Llega un ‘fin del mundo’ a la colombiana | El Nuevo Siglo
Lunes, 25 de Noviembre de 2013

Marcela Madrid Vergara

Especial para EL NUEVO SIGLO

 

Todos los años llegan a la cartelera un sinnúmero de películas alusivas al fin del mundo. Cuando terminaba el 2012 se vivió un particular auge de este fenómeno por cuenta de la profecía maya.

Mientras las salas de cine se llenaban de espectadores gracias a grandes producciones de Hollywood, el cineasta colombiano Mauricio Cuervo se cuestionaba sobre el fin de todos los tiempos, ese mito que nunca deja de causar especulaciones.

El resultado de esa reflexión es la ópera prima de Cuervo: Crónica del fin del mundo, una historia que se aleja de catástrofes, aliens y meteoritos para mostrar cómo llega este momento para un colombiano que no paga sus cuentas o ha perdido a un ser querido.  “Nos preguntamos qué es eso del fin del mundo, en qué consiste, cómo se ve reflejado en la vida cotidiana. La idea es responder a eso y mostrar cómo sería el fin del mundo desde Colombia, porque siempre es apocalíptico y gigantesco”, aseguró el director a El Nuevo Siglo.

Esta es la historia de una familia colombiana que escucha rumores sobre la llegada del fin del mundo, mientras afrontan el fin de sus mundos interiores. Pablo (Víctor Hugo Morant) es un hombre de 70 años que hace 20 perdió a su esposa en una bomba y desde entonces lleva una vida de encierro. Su manera de enfrentar la víspera del supuesto apocalipsis es llamando a todas las personas que de una u otra forma le atormentaron la existencia.

A diferencia de Pablo, la creencia personal de Morant se acerca más a lo que plantea la película: “El mundo nunca se va a acabar, no lo concibo. El fin del mundo es el fin del mundo de cada quien, puede ser el fin de un amor, de un negocio, de una casa”.

Felipe (Jimmy Vásquez), su hijo, es padre de un recién nacido e intenta sobrevivir a la vida con temor, desesperanza y  sin empleo. Claudia, la esposa de Felipe, vive con angustia por el futuro de su hijo, bien sea que el mundo se acabe o no.

A partir de estos personajes, Crónica del fin del mundo cuenta una historia costumbrista y personal desde una perspectiva 100% colombiana: “Si el mundo se fuera a acabar, desde Colombia no hay mucho que podamos hacer. Si viniera un gran meteorito no podríamos mandar una nave a destruirlo, ni construir arcas para escondernos de un ataque (La película) parte de qué haríamos desde nuestra intimidad y nuestra casa”, asegura Cuervo.

Así como la historia, la realización de esta película también se aleja de las versiones hollywoodenses, con un presupuesto de producción de tan solo $11 millones. Esta cifra, sumada a mucho apoyo de amigos y una alta dosis de perseverancia fue lo que logró hacer realidad este proyecto. La productora y el actor Jimmy Vásquez prestaron su casa para el rodaje, que no duró más de una semana.

Para Víctor Hugo Morant, quien ha interpretado legendarios personajes como Ramón en Dejémonos de Vainas, era la primera vez que trabajaba con tan pocos recursos, y para él es una muestra de que “se pueden hacer cosas buenas con bajo presupuesto”.

A pesar de ser una historia hecha ‘con las uñas’, Morant sintió desde el inicio que era una propuesta seria  con un equipo comprometido: “Tiene humor negro, poesía, drama, una amalgama de cosas interesantes que yo no logré entender hasta que vi el producto final. Lo que me cautivó fue el interés y el entusiasmo con que querían sacar adelante el producto”.