La sal es uno de los minerales esenciales para la vida en el mundo. Forma parte del ecosistema natural, está presente en el mar, la tierra y se encuentra en los organismos de los seres humanos vivos; en la actualidad, gracias a sus virtudes como antiséptico natural, se ha convertido en la protagonista de una terapia que gana adeptos en todos los países del mundo y que llega a Bogotá: la haloterapia.

Cuartodesal es el primer centro de haloterapia en la Capital que ha diseñado salas que recrean el mejor ambiente de una cueva de sal en la ciudad, utilizando elementos naturales como sal rosada del Himalaya, de mina y la tecnología más avanzada en terapias de aerosoles de sal seca. Todo para la higiene preventiva, respiratoria, dermatológica y en general para brindar tanto una mejor calidad de vida como bienestar a los asistentes.

Ofrece una experiencia de salud, bienestar y que responde a las necesidades de terapias complementarias asociadas a salud emocional, física y mental. “En Cuartodesal nos enfocamos en la búsqueda del bienestar de las personas a través de una terapia complementaria que utiliza la sal en su forma más pura como su principal componente, aprovechando sus propiedades antiséptica, antibacteriana y antiinflamatoria”, afirmó la doctora Donajy Bracho Romero, asesora médica de la compañía.

Diversos estudios indican que esta terapia ofrece varios beneficios y es muy conveniente para el tratamiento de la bronquitis, gripe común, neumonía, rinitis, sinusitis, entre otras. De acuerdo con la Asociación de Terapia de Sal Estadounidense, la haloterapia también tiene una acción positiva en contra de las enfermedades de la piel.

Dermatólogos indican que la haloterapia tiene propiedades antiinflamatorias, antibióticas y relajantes. Algunos expertos indican que la terapia de sal genera el incremento de la circulación a nivel de la dermis, lo que estimula el aumento del colágeno.

El centro ofrece un microambiente salino, especialmente diseñado y construido con los más altos estándares globales de calidad. En cada sesión, el paciente disfrutará de un ambiente saturado de pequeñas partículas de sal ionizadas que respirará normalmente. Mientras inhala y exhala, estará mejorando su salud, aumentando drásticamente la energía, mejorando el estado de alerta mental, reduciendo el estrés y potenciando una sensación general de bienestar

En las salas, lo que se respira es sal farmacéutica con 99,5% de pureza importada de Dinamarca. La sal de las paredes y del piso, proviene de la mina de Zipaquirá y los ladrillos son de sal del Himalaya, importados de Paquistán.

Cada sesión tiene una duración de 45 minutos, tiempo apropiado para que el usuario se relaje, escuche música y realice respiraciones profundas inhalando estas micropartículas de sal que tanto benefician la salud.