El Mambo lo invita a un concierto en vivo con la Filarmónica | El Nuevo Siglo
La próxima cita con el arte y la música contemporánea será el 25 de este mes.
Foto Mambo
Miércoles, 7 de Julio de 2021
Redacción Cultura

Una fusión de la música con las artes plásticas contemporáneas es la fórmula con la que el Museo de Arte Moderno, Mambo, y la Orquesta Filarmónica de Bogotá continúan propiciando encuentros con el público, salvaguardando la obra colombiana y formando a los espectadores, que suelen ser cada vez más, en su mayoría, jóvenes.

“El Museo tiene un objetivo, bajo la dirección de Claudia Hakim, que consiste en que las artes plásticas, el arte moderno y contemporáneo, que hacen parte de nuestra programación expositiva, tengan un diálogo interdisciplinario con otras áreas de la cultura”, le dijo en entrevista a EL NUEVO SIGLO, Paola Guzmán, coordinadora de comunicaciones del Mambo.

Volver a encontrarse

En el 2020, antes de la pandemia, entre largas charlas de David García, director de la Filarmónica de Bogotá, con Claudia Hakin, directora del Mambo, se gestó este sueño que hoy, después de más de un año de la llegada del covid-19 al país, se volvió realidad.

La iniciativa, llamada Arte con tempo – ráneo, hace parte de la misión del Mambo en una época difícil para el mundo de la cultura, en la que los conciertos y encuentros presenciales aún son escasos. Con esta se busca “expandir el museo hacia otras áreas, otras audiencias y que la gente sienta que este museo es de ellos. Realmente lo que nosotros valoramos mucho más, y por lo que nosotros apostamos, es a que la gente pueda venir a tener una experiencia artística, cultural y educativa importante y de impacto”, aseguró Guzmán.

Así las dos instituciones le dieron vida a este proyecto el pasado 27 de junio con un concierto de la Filarmónica en una de las salas del centro cultural, en la que se presentaron solistas como Guillermo Marín con el clarinete, Jonathan Lusher con el violonchelo, Tatiana Bohórquez con el violín y Aníbal Dos Santos con la viola, quienes tocaron durante una hora un repertorio de música contemporánea, creando un ambiente ideal para que los espectadores disfrutaran de la propuesta artística del este espacio.

Un encuentro que sorprendió a David García por el amplio porcentaje que representaban los jóvenes en el público del concierto: “Estuvo lleno. Fue muy sorprendente y bello ver que el 95% del público eran jóvenes y en promedio de unos 20 años. Eso quiere decir que los jóvenes ahora son mucho más abiertos a otros lenguajes”, le contó a este Diario el director musical.

Conciertos formativos

La idea de estos espacios de arte y música nació por la inquietud de Hakim y García por la ausencia de una oferta constante de este tipo de melodía.

“Era necesario hacer música contemporánea en Bogotá. El público no había tenido a una programación sostenida, permanentemente y evaluada de las diferentes corrientes que hay de la música contemporánea en el mundo y en Colombia. Y por supuesto, la idea nuestra era hacerlo en un lugar propicio y qué  más que el Museo de Arte Moderno, que tiene como misión, como su nombre lo indica, promover las artes plásticas en su sentido más amplio, en sus diferentes corrientes, versiones y estéticas contemporáneas”, señaló García.

Así mismo, Arte con tempo-ráneo fue creado con la visión de romper el formato tradicional de los conciertos, en el que a un lado se ubica el público y al frente los músicos. “Planeamos que se podía hacer no en un solo lugar del museo, sino varios, no amarrarnos a la idea de un auditorio. Esto combinando la música contemporánea con las puestas en escena y las acciones performáticas que tiene el museo, de obras de colombianos y de otros artistas”.  

Otro de los objetivos de este nuevo espacio, que tendrá lugar el último domingo de cada mes, es mostrar el repertorio que tiene Colombia en este campo de la música, así como también sacar de la zona de confort al público, lo que también hace parte de la esencia de la Filarmónica.

“Como director de la Filarmónica podría estar atado a un repertorio del periodo clásico o barroco, pero la Filarmónica tiene la misión y la responsabilidad de promover la música contemporánea y en especial la que componen los colombianos porque si no mostramos nosotros esa música, ¿quién la toca? Generalmente en la programación, las orquestas tienden a no salir de la zona de confort, que es tocar lo que la gente quiere oír. Eso pasa en todas las músicas”, confirma García.

Además compara esta labor de promover las obras colombianas en la música contemporánea, con la que en su época hicieron Mozart o Beethoven. “Es muy importante que nosotros creemos estos espacios, porque es una música del arte de nuestro tiempo. ¿Qué hubiese pasado si el público de antes no hubieran querido escuchar a Mozart o Beethoven en su época porque no les parecía y hubieran preferido escuchar la música a la que estaban más acostumbrados?. Entonces no conoceríamos a Mozart o a Beethoven indudablemente”.

La formación es otra de las razones por la que las dos instituciones decidieron aliarse, ya que, por un lado, esta temporada de conciertos ayudará al público a conocer este mundo de la música contemporánea, caracterizada no solo por la belleza, sino también por “sus estridencias, ruidos urbanos, silencios. Puede tener muchas cosas que no necesariamente se pueden describir como bellas, sino que la música contemporánea tiene todos los sonidos de nuestro tiempo, que son muchos. Vivimos en una época de polución acústica, oímos ruidos electrónicos permanentemente como pitos, alarmas y sonidos urbanos. Lo otro son armonías nuevas, melodías extrañas y sistemas armónicos y otras cosas que no pasan ni siquiera por una melodía identificable fácilmente”.

Y, por otra parte, también es una oportunidad formativa para los músicos, quienes al interpretar este repertorio se van acercando a este campo, que implica nuevos lenguajes, a los ya acostumbrados.

“En el caso de la Filarmónica de Bogotá que toquen música contemporánea y en especial los jóvenes de nuestras orquestas, es muy importante porque es muy formativo para ellos mismos, pues la música contemporánea tiene otro lenguaje, otros cánones y reglas de interpretación diferentes al periodo clásico de Mozart”.

La nueva cita será el 25 de julio en una nueva propuesta. Un proyecto con el que el Mambo planea aliarse también con otras artes escénicas. “Así el equipo del Mambo está buscando más diálogos con otras artes, no solamente con música, sino también con danza y diversas expresiones artísticas”, mencionó Paola Guzmán.