Hoja de ruta para motivar a sus hijos a estudiar en la virtualidad | El Nuevo Siglo
Para el desarrollo de los niños, es importante ir incrementado el sentido de autonomía, pero los adultos deben establecer límites seguros.
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Martes, 30 de Marzo de 2021
Redacción Cultura

Muchos padres ya están cansados y prácticamente agotados, tras un año de pandemia.  “No quiere hacer la tarea”, “no se conecta a la clase” y el muy famoso “apagó el micrófono y/o la cámara”, ya son parte del lenguaje de todos los días. 

Sabiendo que posiblemente aún faltan algunos meses de clases virtuales o por lo menos híbridas Maple Bear, la red de modelo educativo canadiense, analizó las mejores prácticas de sus más de 500 escuelas en el mundo y a partir de esto brinda dos recomendaciones que han tenido éxito para las familias:

Descubra el porqué del desinterés                                                 

Preguntando se llega a Roma, dice el dicho. Cuestione al pequeño/a sobre cómo se siente con relación a las clases y por qué no está haciendo los deberes. Saber cómo se sienten es muy importante. Tal vez ya domina esa habilidad, y la tarea entonces le parece repetitiva, fácil y/o aburrida. De ser así, platique con el profesor y pídale que le den tareas más desafiantes y enriquecedoras.

Por el contrario, tal vez el menor encuentra la tarea demasiado difícil, lo cual es un problema bastante común debido a la falta de colaboración directa entre profesores y alumnos. Si ese es el caso, pida hablar con la maestra y solicite alguna sesión adicional de asesoría. No es necesario que sea larga. A veces unos pocos minutos de enseñanza individual hacen maravillas.

También puede ser que, simplemente, ya esté cansado del entorno virtual. Pregúntele por qué cree que está estudiando en este modelo virtual y refuerce la necesidad de protección y de utilizar adecuadamente el tiempo y los recursos digitales. Para esto no hay más solución que brindarle mucho apoyo durante las clases virtuales. De ser posible, uno de los papás debe escuchar la lección y estar listo para ayudar al pequeño a hacer las tareas. Sin embargo, es importante que la escuela esté al tanto de la situación para brindar apoyo también. 

Evite luchas de poder

¿Por qué? ¡porque todos saldrán perdiendo! No es momento de pelear, sino de compartir sentimientos y reforzar los vínculos de amor. He aquí algunas estrategias que pueden utilizar los papás para evitar confrontaciones:

•  Ayúdeles a entender la importancia de la educación: hable con tranquilidad y de acuerdo con su nivel de desarrollo, acerca de “por qué tenemos que hacer esto”, sin amenazas.

•  Una estrategia eficiente es aplicar el sistema “primero hacemos esto y luego esto otro”: “primero completas tus tareas (bien) y luego puedes … (algo que el niño quiera hacer)”. O bien, “primero, trabaja tú por 15 minutos, luego tomas un descanso para brincar/comer algo/ver pantallas durante cinco minutos; luego otros 15 minutos de trabajo con mi ayuda”.  Recuerde que cuanto más joven es el niño, menor es el tiempo en que puede concentrarse en una sola tarea. Es muy importante respetar eso al planificar actividades del día.

•  Sugiera programar una sesión de trabajo virtual conjunto con algún compañero. La colaboración no es hacer trampa, es aprender acompañado.

•  Anticipe las transiciones a los periodos de trabajo escolar con tiempo. Muéstrele en la agenda del día o con el reloj y utilice lenguaje positivo. Por ejemplo: “en cinco minutos es hora de hacer la tarea, después podemos salir a dar un paseo/ir en bici/etc.” Use una agenda física con palomitas que le permita al niño visualizar la rutina diaria, los tiempos y actividades. Puede ser tan sencillo como una cartulina pegada en la pared.

•  Dele un tiempo de espera. Si el niño no coopera, algo pasa con él/ella; no importa que tan ilógico o impulsivamente esté actuando, valide lo que está pensando, haciendo y sintiendo. Usar preguntas equivalentes a “¿por qué estás siendo tan terca?” no resultará efectivo, ya que no te dará una respuesta lógica. Al contrario, reconoce sus sentimientos y empatiza con ellos. “No quieres hacer tu tarea ahora. Ya veo”. Luego espere e intente entender las razones. Nuevamente, puede preguntarle cómo se siente con relación a la clase o tarea; si cree que es bueno para él o ella y, también, qué sugiere para hacer sus deberes más fácilmente o de mejor manera. Manténgase firme en sus límites pero con calma.  No utilice amenazas, ni castigos. En lugar de eso, sea comprensivo y utilice ejemplos. “Todos necesitamos una buena educación. Empecemos a hacer tu tarea juntos. ¿Qué crees que puedes hacer primero?”

•  Dele opciones.  Esta es una gran táctica; claro, las opciones le deben funcionar. “Ya casi es hora de hacer la tarea.  ¿Quieres sentarte en la mesa del comedor o en tu mesa?” O también “¿Quieres hacerla sola o quieres trabajar con algún amigo?” 

Muy importante, eso no implica un soborno tipo “si haces esto, te doy un helado”.  El soborno con recompensa enseña la lección equivocada. Esto se trata de darle un poco de control y permitirle tomar ciertas decisiones acordes a su nivel de desarrollo. También es importante no hacer las cosas a la fuerza; agarrar al niño del brazo y llevarlo al escritorio tampoco está enseñando la lección correcta. 

Para el desarrollo de los niños, es importante ir incrementado el sentido de autonomía, pero los adultos deben establecer límites seguros.