Una copa de vino rosado, tinto o blanco se convierte en la protagonista en una cena, una tarde calurosa, una boda o una noche después del trabajo. Elegir un vino no siempre es una labor sencilla, en un supermercado o tiendas especializada las etiquetas se forman una tras otra, de todos los precios y a veces con las que parecen ser muy buenas ofertas, pero ¿qué tanto lo son en verdad?
EL NUEVO SIGLO consultó a dos expertos en el tema, en el marco de Expovinos, que se realizó del 2 al 5 de agosto en Corferias, para hablar de esos errores que por desconocimiento se cometen a la hora de comprar una botella de esta bebida.
- Oferta, pero ¿a qué costo?
El sommelier José Rafael Arango explica que uno de los errores más comunes al comprar el vino es que se cree que el más caro es el mejor y el más barato es el peor. “Hay vinos de término medio de buen precio, que son excelentes, mientras que hay otros muy costosos y son regulares. El precio no determina la calidad del producto. Lo más importante es que se tengan los conocimientos para poder tomar una buena decisión.
Suele pasar, además, que muchas veces hay vinos con ofertas, incluso al tres por uno; sin embargo, se trata de lugares donde hay muy baja rotación y la botella no se encuentra en las mejores condiciones.
- Tipología de uvas
Es necesario revisar el tipo de uvas de la botella: su lugar de origen, la variedad, si es de barrica o de tanque. “El consumidor puede aprender que hay uvas que producen vinos más estructurados, eso va a depender del tiempo de maduración, la piel de la fruta, por ejemplo, hay uvas que tienen la piel más gruesa y otras más delgada. Cuando la piel está muy gruesa, tiene mucho tanino (la astringencia en el paladar). Es decir, hay vinos que no tienen estancia en barrica, sino en tanque, no son para guardar por mucho tiempo, por ejemplo: un vino blanco puede vivir tres o cuatro años, expone la especialista.
- Tipo de vino vs. Ocasión
Es importante preguntarse para qué ocasión se va a tomar el vino. De acuerdo con el experto, se debe saber dónde se va a usar, si es en una finca, una piscina, en un asado con la familia. “Hay un vino para cada ocasión”.
En términos generales, se sugieren estas recomendaciones para elegir un vino según algunos platillos:
Uvas blancas sin estancia en barrica: armonizan con pescados y mariscos frescos, que no están guisados con una preparación
Vinos rosados: son muy armonizables, los secos van bien con comida mexicana como cochinita pibil, tacos al pastor, chiles en nogada.
Vino tinto: carnes rojas con grasa o blancas como pescados y mariscos al grill, o bien, platillos que lleva un asado, van muy bien con un vino con una uva Cabernet Sauvignon, estructurada, con buen tanino, estancia en barrica, “eso te permite un abanico de posibilidades para armonizar”.
- Le puede interesar: Premios BogotaEats: alto reconocimiento a la gastronomía
Para José Rafael Arango, en las comidas a la hora de marinar es importante tener en cuenta tres factores: la cantidad de grasa que se tenga en el plato, el método de cocción y tipo de salsa.
“Combinas esos tres elementos para darle fuerza al plato y a partir de allí se podría buscar el vino. He visto que al colombiano le gustan mucho los vinos afrutados, ligeros, frescos como el lambrusco, por ejemplo, que es con burbujas, semidulce y muy ligerito en alcohol”.
El experto refirió que en el país se debe afianzar más la cultura del consumo consciente del vino: “La gente cree que es un trago y no es así, se debe hacer una buena ecuación costo/beneficio y luego dejarse asesorar por un consejero gastronómico”.
Anna Vicens (España), quien es presidenta de la Asociación Catalana de Sommeliers, siendo la primera mujer que ha ocupado este cargo y quien participó en Expovinos este fin de semana, coincide con José Rafael Arango al afirmar que para escoger un buen vino se tiene que saber qué se está comprando.
“Para comprar un buen vino debemos tener algo de información sobre la bodega, los viñedos, cómo fue elaborado, entre otras cosas. Generalmente se busca un vino equilibrado, aromático en nariz, que tenga un buen paso por boca y que tenga un final muy equilibrado. El buen vino es el que más nos guste, no es el más recomendado, ni que haya ganado premios, sino es aquel que hemos probado y nos satisface”, le dijo a este medio Vicens.
- Comprar y guardar
Anna Vicens añadió que otro de los errores que se cometen a la hora de adquirir una botella de esta bebida es comprarlo y sin probarlo se guarda para una ocasión especial: “También suele pasar que nos ganamos la botella en un premio, pero sin probarlo se guarda para esa gran ocasión y resulta que después ese vino no te satisface tanto, pues los gustos son tan personales yel vino forma parte de nuestra comida, de nuestra cultura gastronómica. Es bueno ir probando vinos para conocer el perfil que más te satisface”.
Para la presidenta de la Asociación Catalana de Sommeliers, la tipología del vino cambia un poco por la localidad donde nacen las uvas, porque tiene que ver con el clima y el suelo.
Una copa global
Ahora bien, este jugo fermentado de uva es patrimonio de la humanidad, con una historia que se remonta a 8.000 años a.C., como lo demuestra el descubrimiento de vasijas de barro con ácido tartárico en la actual Georgia. Esta bebida se ha convertido en la alternativa más elegante, sofisticada y recomendable en el exigente mundo de la gastronomía. Como el propio Alejandro Dumas decía: “La comida es la parte material de la alimentación, pero el vino es la parte espiritual de nuestro alimento”.
Colombia tiene un consumo de 0,9 litros de vino por persona por año. Para la primera edición de Expovinos, en 2006, el consumo per cápita en Colombia apenas llegaba a 0,3 litros; en la versión del 2018 se llegó a la cifra de 0,75 litros al año y para 2023 se alcanza a los 0,9 litros por persona, con un crecimiento del 300 % desde la primera Expovinos.