
Las mujeres embarazadas con una mayor exposición al tabaco tienen un riesgo significativamente mayor de desprendimiento prematuro de placenta, según indica un nuevo estudio de investigadores del Hospital Universitario de Tohoku (Japón), publicado en la revista 'BMJ Open'.
El desprendimiento prematuro de placenta es una enfermedad potencialmente mortal tanto para la madre como para el bebé. Dadas sus consecuencias, los investigadores consideran que un mayor conocimiento de los factores de riesgo por parte de las futuras madres podría marcar la diferencia.
Utilizando datos de aproximadamente 82.000 mujeres embarazadas de todo Japón, calcularon la fracción atribuible a la población (PAF) de los riesgos relacionados con el tabaquismo. Los resultados revelaron que fumar durante el embarazo es responsable del 2,8 por ciento de los casos de desprendimiento de placenta.
Además, los autores del estudio llegaron a la conclusión de que entre las embarazadas no fumadoras, la exposición al humo ajeno contribuyó al 3 por ciento de los casos de desprendimiento de placenta.
"Aunque la madre no fume en absoluto, es posible que su pareja fume en casa pensando que no supondrá un problema. Esperamos que nuestro estudio sirva para concienciar de que cualquier exposición al humo es perjudicial para las embarazadas", ha afirmado el profesor asociado del Hospital Universitario de Tohoku Hirotaka Hamada.
En este punto, los investigadores indican que el humo de tabaco ajeno comprende dos tipos de humo procedentes de la combustión del tabaco: el humo principal y el humo secundario. El humo secundario contiene concentraciones más elevadas de nicotina y agentes cancerígenos que el humo principal, aseguran.
Los autores destacan que este estudio demuestra la importancia de la prevención del tabaquismo pasivo junto con la deshabituación tabáquica durante el embarazo para salvaguardar la salud materna y fetal.
Según los investigadores, los resultados ponen de relieve la necesidad de reforzar las políticas públicas y las campañas educativas para reducir la exposición al humo en espacios públicos y hogares.