La realidad virtual lleva más de una década "a la vuelta de la esquina". Todo el mundo, desde las nuevas empresas independientes hasta Apple, ha hecho grandes promesas sobre cómo el futuro de la informática pasará por atarnos pantallas a los ojos. Sin embargo, la realidad virtual, que inició su camino en los videojuegos y en algunos trabajos muy especializados, ahora ya está en las tareas cotidianas de cada ser humano.

Son duda, la realidad virtual (RV) puede ser una forma genial de experimentar ciertos juegos, visitar museos, tener experiencias artísticas e incluso tecnología sexual.

Y es que esta tecnología está cambiando la forma en la que se percibe el entorno, ya sea laboral o personal.

Los cambios pueden suponer un desafío. La realidad virtual también tiene el potencial de cambiar la forma en que se trabaja, se enseña y se aprende. Por ejemplo, los entrenamientos virtuales en la industria de la aviación y la medicina pueden permitir a los trabajadores experimentar situaciones de alta presión en un entorno seguro y controlado, lo que mejora su capacidad para lidiar con situaciones similares en la vida real.

Es un paso más allá si se han pasado horas y horas con Google Maps o Google Street View descubriendo lugares a los que se quiere ir. Utilizar este tipo de tecnología en el turismo permite visitar cualquier lugar del mundo como si estuviésemos allí. Son muchos edificios emblemáticos, monumentos y museos los que ya cuentan con un tour virtual para poder disfrutar de las distintas obras con información explicada en formato audio, por ejemplo.

Hay aplicaciones para teléfonos móviles específicas para mostrar hoteles, ciudades completas… E incluso hay empresas dedicadas exclusivamente a “virtualizar” hoteles, cruceros y ciudades para darlos a conocer a potenciales clientes y visitantes.

¿Cuáles son los que hay en el mercado?

Recientemente, Meta, la casa matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram, anunció la inclusión de voces de celebridades de Hollywood como Judi Dench, Awkwafina y John Cena en su "chatbot" o asistente de inteligencia artificial (IA) para las gafas de realidad virtual.

La firma también presentó avances de sus gafas de realidad aumentada Orion, que parecen convencionales, pero pueden mostrar mensajes de texto y aplicaciones holográficas, y realizar videollamadas en el campo de visión del usuario.

¿RV con o sin cable?

A la hora de adquirir uno de estos aparatos, se debe saber: ¿Quiere unas gafas de RV anclada o inalámbrica? La RV conectada ofrece más detalles gráficos, porque tiene conexión a una PC. La desventaja es esa misma: los cables son incómodos de manejar, sobre todo cuando no se ven, y es probable que se tropiece con ellos en algún momento.

Para la mayoría de la gente, la RV sin cables es una opción mucho mejor. Es más cómoda, no tiene que preocuparse por enredarse con los cables y es totalmente portátil. Puede llevar este tipo de cascos de RV a cualquier habitación de la casa sin tener que cargar con una PC o una laptop.

La elección de lujo

Si busca una experiencia de RV de primer nivel, los Quest Pro, de Meta, son uno de los más apropiados, ya que son mucho más cómodos de llevar, las correas para la cabeza son más fáciles de manejar, las pantallas internas son más vívidas y de mayor resolución, y el propio casco cuenta con seguimiento facial. Esto significa que sus avatares en el juego tendrán expresiones faciales que coincidirán con las suyas con una precisión sorprendente. También cuenta con un modo de paso a todo color, ideal para entrar y salir de la realidad virtual o sacar el máximo partido de aplicaciones de realidad mixta como las configuraciones de escritorio virtual.

Realidad aumentada

Meta ha desvelado las Orion, sus primeras gafas de realidad aumentada. De momento, se trata todavía de una prueba de concepto, pero la compañía afirma que revolucionarán la forma en que se interactúa con el mundo digital.

Este dispositivo, que ha sido largamente anticipado, no solo ofrecerá funciones avanzadas de realidad aumentada, sino que tiene como objetivo redefinir la forma en que los usuarios interactúan con la tecnología en su vida diaria.

¿Qué diferencia a las gafas Orion? En comparación con otros dispositivos del mercado, Orion es completamente autónomo y no requiere de otros dispositivos, como smartphones, para funcionar. Las gafas están equipadas con un campo de visión más amplio y una óptica avanzada, lo que permite a los usuarios ver gráficos y objetos digitales superpuestos en el mundo real de manera más natural y fluida.

¿Por qué crear unas gafas de realidad aumentada así?

Según Meta, hay tres razones principales por las que las gafas de realidad aumentada son clave para "desbloquear el próximo gran salto en la informática orientada al ser humano".

Permiten experiencias digitales que no están limitadas por los límites de la pantalla de un teléfono inteligente.

Integran una IA contextual que puede detectar y comprender el mundo que lo rodea para anticipar y abordar de forma proactiva sus necesidades.

Son livianas, lo que ayuda a usarlas tanto en interiores como en exteriores, y permiten que las personas vean la cara, los ojos y las expresiones de los demás.

Criterios de compra

La utilización que les vaya a dar a los lentes de realidad virtual es otro de los criterios que tiene que considerar a la hora a comprar. No va a necesitar los mismos lentes para jugar videojuegos, que para hacer un recorrido virtual por un museo. Lo mismo ocurre con la frecuencia de uso.

Sistema de audio

El sistema de audio que integran las gafas de realidad virtual es un aspecto que no se puede olvidar. Sobre todo, si se van a utilizar para videojuegos o para ver películas y series. En estos casos, que cuenten con audio incorporado es fundamental y mucho mejor aún, si ofrecen audio en 3D.

Batería

Para los equipos que la requieran, la batería es un aspecto considerable a tomar en cuenta, y aún más si piensa hacer un uso prolongado de ellos. Nada resulta más frustrante que, cuando está jugando, tenga que terminar la sesión porque se quedó sin batería.

Comodidad

Algunos lentes vienen con correas elásticas que presionan con fuerza contra la cara. Lo que buscan con ello es lograr mayor sensación de inmersión. Pero, por el contrario, en ocasiones lo que consiguen es que no deje de pensar en lo incómodo que está.