La ciudad francesa de Estrasburgo (noreste) dio este viernes el pistoletazo de salida a su 444ª edición del mercado de Navidad, a cuyas casetas y decenas de kilómetros de guirlandas está previsto que acudan de nuevo dos millones de visitantes.

Miles de curiosos, bien abrigados, recorren desde este primer día las avenidas de los once mercados instalados en la operación "Estrasburgo, Capital de la Navidad", que incluye también cientos de actividades culturales hasta el 31 de diciembre y hasta un abeto de 30 metros de altura.

Las autoridades municipales, que prevén la llegada de dos millones de visitantes, prometieron garantizar de nuevo este año la autenticidad de los productos propuestos en las 300 casetas autorizadas, cuyos propietarios tuvieron que comprometerse previamente a firmar un pliego de condiciones.

Los beneficios económicos del mercado de Navidad en la economía local se estiman en unos 250 millones de euros, según el Observatorio Regional del Turismo de Alsacia, frente a un coste de unos 2,5 millones de euros para el ayuntamiento.

Entre los primeros visitantes de la actual edición, con Bélgica como país invitado, figura James Morris, un estudiante estadounidense de ingeniería de 20 años, quien degustó por primera vez junto a cuatro amigos más el primer vino caliente de su vida. "Está bueno, es interesante", aseguró.

Martina, de 45 años y procedente de la vecina región alemana de Renania-Palatinado, explica estar atraída por este mercado, donde "no solamente hay alimentación, sino también artesanía". La primera edición remonta a 1570.