Los Globos de Oro llegan a su edición 80, no exentos de mucha polémica
Por Sandra Milena Ríos, creadora de www.CineVistaBlog.com
James Cameron, Steven Spielberg y Tom Cruise son tres colosos de la industria del cine hollywoodense. Los tres han defendido lo inmejorable que resulta ver una película en pantalla grande y han hecho, además, todo lo posible para justificarlo con producciones que ofrecen grandes experiencias. En medio de la pandemia, los cinéfilos recordarán esa declaratoria emotiva que Spielberg envió a la revista Empire, donde confiaba que tras la crisis sanitaria, las salas de cine retomarían poco a poco el lugar que merecen entre los espectadores y recordaba cuán mágico es sentarse a ver una historia con una cantidad de gente extraña y conectarse con ella, gracias a las emociones que va transmitiendo cada historia. Lo llamaba una “experiencia comunitaria”.
En mayo, Tom Cruise fue homenajeado en el Festival de Cannes y concedió una charla donde insistió que hacía películas pensadas directamente para su llegada a salas de cine y no para las plataformas. Coincidía con Spielberg en que “ir al cine es compartir una experiencia, sea cual sea nuestra cultura o idioma”. Cameron, por supuesto, no se ha quedado atrás y ha instado al público más joven a ver la secuela de su taquillera película “Avatar” en los teatros, explicando que la bajada en asistencia se ha debido a que “parte del declive está en la escasez de títulos de alto perfil que pueden hacer que la gente quiera ir. Pero ‘Avatar: El camino del agua’ es el epítome de este fenómeno. Es el tipo de película que tienes que ver en una sala de cine”.
El año pasado las entradas a nivel global descendieron un 50 %, según el reporte de la Motion Picture Association, por lo que las esperanzas en 2022 se han centrado en este tipo de cineastas y productores que en el pasado han demostrado que pueden hacer llenar teatros durante meses y con una sola de sus películas. Los Globos de Oro, con las nominadas en la categoría de Mejor Película Drama, parecieran estar dando un espaldarazo a estos personajes, por su aporte incuestionable a la recuperación de la taquilla. Claro, esta también será una batalla entre las “majors”, porque detrás de estas producciones están los grandes estudios. “Avatar 2” es de Disney; “Top Gun: Maverick”, que no dirige Tom Cruise, pero es su productor y protagonista insignia, es de Paramount; y “The Fabelmans” de Universal. El cuadro de esta categoría lo completan dos títulos más: “Elvis”, que pertenece a Warner Bros. Pictures, y “Tár” de Focus Features (una división de Universal Pictures). Estas dos vienen siendo la representación del cine un poco más independiente, pero igual de grandes estudios.
Dirán algunos que con los años oscuros que se han vivido en los Globos de Oro debido a las acusaciones de fraude, corrupción y muy baja participación entre sus miembros de mujeres y comunidades minoritarias, haciéndose los de la vista ciega por años, eso sí, el termómetro que había servido como antesala de los Óscar está más que descompuesto, pero sus 80 ediciones, a cumplirse el próximo 10 de enero con la ceremonia de premiación, tampoco pueden desestimarse por completo. Basta no más con revisar la tendencia que fueron en las redes sociales tras anunciar sus candidatas. Este año, con cambios significativos entre los votantes, el cine hecho por mujeres ha sido relegado de las nominaciones. Un dato que no lo aleja de la polémica y que no deja de ser curioso, pues en los últimos cuatro años la movida del cine femenino ha crecido en representación y reconocimientos.
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La secuela de Tom Cruise viene apareciendo en varias predicciones de las revistas y los críticos más reconocidos a nivel mundial y no única y exclusivamente en las categorías técnicas, como suele pasar con las superproducciones, sino que la apuntan en la de mejor película. El entusiasmo que despertó la secuela estrenada 36 años después de la historia original, se ve sustentado al convertirse en la película de más recaudación este año a nivel global (con casi 1.500 millones de dólares) y de ser la favorita del National Board Of Review, una de las organizaciones más tradicionales estadounidenses, fundada en 1909. En Colombia, por ejemplo, desde el pasado 8 diciembre ha vuelto a la cartelera. Esta organización designó, además, a Spielberg como el mejor director de 2022 por su película semibiográfica “The Fabelmans”, que no tuvo la taquilla esperada en EE.UU., pero no le ha restado importancia a la producción, ni al hecho de que el director sea uno de los más queridos de la industria y que, como Woody Allen, sus estrenos son un llamado fijo a acudir a las salas, por lo menos para un nicho fiel.
Trece años se ha esperado para ver la nueva entrega del universo azul de Cameron. Las proyecciones de recaudo, a pesar de los cambios en los hábitos de consumo tras pandemia, siguen siendo altas, pronosticando resultados ligeramente por debajo de la original en su fin de semana de llegada a cartelera, y lo cierto es que las primeras reacciones no la bajan de “obra maestra visual”. Tal parece que este año hay dos caminos para los premios: reivindicar las historias netas más allá de los estudios, sus altos presupuestos y marketing, o seguir enviando a las plataformas el mensaje de resistencia de la vitrina de exhibición por excelencia: la sala de cine. Veremos qué pasa.