“PERDERSE” (una visita a La Vorágine) es una obra que invita al público a explorar las profundidades de la selva y su historia, en conmemoración de los 100 años de este clásico de la literatura, como parte de “La Vorágine Expandida”, la iniciativa con la que el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes celebra el aniversario de la novela de José Eustasio Rivera.
Esta producción inaugura la programación 2025 del Teatro Petra, con funciones de miércoles a sábado del 15 al 18 de enero y del 29 de enero al 8 de febrero. Durante la semana del 22 de enero, el grupo representará a Colombia en el prestigioso Festival Internacional Santiago a Mil con la obra Historia de una Oveja.
“Perderse” (una visita a La Vorágine) es una coproducción del Teatro Petra y el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella, que se enmarcó en las actividades conmemorativas del centenario de la novela, la cual trasciende la narrativa convencional, sumergiendo al espectador en una profunda reflexión sobre la ambición, la explotación y la lucha por la supervivencia en un entorno hostil. Con un dispositivo escénico innovador, una experiencia sonora envolvente y las magistrales interpretaciones de Marcela Valencia, Julián Román, Lucho Velasco, Liliana Escobar, Alejandra Chamorro y Juan Diego Marín.
El proceso creativo se centró en explorar los distintos enfoques interpretativos de La Vorágine. El equipo artístico, encabezado por el director y dramaturgo Fabio Rubiano, se embarcó en una investigación que los llevó a cuestionar cuál es la verdadera esencia de la novela y qué representa para el público contemporáneo.
El debate
A lo largo de la puesta en escena, dos personajes académicos discuten sus posturas acerca de la naturaleza de la obra literaria original. Debaten sobre si La Vorágine debe ser comprendida como una pieza histórica, un manifiesto político, una obra de poesía pura, una denuncia social o un testimonio documental.
Paralelamente, sigue la travesía de Arturo Cova y su amada Alicia por la selva, acompañados de personajes como Zorayda, Griselda y Barrera, quienes encarnan las complejas relaciones de poder y supervivencia en ese entorno hostil. No obstante, la fuerza argumental de la obra se concentra en Clemente Silva, un indio cauchero cuya búsqueda desesperada de su hijo le da un sentido profundo y contemporáneo al relato. “Nos parece que es algo que conecta mucho a La Vorágine con el presente: alguien que está buscando a su hijo para enterrarlo. Eso es algo que está buscando una gran parte del país”, comenta Rubiano.
Además, de esta temática, “Perderse” (una visita a La vorágine) también habla de la violencia, de la explotación cauchera, de las condiciones laborales y del exterminio indígena. Para Rubiano, una de las cosas tristes de La Vorágine es que 100 años después, algunos de estos problemas siguen vigentes.
En 2024, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes celebra los 100 años de la novela de José Eustasio Rivera. Con la producción de una serie de obras de artes escénicas se busca proyectar, desde distintas miradas y aproximaciones, el universo de este clásico de la literatura y la conexión del Amazonas y su historia con el mundo actual, con las historias y la creación artística.