Embarazo después de los 35 años, ¿es posible? | El Nuevo Siglo
Hace algunas décadas las prioridades para las mujeres cambiaron, hoy en día, la maternidad, en muchos casos va quedando rezagada. Pero se debe tener en cuenta el reloj biológico.
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Martes, 29 de Junio de 2021
Redacción Cultura

La fertilidad es la capacidad para concebir. Años atrás era común que las mujeres quisieran conformar un hogar con una familia numerosa, por lo que a muy temprana edad optaban por ser madres; pero desde hace algunas décadas las prioridades para las mujeres cambiaron, hoy en día, en la lista se encuentra una gran variedad de proyectos que incluyen estudio, trabajo, posicionamiento socioeconómico y, la maternidad, en muchos casos va quedando rezagada.

Cada vez es más frecuente que las mujeres no piensen en concebir hasta después de los 35 e incluso un poco más. Sin embargo, y como lo destaca el ginecoobstetra Rafael Alberto Camacho Mafla, especialista de la Unidad de Medicina Reproductiva de nuestra Clínica Imbanaco Grupo Quirónsalud, la fertilidad especialmente femenina empieza a verse comprometida después de los 35 años.

“Esto sucede porque las mujeres nacen con una cantidad determinada de óvulos que van gastando a lo largo de la vida, por lo que a esta edad, esa cantidad no solo ha disminuido notablemente sino que además han estado sometidos a un proceso de envejecimiento, pues son los mismos óvulos con los que nacieron. Lo anterior nos muestra que después de los 35, las mujeres no solo son menos fértiles, sino que la posibilidad de tener bebés con problemas cromosómicos aumenta”.



Ante esta situación una mujer que desee ser madre debiera considerar varios aspectos, primero, tal como lo recomendó hace algunos años la Sociedad Americana de Reproducción, no postergar su maternidad más allá de los 35 y esto implica tener antes de esa edad todos los hijos que tenga planeados, si por aspectos personales, sociales, culturales desea esperar, lo más conveniente es preservar su fertilidad, esto es conservar óvulos o embriones para buscar un embarazo cuando así lo desee sin que se vea afectada por su reloj biológico, pues los óvulos se comportan con la edad del tiempo en que fueron conservados.

Cuando se habla de conservación de fertilidad, se realiza un procedimiento para extraer óvulos, entre ellos como lo anota el doctor Camacho, “se obtienen unos maduros, unos inmaduros, otros posmaduros, los que tienen mejor posibilidad de alcanzar el embarazo son los maduros (en el laboratorio se les denomina Metafase II), entre más óvulos de este tipo se puedan conservar, mayores serán las posibilidades”.

Cuando se han conservado óvulos o embriones y la paciente o la pareja definitivamente no desean concebir, existen dos posibilidades, donarlos a una pareja con problemas de fertilidad o ceder los óvulos para realizar estudios (en Colombia no está permitido hacer investigación con embriones).

Entre los riesgos a los que se expone una mujer que desea alcanzar un embarazo después de los 35 años están, como lo mencionamos, además de los riesgos de compromiso de la fertilidad y de cromosomopatías, las mujeres mayores tienen más riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, hipertensión, entre otras, esto hace que los embarazos sean de alto riesgo, aunque influye de forma positiva haber tenido buenos hábitos de vida para alcanzar embarazos aún a los 50 años de edad.

A pesar de los riesgos, el 90% de estos embarazos llegan a feliz término, sin embargo, todo dependerá de la edad de la mujer, si se trata de ella misma, con sus óvulos, su mejor posibilidad será antes de los 35 con un 50% de probabilidades y por cada dos años disminuye un 10%. Si se trata de óvulos donados por una mujer joven, la posibilidad de alcanzar un embarazo es entre el 50 y 60 por ciento.

Consejos para la reproducción después de los 35

  • Si ya alcanzó los 35, preserve su fertilidad
  • Hacer una consulta preconcepcional para evaluar su reserva ovárica
  • Evitar todo lo que pueda aumentar el riesgo en el embarazo como el cigarrillo o el licor
  • Tratar de llegar al embarazo con un índice de masa corporal normal y no con sobrepeso u obesidad.