetlana hizo una audición y fue aceptada en la Escuela Coreográfica de Kiev. Sólo cuatro meses después, su padre fue asignado al ejército de Alemania del Este, y la obligó a dejar la escuela. Seis meses después, su familia volvió a Ucrania y Svetlana audicionó de nuevo, fue readmitida e inmediatamente se unió al segundo curso, dirigido por la maestra Valeria Suléguina.
Zajárova desde este momento llamó la atención de las mejores escuelas de danza y por este motivo recibió una invitación para realizar un papel como solista en el ballet "Don Quijote". Cuando llegó a los 17 años se graduó por la escuela Vaganova y consiguió debutar con la compañía de ballet del Teatro de Mariinsky.
Realizó varios ballet como: "La Fuente de Bakhchisarai", "Le Corsaire", "The 7th Waltz and Mazurka" y "Chopiniana". Pero cuando realmente adquirió el prestigio y el éxito que aún sigue manteniendo fue cuando realizó el papel de Giselle (la protagonista) del ballet que se llama de la misma manera (Giselle). Días después del estreno del ballet anteriormente mencionado recibió una oferta de Vladimir Vasilie para unirse a la compañía del ballet Teatro Bolshoi en Moscú.