Desde hace décadas, el cáncer se ha convertido en uno de los mayores miedos de personas que son testigos de lo dramática que puede resultar esta enfermedad. Y es que no es para menos, pues cifras oficiales demuestran que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, con 8,8 millones de defunciones, aproximadamente.

Cabe decir que el 70% de muertes por cáncer se registran en países de escasos recursos y que la mayoría de diagnósticos están relacionados con factores de riesgo como la ingesta de alcohol, el consumo de tabaco, poco consumo de frutas y verduras y falta de ejercicio físico.

De hecho, el 22% de defunciones por cáncer se asocian directamente con el tabaquismo. Una víctima del cáncer fue, en su momento, María Ferrer, quien en la treintena de su vida tenía lo que muchos en el mundo sueñan: éxito laboral, estímulos permanentes, viajes, reconocimiento y muchas oportunidades por explorar.

Sin embargo, fue diagnosticada con un “sarcoma sinovial en su pie derecho”, lo que la llevó con el paso del tiempo a reflexionar sobre el significado y el valor de la felicidad, concepto sobre el que mucho se habla y que no ha dejado de ser un tema para la humanidad desde sus inicios como especie.

La joven mujer recibió al tantra “como un regalo de la vida”, afirmó Ferrer, y de ahí en adelante los aprendizajes sobre sí misma no han dejado de ser una constante. Pero ella fue un paso más allá y comenzó a enseñarles la vida plena a los colombianos.

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Fue así como hace ocho años Ferrer se convirtió en la directora de la fundación y la escuela iniciática Dhakini Tantra. Viajó a la India y encontró proximidad con las enseñanzas de Osho, terminando por recibir al final de un camino de enseñanzas el nombre espiritual de Ma Shanti Tara, que significa la madre cósmica (Ma) que desde la paz (Shanti) ayuda a otros buscadores de la verdad (Tara). Pero las dificultades continuaron.

En 2018, su hija de nueve meses fue sometida a una cirugía de corazón abierto: “He sido la mayor defensora y promotora de las medicinas alternativas, en especial desde que atravesé por un cáncer hace un poco más de 10 años, pero debo decir que con este proceso que he vivido me inclino en profunda humildad frente a los avances de la medicina y, en particular, a la labor de servicio de los cirujanos. Si esto hubiera pasado hace cincuenta años mi hija no hubiera sobrevivido”, señaló.

Hoy Ferrer señala que el tantra, debido a todos los factores que la componen, podría contribuir a prevenir el cáncer, pues lleva el ser a su máxima expresión en todos los sentidos. Sin lugar a dudas es un camino espiritual que conduce a la autenticidad. Además, es enfática en que medicina tradicional y tantra se complementan.

Para mayor información o para conocer más de los programas de la Fundación Dhakini, las personas interesadas pueden ingresar a www.dhakini.org o entrar a sus redes sociales como (@dhakinitantra).