Daniel Samper Pizano lleva el humor en sus extrañas. Al primer contacto telefónico con EL NUEVO SIGLO no deja de citar frases jocosas: “Mientras no haya fútbol podemos hacer la entrevista”, dice el autor de más de 25 libros; el más reciente, “La noche que humillaron a mi padre”, un fascinante texto donde se agitan toda clase de narraciones, artículos, memorias, retratos, rimas, ensayos e insólitas bromas, como las coplas del folclor colombiano en inglés boyacense.

Daniel Samper Pizano se lanza de nuevo a escribir como mejor lo sabe hacer: con humor, sarcasmo, identificando asuntos cotidianos de los seres humanos, para terminar preguntándose: ¿por qué los seres humanos son así?

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué lo llevó a escribir “La noche que humillaron a mi padre”?

DANIEL SAMPER PIZANO: ¿Ha escuchado la frase del cantante argentino Jean Piere?, que dice algo muy verdadero: “Las cosas se cuentan solas, solo hay que saber mirarlas”, y eso es lo que he tratado de hacer, mirar bien las cosas y luego contarlas. Este libro y otros muchos que he publicado de la realidad y las familias colombianas son una mirada con humor. Sé que hay muchos ensayos, con muchos análisis y cosas más importantes que las mías, pero yo las miro con un lente de humor, con una mirada risueña. Ese libro refleja lo mismo que los otros que he escrito y que no solamente habla de la filosofía de la vida sino que reconoce al otro, que las situaciones de otra persona pueden ser similares a las nuestras. Creo que mucha gente se va a sentir identificada con lo que yo cuento, y lo hago con humor para que sea menos doloroso y más atractivo.

ENS: Es decir, ¿es como tener humor en tiempos de crisis?

DSP: Exactamente, es mirar esas mismas circunstancias sin cambiar la realidad, ver las cosas a través de humor. Yo trato de hacer que la gente se ría y piense al mismo tiempo.

ENS: ¿Cómo logra mezclar el humor con la crítica social?

DSP: Creo que eso tiene que ver con una asignación propia. Es como si yo tuviera buena voz y sentido musical, entonces estuviera cantando vallenato o estaría componiendo música; pero no tengo talento para eso sino para escribir. Desde que estaba en el colegio era mal estudiante en matemática, pero era muy bueno en idiomas y en humanidades. Esas pocas habilidades que tengo son las que procuro explotar, y porque además tengo la vocación, es algo que me gusta hacer.

ENS: ¿De dónde viene ese humor que lo identifica como escritor y como persona?

DSP: Tiene mucho que ver con mis conexiones en la costa colombiana. Mis grandes maestros en el arte de escribir han sido costeños, especialmente Álvaro Cepeda Samudio, quien era barranquillero, pero realmente era de Ciénaga. También influyó que durante muchos años estuve escuchando vallenato, que como todos sabemos es una música donde las historias tienen mucho humor; por ejemplo, las canciones sobre una pena de amor también cuentan con cierto humor en ellas. Es un poquito de eso, de esa mirada costeña a la vida.

ENS: ¿Hasta dónde le gustaría llegar como escritor?

DSP: Quisiera ser Premio Nobel y Copa del Mundo, pero que me manden la plata a la casa porque me está costando mucho trabajo salir ahora en esta época.

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ENS: ¿Cómo ve la literatura colombiana?

DSP: Creo que tiene muy buenos autores, creo que se ha logrado pasar ese puente tan alto y tan difícil de Gabriel García Márquez. Se están haciendo cosas interesantes. Creo que en América Latina seguramente hay tres o cuatro colombianos que están en el puntero de los más reconocidos.

ENS: ¿Cuál cree que ha sido su libro más leído en Colombia?

DSP: Sin duda uno que ha sido un bestseller es “Historia de este p** mundo”, el cual lleva muchas ediciones y se hizo con un propósito, y era acercar a los jóvenes a la historia de Colombia, a la historia del mundo, porque lamentablemente eso se ha abandonado en los colegios. Entonces a través de un puente de humor podemos mostrar un poco lo que ha sido nuestra historia como humanidad.

ENS: ¿Qué papel juegan las redes sociales en la construcción de un pensamiento crítico?

DSP: Me parece que las redes sociales son muy importantes, lo que pasa es que yo no me meto en las redes sociales porque quitan mucho tiempo y prefiero leer libros o ver buenas películas, me gusta más eso.

ENS: ¿Usted es de los que piensa que con el tiempo va a desaparecer el papel con las nuevas redes de comunicación?

ENS: Eso nunca va a pasar. Mira lo que sucedió durante la pandemia cuando dijeron que se iban a enterrar los libros y los periódicos, pero en los últimos años fue una de las pocas empresas que progresaron.

Sus libros

Sus textos se caracterizan por tener un amplio y agradable sentido del humor y criticidad social. Es autor de más de 25 libros, entre ellos: “Así ganamos: cómo fue campeón Santafé en 1975” (1975); “Antología de grandes reportajes colombianos” (prólogo y selección, 1976; reediciones aumentadas en 1990 y 2001); “China se abre”, en colaboración con Samuel Klahr (1978); “A mí que me esculquen” (1980); “Dejémonos de vainas” (1982); “¿Por quién votar?: una guía evaluativa de cada congresista, elaborada por periodistas de investigación, para que usted sepa por quién votar” (1982); “Llévate esos payasos” (1983); “¡Piedad con este pobre huérfano!” (1984); “Balón y pedal: notas sobre deportistas” (1986); “Postre de notas” (1986); “Mafalda, mastropiero y otros gremios paralelos”, en colaboración con J. G. Cobo Borda (1986); “Esto no es vida” (1989); “Les Luthiers, de la L a la S” (1991 y 2007); “No es porque sea mi hijo y otras columnas de humor” (1992 y 2003); “Lecciones de histeria de Colombia” (1993 y 2019); “Nuevas lecciones de histeria de Colombia” (1994); “Tino: vida y milagros futbolísticos de Faustino Asprilla” (1994); “Aspectos sicológicos del calzoncillo y otros artículos de humor” (1995 y 2002); “Risas en el infierno: una lectura divertida de la Biblia” (1998); “Si Eva hubiera sido Adán: una versión risueña de la Biblia” (1998 y 2018); “El sexo puesto: el más completo manual recreativo, educativo, reproductivo y anticonceptivo” (1998); “De mil humores” (1999); “De tripas corazón: una novela berracamente espiritual”, en colaboración con Jorge Maronna (1999); “El tonto emocional: un novelón para espíritus selectos”, en colaboración con Jorge Maronna (1999); entre otros.