“La persistencia del deseo” de Nadín Ospina llega a España | El Nuevo Siglo
LA OBRA combina elementos de la naturaleza y la cultura humana utilizando la representación de animales salvajes como zorros, lobos, jirafas, rinocerontes, elefantes y tapires. /Foto: Nadín Ospina
Domingo, 2 de Junio de 2024
Redacción Cultura

EL CENTRO de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja de Murcia (España) abrió la nueva exposición de Nadín Ospina, titulada “La persistencia del deseo”, que incluye más de 20 obras e instalaciones del artista colombiano.

Desde el pasado viernes y hasta el 5 de octubre se podrá visitar esta muestra que ha sido comisariada por Nacho Ruiz y Carolina Parra. El artista ha aprovechado la ocasión para donar al Ayuntamiento de Murcia una pieza escultórica, titulada “La Fuente de los Sueños”.

Además, el Ayuntamiento de Murcia ha programado dos visitas guiadas con el artista, Nadín Ospina, gratuitas y accesibles para todo aquel que quiera. Una de ellas fue el pasado y la otra será el 4 de junio, a las 20.00. El aforo es limitado a 35 plazas y los interesados deberán reservar plaza en el correo area.artesplasticas@ayto-murcia.es.

Enfoque crítico

Nadín Ospina es uno de los tantos artistas colombianos que han dejado el nombre del país muy en alto en la esfera internacional. Caracterizado por elaborar figuras basadas en el arte precolombino, ha expuesto desde 1981 en Colombia, EE. UU., Alemania, Australia, Brasil, Venezuela, Cuba, México, España, Holanda, Noruega y Dinamarca.

Es conocido por su enfoque crítico centrado en el análisis de la cultura y las problemáticas sociales. Regresa a la Región de Murcia tras su paso por la exposición de La Mar de Músicas de 2017, siendo esta la primera vez que expone en la capital.

Nacido en Bogotá en 1960, Ospina ha desarrollado una carrera artística que abarca una amplia variedad de medios y técnicas, desde la escultura y la pintura hasta las instalaciones y el uso de la tecnología incorporando elementos digitales, inteligencia artificial y técnicas de impresión 3D. Esto le ha permitido explorar nuevas fronteras en términos de representación visual y significado simbólico.

Una de las características más distintivas de la obra de Nadín Ospina es su capacidad para mezclar elementos diversos con un sentido ecléctico, irónico y cuestionador. Su obra a menudo se caracteriza por la exploración de la cultura popular, la iconografía, y la relación entre la tradición y la modernidad, el mundo natural y la tecnología. Sus piezas desafían las nociones preconcebidas de la cultura y la historia, creando un diálogo entre lo local y lo global.

En Colombia

A mediados de los años noventa, Nadín Ospina realizó una serie de esculturas que denominó “El gran sueño americano”. Tras ser exhibidas públicamente, la crítica calificó al artista como un “irónico político”, puesto que, a través de la obra, dotada de un lenguaje formal precolombino, Ospina generaba una serie de reflexiones sobre la representación, la identidad, la colonización y la transculturalidad.

Ospina es un pintor y escultor conocido por su personal adaptación de la cultura y la estética pop a elementos y símbolos extraídos del arte precolombino y de la prehistoria. Entre sus personajes más repetidos están Mickey Mouse y Bart Simpson.

El año pasado inauguró una exposición en la Universidad de Barranquilla, una enorme escultura en la plazoleta del edificio de ingenierías a la que denominó “Atlante”.

“Toda mi vida me ha gustado crear, soy escultor desde siempre y una de las características fundamentales en el proceso es el deseo de producir piezas para espacios públicos y en ese sentido, a través de las diversas técnicas que se pueden presentar en un escultor, la fundición en bronce es una técnica tradicional establecida y que da unas características de perdurabilidad, de garantía y sostenibilidad para espacios públicos”, le dijo el artista a EL NUEVO SIGLO.

El artista colombiano que convirtió en pop lo precolombino. Es un maestro del arte contemporáneo nacido en Bogotá, famoso en el mundo por mezclar lo propio de la cultura popular con la cultura precolombina, esa que parece tan lejana y casi siempre rechazada. Cabe destacar que fue ganador del XXXIV Salón Nacional de Artistas de Colombia 1992 y obtuvo el primer premio del Salón del Fuego Fundación Gilberto Alzate Avendaño en el 2004, entre otros.