Por Sandra M. Ríos, creadora de www.CineVistaBlog.com
Hay parejas que se conectan desde sus oficios singulares. Basta solo con recordar a los ya desaparecidos Ed y Lorraine Warren, los demonólogos que han inspirado un grueso de las películas de horror estadounidenses como "Annabelle", "El conjuro" o "La monja". La de “Fire of Love” presenta a Katia y Maurice Krafft, dos vulcanólogos que se conocieron y murieron juntos gracias a su amor por estas aberturas geológicas. Esta película recoge lo que fue el trabajo arduo de estos pioneros franceses en el terreno de la investigación en este campo y construye a su alrededor una historia con los códigos del género del romance, bajo la dirección de la documentalista Sara Dosa y la cálida narración de la directora, escritora, cantante y actriz Miranda July.
“Fire of Love” en sus inicios muestra una imagen icónica en el mundo; la lava tragándose una carretera ante la mirada casi excitante de los Krafft, quienes tuvieron la oportunidad única de visitar los volcanes más activos del mundo, conociéndolos de primera mano, explorando e intentando resolver sus misterios. Desde pequeños sintieron pasión por los volcanes. Maurice visitó el primero a los siete años de edad y Katia lo hizo en su adolescencia. El destino los supo unir en la universidad y aunque existen varias versiones del cómo se conocieron y terminaron enamorados, el documental intenta recoger las teorías en torno a su unión. Esta es una historia también de dos “outsiders”, dos personas que abiertamente expresaron su desazón por los absurdos y las injusticias de la sociedad, encontrando refugio en esas expediciones a lugares imposibles, aislados de la gente, del ruido y entregados al ejercicio de la observación, una actividad regularmente solitaria, pero que ellos realizaron en conjunto, emprendiendo su primer viaje a Islandia con una pequeña subvención y un modesto carro donado.
Son más de 25 años los que muestra la película, haciendo un recorrido por varios de los volcanes que visitaron y los hallazgos que fueron encontrando. Así entonces, el documental va mezclando la interacción personal de esta adorable pareja y su conexión con los volcanes, ofreciendo enseñanzas sobre las claras diferencias entre los volcanes rojos, tan llamativos y fotogénicos, que llamaron “los amistosos”, y los grises, que nombraron “los asesinos”, las verdaderas amenazas para el humano, y a los que se dedicaron exclusivamente en un punto de su carrera. Así como pasó con los ya mencionados investigadores paranormales, la película refleja la gran empatía que, a pesar de su trabajo peculiar y científico, generaron los Krafft; películas, libros, shows y entrevistas periódicas, eran la forma como ambos podían evadir la vida cotidiana en París, recaudar fondos y así pasar largas temporadas en el mundo que fueron construyendo. “Lejos de los humanos, al lado de los volcanes, voy a terminar amando a los humanos”, decía Maurice.
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El capítulo colombiano
Entre esos volcanes visitados, la película reserva un espacio importante para el Nevado del Ruiz, uno de los eventos naturales más aterradores por su poder destructor y un caso de estudio único por la negligencia gubernamental y desconocimiento de parámetros de evacuación dado que, como muestran los registros, más de un mes antes, los geocientíficos advirtieron a las autoridades de la probabilidad de erupción, determinada en un 100%, poniendo en grave peligro a la población de Armero y sitios aledaños. El 13 de noviembre de 1985 ocurrió la tragedia, dándoles la razón, y la historia debió dar cuenta del infame número de vidas perdidas y desaparecidos (estimada entre los 23 y los 25 mil habitantes), y marcó un antes y un después para el trabajo de estos vulcanólogos.
La directora Dosa ha hecho un notable trabajo con el material de archivo, la música y la animación, para darle el tono romántico a la historia, en medio, literal, del fuego ardiente. Su muerte juntos, acontecida en el 1991 en el Monte Unzen, da un cierre épico e inolvidable a este ameno documental, que también demuestra que la conquista por el espacio que se libra en nuestro planeta, no es la única batalla capaz de ser apasionante. Está en Disney Plus.