La Compañía de Danza del Teatro Mayor estrena su obra Incluso la noche misma está aquí, un espectáculo que cuenta con la coreografía y dirección de Sarah Storer y tendrá una puesta en escena que responde a cuestionamientos como: ¿cómo habitamos el espacio?, ¿cuál es nuestra relación con él? y ¿qué pasa con el encierro, con el movimiento que quiere explotar y ser más grande que sus límites espaciales?
Luego de su estreno doble en diciembre del año pasado, la Compañía de Danza del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo regresa a la sala principal del escenario con esta nueva pieza, que se estrenó presencialmente en el escenario bogotano la semana pasada, pero que se podrá revivir en las tablas digitales a partir del 3 de junio.
En esta producción, la Compañía indaga en cómo el espacio afecta las relaciones humanas, no solamente con los otros sino con nosotros mismos, y en cómo la proximidad con los otros afecta nuestra mente y cuerpo.
La obra está protagonizada por Bryan Corredor, Milena Salazar, Frey González, Juan David Cárdenas, Santiago Mariño, Santiago Rojas, Verónica Arteaga y Sofía Negret.
La Compañía nació en el 2019 después de cuatro años de desarrollo del programa Alma en Movimiento, un proyecto destinado a la profesionalización de jóvenes bailarines en el país. Desde el 2018, la agrupación trabaja bajo la dirección artística de la coreógrafa británica Sarah Storer.
En el 2019 realizaron una gira nacional con su obra El Sueño de Lilith, en Medellín, Bucaramanga, Cali y Barranquilla. Su repertorio incluye también las obras 300 millas y Lilith: el despertar, dirigidas por Sarah Storer; Retorno, dirigida por el coreógrafo colombiano Yovanny Martínez (Cortocinesis), y la pieza de videodanza Ímpeto, en colaboración con Monarca Producciones y Nicolás García Ruiz.
Las creaciones de la Compañía de Danza del Teatro Mayor además han recorrido diferentes escenarios virtuales de países como Perú, México y España y, próximamente, Estados Unidos.
Incluso la noche misma está aquí contiene varias secuencias con imágenes y luces estroboscópicas que pueden afectar a quienes son susceptibles de sufrir epilepsia fotosensible u otras fotosensibilidades.