El mundo animal de Max Rodríguez | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Mayo de 2013

Con una maratón infantil, Señal Colombia le dio la bienvenida el lunes a El mundo animal de Max Rodríguez. Los pequeños habitantes del país se enamoraron de este explorador que recorre diferentes lugares del continente americano.

El programa, que se transmite de lunes a viernes a las 10 a.m. y a las 5 p.m.,  es una coproducción de Colombia, Argentina y Ecuador, en el que el explorador Max, acompañado de su aprendiz la iguana Chambimbe, quiere seguir los pasos de su ídolo: el cazador de cocodrilos.

A pesar de ser tan intrépido, sagaz, valiente y arriesgado, Max también es algo testarudo, despistado y necio, que le cree más a los conocimientos obtenidos por internet que a los consejos de Chambimbe, quien vivió 12 años en las selvas del Pacífico hasta que fue atrapada y vendida en el mercado negro de fauna silvestre.

La serie infantil plantea la exploración y redescubrimiento de las especies animales originarias de América, a través de contenidos divertidos que buscan fortalecer en los niños el conocimiento, respeto y la conservación animal.

 Algunos de los animales documentados en los primeros capítulos  son el coyote, el guanaco, la serpiente cascabel, el monstruo de Gila, la mara patagónica, el puma, la rana dardo dorada, la paca, el colibrí, el coatí y el oso perezoso.

En cada capítulo de El Mundo Animal de Max Rodríguez, los dos protagonistas van tras las huellas de algún animal. Pero documentar especies no es una tarea fácil y menos aún si la prudencia y el sentido común no acompañan al líder de la expedición. Max es un testarudo turista que se cree explorador y que además no hace caso a las sugerencias de alguien más calificado como Chambimbe, sino que prefiere tratar de imitar a sus héroes de televisión o bajar información de Wikipedia.

La aventura es narrada principalmente por Max, quien va contando a cámara lo que pasa y que al mejor estilo Steve Irwin intenta volver espectacular cualquier situación vivida o encuentro animal por simple que esta parezca. Al inicio de cada programa se plantea la misión del capítulo: ver en vivo y de cerca, muy de cerca, la especie animal elegida.

Cada episodio se convierte en una aventura épica llena de accidentes, que parece muy difícil de lograr pero que siempre culmina sorprendentemente, a pesar de las locuras de Max, con el objetivo cumplido: un encuentro cercano con los animales en su hábitat natural.

Sin embargo, los televidentes se preguntarán por qué Chambimbe sigue con Max, y la respuesta es que no pierde la esperanza de encontrar a su hermana gemela, una iguana que fue capturada por cazadores furtivos. Pero mientras eso ocurre vivirán juntos la aventura que representa en cada capítulo documentar a los animales y cada uno a su manera le contarán a los niños todo lo relacionado con la especie y su entorno natural: historia, ubicación geográfica, hábitos alimenticios, forma de vida y demás datos de interés, incluyendo datos del ecosistema.

“Cada uno de los miembros de la expedición tiene una forma distinta de abordar el viaje. Max es exagerado a la hora de ver las cosas, cualquier escenario es una aventura digna de Indiana Jones, por eso siempre procura situaciones que los ponga en riesgo y les ocasione uno que otro accidente, explica Diana Narváez, de la casa productora Tribu 70.

“Por el contrario, Chambimbe, su fiel ayudante y guardiana, es prudente y no toma riesgos innecesarios porque conoce y respeta la naturaleza. Posee el conocimiento necesario para evitar cualquier accidente. Desafortunadamente, todo esto a veces no es suficiente para salvarlos de las situaciones arriesgadas en las que Max los mete”, agrega Narváez.