COMO una “humillación insoportable” calificaron el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y otros líderes conservadores la aparición y posterior huida, “sin dejar pista alguna” del líder independentista catalán, Carles Puigdemont, en Barcelona donde ofreció un discurso público donde aseguró que “he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí" e insistir que la ley de Amnistía “debe servir, textualmente, para devolver a la política lo que nunca tendría que haber salido de la política”.
"Es doloroso asistir en directo a este delirio del que Pedro Sánchez es el máximo responsable", ha expresado Feijóo en la red social X después de asegurar que el hecho de que Puigdemont haya estado localizado en Barcelona ofreciendo un discurso y posteriormente se le haya perdido la pista es "una humillación insoportable". "Otra más", agregó.
En la misma línea se han pronunciado otros dirigentes 'populares' en sus redes sociales, entre ellos varios presidentes autonómicos y miembros de la cúpula del partido y del grupo parlamentario, algunos de los cuales han pedido la dimisión del presidente del Gobierno por lo sucedido.
La policía catalana activó la “Operación Jaula” para dar con el paradero de Puigdemont, tras su breve reaparición ante seguidores en Barcelona, tras casi siete años huido de España antes de volverse a esfumar, burlando el amplio dispositivo de seguridad desplegado para detenerlo.
Fuera de España desde 2017 para evadir a la justicia tras la fallida secesión de Cataluña en octubre de ese año, el expresidente catalán dio un corto discurso ante miles de simpatizantes, tras el cual volvió a desaparecer.
Ante este fiasco, la policía catalana, los Mossos d'Esquadra, estableció puestos de control para evitar que Puigdemont saliera de Barcelona o de la región de Cataluña.
Dos agentes de los Mossos fueron detenidos por presuntamente colaborar en la huida, uno de ellos por ser el dueño del vehículo en el que escapó Puigdemont tras dar su discurso en el escenario dispuesto cerca del Parlamento catalán.
El dispositivo "se había diseñado" para que "la detención se hiciera de forma proporcional y en el momento más oportuno para no generar desórdenes públicos", alegaron los Mossos en un comunicado, donde dijeron que dos personas fueron detenidas por incidentes entre manifestantes y la policía.
"No sé cuánto tiempo va a pasar hasta que volvamos a vernos, amigos y amigas, pero pase lo que pase cuando nos volvamos a ver espero que podamos volver a gritar juntos bien fuerte (...) ¡Viva Cataluña libre!", lanzó Puigdemont ante sus simpatizantes, quienes corearon "¡presidente, presidente!".
El abogado del prófugo líder independentista catalán, Gonzalo Boye, aseguró anoche que su defendido "se ha ido a su casa, donde tiene su lugar de trabajo", aunque sin precisar si se refiere al domicilio en el que reside desde hace casi 7 años en Bélgica.
En declaraciones a TV3 publicadas en su portal y recogidas por Europa Press, el letrado ha dicho que cuando Puigdemont terminó su discurso en Barcelona minutos antes del pleno para investir a Salvador Illa (PSC) presidente de la Generalitat, su defendido se fue a casa "como hace todo el mundo cuando termina de trabajar" y, desde ese momento no ha vuelto a hablar con él.
Así lo ha expresado a las puertas de la Ciutat de la Justícia, donde ha asistido jurídicamente al segundo de los dos mossos detenidos en el dispositivo policial para localizar al expresidente, y sobre el que ha dicho que "ya están tardando en dejar en libertad" porque no hay ningún delito en el Código Penal que recoja estos hechos.
Sobre si el expresidente tiene previsto llegar a un acuerdo con los Mossos d'Esquadra para pactar una detención, Boye ha respondido que Puigdemont "no se entregará nunca".
En el Parlamento, durante la sesión de investidura del socialista Salvador Illa como jefe de gobierno catalán, cuando nombraron a Puigdemont durante la votación, sus compañeros del partido Juntos por Cataluña (JxCAT) aplaudieron.