CADA DÍA son más los colombianos que compran, preparan y consumen pescados y mariscos. Contrario a lo que muchos piensan, el consumo ya no es exclusivo en época de Semana Santa y ha empezado a ocupar un espacio importante en la canasta familiar.
Para Ancla y Viento, reconocida marca de pescados y mariscos, “la compra de comida de mar en esta época incrementa tan solo un 10%, teniendo en cuenta que el consumo permanente está aumentando en los hogares colombianos”.
Para los amantes de este tipo de alimentos, ya es normal encontrar en el mercado pescados y mariscos incluso más baratos que la carne, pues existen más canales para tener producto fresco de excelente calidad. Con el desarrollo de los últimos años de cultivos de peces y mariscos, la oferta y el precio han sido estables permitiendo que el costo disminuya y la calidad y oferta se mantenga.
A quienes continúan de vacaciones y se encuentran en tierra caliente con ganas de deleitarse el paladar con el fruto del mar, algunas recomendaciones a la hora de comprar y consumir pescado:
· Si el pescado es entero, los ojos deben estar brillantes y salidos (no hundidos), las escamas no pueden estar secas, las agallas deben estar rojas (no negras).
· No debe oler mal.
· Si se puede tocar, la carne de estar firme.
· Si es filete el color de la carne debe ser brillante, debe estar húmedo y no baboso.
· Si el producto es congelado, hay que tener en cuenta la fecha de vencimiento y que esté fresco.
· Por último, procurar siempre comprar a un proveedor de confianza.
Por otro lado, los atunes, sardinas y demás enlatados también se alzan como la opción número uno cuando se trata de paseos, viajes cortos o vida de solteros. Para el consumo de estos también existen una serie de recomendaciones para que no se conviertan en un obstáculo o en un problema digestivo. Tome las precauciones necesarias y si después de consumir estos productos experimenta algún síntoma como fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal, debe acudir inmediatamente al centro de salud más cercano para ser atendido por un médico.
El producto debe contar con un rótulo completo y presentar como mínimo la siguiente información:
· Nombre del producto
· Número de lote
· Registro sanitario
· Información del fabricante y/o importador
· Fecha de vencimiento impresa en el rótulo o la lata y no mediante adhesivo o con señales de adulteración.
· El envase no debe presentar fisuras, abolladuras, óxido, abombamiento, u otras señales de adulteración o deterioro.
· Los envases abre fácil no deben mostrar ningún tipo de fisura en el sello.
· Luego de destapar el producto, verifique la apariencia del mismo evaluando que su olor, color y sabor sean característicos.