Jota Mario, un optimista sin remedio | El Nuevo Siglo
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Jueves, 6 de Junio de 2019
Redacción Web
Periodista, escritor, conferencista y presentador que marcó la televisión nacional, en la que laboró por cuatro décadas

 

DURANTE casi 17 años los colombianos despertaron y rápidamente se habituaron, tal como el café matutino, con una cara que tras darles los “Muy Buenos Días” se enganchaban con un amplio menú de temas, que iban de los consejos y el entretenimiento hasta la actualidad nacional.

Era el rostro sonriente de un fortachón, medio calvo, marcado acento paisa pero sobre todo un hombre que tenía como misión y visión acercar a los televidentes a los temas de la cotidianidad y alegrar, como pudiera, el amanecer de quienes seguían “Muy Buenos Días”, programa del Canal RCN que, sin duda, marcó un diferencial en los magazines en la pantalla chica desde el 2002.

Era Jorge Mario Valencia, más conocido como Jota Mario o simplemente ‘Jota’, quien desde su grado como comunicador social y periodista en la Universidad de la Sabana se fijó como campo de acción el mundo de la televisión. Ese del que “desapareció” hace tres años para dar paso a nuevos proyectos, específicamente en las redes sociales, lo que sin duda quedaron inconclusos por su inesperada muerte, ayer, en Cartagena.

Con la “hoja de ruta” profesional avizorada, desde finales de los años 70’s Jota Mario se enrutó en la televisión debutando en el programa “Valores Humanos” de la programadora Promec, en la que también fue presentador de noticias.

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Por su profesionalismo pero sobre todo por su estilo –dicharachero, espontáneo y jocoso- al poco tiempo fue conductor de “Buenos Días Colombia”, programa de Jorge Barón Televisión, que presentó junto a Amparo Peláez y Carlos Antonio Vélez.

Desde ese momento comenzó a ser la segunda más familiar para los televidentes, porque sin duda el que estaba en el primer lugar de recordación y en el corazón de los colombianos era Fernando González Pacheco, el que se autodefinía como el “feo” de la TV nacional.

Su trayectoria continuó en Caracol Televisión donde en una década de labor realizó, entre otros, programas como Adán y Eva, Telesemana, Domingos Gigantes, Dominguísimo, Super Domingo y Cazadores de la Fortuna. Después fungió como el sucesor de Alfonso Lizarazo en la conducción de Sábados Felices y en el magazín Día a Día. Así, a finales de los años 90’s se posicionó como el segundo  presentador y conductor de programas más popular y querido por los colombianos, detrás de Pacheco.

Por algunas polémicas que generó tanto en sus magazines televisivos como en un programa radial se vio forzado a dejar, en 2001, el país y radicarse con su familia en Estados Unidos. Sin embargo, el ‘asilo’ duró solo un año y regresa al país donde se vincula al Canal RCN, donde gesta, dirige y conduce el programa “Muy Buenos días”, que se convierte rápidamente en un éxito y mantiene la señal hasta 2018 cuando se renueva la parrilla de dicha programadora.

En un set sencillo y acompañado de varias presentadoras, entre quienes estuvieron Carolina Cruz, Laura Acuña, Jessica Cediel, Milena López y Yaneth Waldman, definió un estilo, un contenido y una comunicación tanto directa (vía llamada telefónica) como indirectamente (cartas) que dieron una gran retroalimentación al programa, alcanzando el éxito en poco tiempo y el que mantuvo por casi 17 años.

De todo un poco

Pero su éxito en televisión no fue impedimento para que realizara muchas actividades profesionales más, ya que su personalidad, hiperactiva, así se lo exigía.

De esta forma fue profesor universitario, columnista en varios periódicos nacionales, redactor en diversas publicaciones, creador y director de programas televisivos y autor de varios libros, entre ellos, de autocontrol, superación y espirituales. Algunos de sus títulos son: Volver a vivir, El ángel del amor, Correo angelical, llena eres de Gracia, Insúltame si puedes, Los grandes juegan heridos, Enciclopedia de los datos inútiles y El paradigma de la hamburguesa.

A la par, fue uno delos fundadores de la Agencia Nacional de Noticias, Colprensa y realizó exitosa gestión como asesor empresarial, labor b ajo la cual dictó varias conferencias sobre innovación, procesos creativos, trabajo en equipo, comunicación en público y la excelencia humana y profesional.

Sus logros profesionales, específicamente en la televisión, le fueron reconocidos con varios Premios Simón Bolívar, TV y Novelas, Talentos, India Catalina, Mérito a la Esperanza, Asociación Colombiana de Locutores, Honoris Causa Premios Hétores y Gran Caballero de la Orden de la Democracia Simón Bolívar, en el grado de Comendador, otorgada en 2004 por el Congreso de la República.

Tras retirarse de la pantalla chica, en uso de buen retiro como se dice en el argot militar, Jota Mario Valencia había incursionado en el mundo digital y seguía con opiniones y procesos creativos a través de las redes sociales. Sus casi cinco décadas de trabajo incesante en la televisión le permitieron en los últimos años una labor más sosegada desde su computador y en compañía de su familia.

En ese ambiente acogedor, en Cartagena donde pasaba uso días de descanso, el pasado sábado lo sorprendió un inesperado malestar: un fuerte dolor de cabeza con mareo y falta de sensación en un brazo. Su segunda esposa, Yineth Puentes, lo trasladó al hospital de Bocagrande, donde ingresó consciente y, de seguro, confiado en que su dolencia no era grave y en poco tiempo volvería a sus lides como escritor y periodista. Sin embargo, tras los respectivos chequeos el parte médico no fue alentador, por lo que los galenos decidieron inducirle un coma. Finalmente, la isquemia cerebral que tan inesperadamente lo sorprendió le apagó sus 64 años de vida.

Y, al igual que Pacheco, quién falleció en 2014 cuando rondaba los 82 años de edad, Jota Mario deja huella indeleble en la televisión nacional y los colombianos lo recordarán como un optimista sin remedio.