KLEVER ARRECHEA se ha convertido en la esperanza para cientos de niños en el Cauca. Lidera el proyecto “Valle del Naidí” el cual busca enseñarles a los jóvenes el mundo de la robótica, domótica, pensamiento computacional, alfabetización digital, inteligencia artificial, entre otras.
Este proyecto va de la mano de la Fundación Manos Visibles, organismo que trabaja por consolidar un ecosistema de innovación y tecnología en el Pacífico colombiano, que permita cambiar la realidad de un territorio desconectado por un valle de innovación y desarrollo, en el que la tecnología no sea una brecha, sino un camino.
Desde esta estrategia se busca crear y fortalecer una red de instituciones que sean puntos de desarrollo tecnológico permanente, que aporten a la consolidación del Valle del Naidí. Una de estas organizaciones es CCTET, la Corporación Centro de Ciencias, Tecnología y Estudios Territoriales, que trabaja en alianza con Manos Visibles en Timbiquí y Guapí.
Transformación social
Uno de sus fundadores es Klever, un ingeniero de automatización de procesos egresado de la Universidad del Cauca que actualmente se desempeña como CEO de Innovación Digital Corporativa, una empresa dedicada al desarrollo de software a la medida y también como director de Tecnología de CCTET, generando procesos de transformación social en el Pacífico caucano a través de la enseñanza de programación y robótica a niñas, niños y jóvenes de Timbiquí y Guapi, Cauca.
EL NUEVO SIGLO conversó con este líder acerca de esta iniciativa que en días pasados entregó a 150 niñas, niños y jóvenes afrodescendientes de Medellín, Tumaco, Buenaventura, Timbiquí y Guapí su certificación en formación tecnológica.
Para él, es importante que las niñas, niños y jóvenes del Pacífico entren al mundo de la robótica y se formen en la tecnología “porque esto es una realidad que está transformando al mundo y es necesario que ellos entiendan desde edades tempranas cómo está hoy el campo tecnológico y cómo la tecnología se está aplicando en los procesos de transformación social en la educación, en la ciencia y en la medicina”.
Por eso para Klever, además de su propia empresa, entre las cosas que más le interesan está poder aportar desde sus saberes a la consolidación de una nueva generación de estudiantes en el Cauca, a través de la enseñanza de conceptos.
“El proceso de participar en el Valle del Naidí me ha permitido como persona ir creciendo profesionalmente y me ha facilitado avanzar en diferentes aspectos profesionales que han impulsado la iniciativa como son los referentes a la educación superior, charlas y sobre todo un proceso fuerte de orientación profesional y acompañamiento y la formación STEAM de los jóvenes de los territorios.”, afirma Klever Arrechea que con sus cursos de programación ha permitido que en esta región las matemáticas y la tecnología estén al alcance de todos.
Luego de estos años de implementación, los resultados han sido positivos: “En lo que corresponde a mí y a mi equipo hemos aunado fuerzas junto a Manos Visibles para generar la transformación social que se requiere en los municipios de Timbiquí y Guapi, es por eso, por lo que los resultados han sido muy satisfactorios, dado que muchos jóvenes han despertado un interés inmenso por estudiar carreras profesionales y en áreas de ingeniería. En Guapi ya tenemos algunos estudiando Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Industrial e Ingeniería Eléctrica en la Universidad Autónoma de Occidente de Cali y también otros jóvenes que hacen parte de estos mismos procesos de formación en el municipio de Timbiquí, se encuentran estudiando en la Universidad del Cauca”.
Según Mintic, en el Pacífico la cobertura de servicios de datos y acceso y conectividad es menor al 20% y la mala calidad de la señal no permite descargas superiores a los 5,5 Mbps (caso del Chocó), mientras que en Colombia esta velocidad corresponde, el promedio, a 11,5 Mbps. Es allí entonces que el trabajo que desarrollan CCTET y Klever Arrechea, es toda una odisea.
“Sabemos que el Pacífico colombiano presenta diferentes retos, especialmente los que tiene que ver con conectividad, infraestructura tecnológica y electricidad, pero nosotros nos hemos dado a la tarea de resistir a estas adversidades, porque en muchas ocasiones hemos tenido semanas, a veces casi un mes sin electricidad en el Pacífico y esto, pues afecta los procesos de formación, pues realizamos ejercicios de programación, montajes de circuitos electrónicos y para toda esta dinámica se requiere electricidad, pero cuando sucede esto tenemos varias opciones de formación de manera diferente, es decir hacemos ejercicios de programación o desarrollo de algoritmos en papel, a punta de hoja de cuaderno y lápiz”, afirma el director de CCTET.
Estas dinámicas, según Arrechea permiten disminuir un poco la dependencia a la energía eléctrica “y se complementan con montajes de circuitos electrónicos en lo que utilizamos componentes como resistencias, bobinas, leads y un sinfín de elementos que complementamos con baterías de 5 voltios que mantenemos cargadas. En ocasiones pedimos a los hoteles que tienen sus propias plantas generadoras que nos dejen conectar nuestros equipos para recargarlos”, comenta este hombre que ve en la robótica y la formación STEAM el camino para la juventud del Pacífico.
“Estos chicos ya empiezan a mirar esto, ya empiezan a entender cómo funcionan las cosas y esto me ha parecido muy curioso porque en Timbiquí y en Guapi que han hecho parte de estos procesos nosotros les damos el esquema de unos circuitos y ellos ya implementan esos circuitos a nivel de maqueta en su propia casa, ya pueden implementar un circuito y ya saben cómo medir un voltaje cómo medir una corriente. También han realizado programación y han podido echar a andar carros a control remoto. Entonces ahí es donde dicen: «¡Ah!, ya entiendo cómo funcionan los carros de control remoto; ya entiendo cómo funcionan algunos videojuegos, porque ellos al estar realizando diferentes actividades de programación van entendiendo estas cuestiones y se van metiendo más en el cuento”, cierra el profe Arrechea.