Medea urbe, entre pasión y traición | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Mayo de 2013

Con una puesta en escena audiovisual, Javier Londoño se vuelve a introducir en los anales del teatro con la obra Medea de Eurípides. El grupo de teatro independiente volverá a sorprender a los bogotanos con una historia llena de amor, ambición y traición.

Medea cuenta la historia de una madre extranjera, poseedora de un conocimiento superior a las demás  personas, quien ha sido traicionada por su esposo Jasón, un héroe en decadencia que ha prometido matrimonio a una joven de la ciudad, buscando así una mejor posición social.

Esto desata la venganza de su primera esposa, quien envenena a la joven Glauce y a su padre Creonte, llegando a terminar con la vida de sus propios hijos. Medea destruye así el hogar formado por los dos, viéndose abocada a huir de la ciudad. Ni Jasón ni Medea son capaces de refrenar sus impulsos, ni mucho menos de hacer a un lado sus ambiciones personales. Ahora están solos frente a la destrucción que los rodea y que ambos forjaron. Este montaje, que contiene una narración audiovisual unida al profundo trabajo actoral, es abordado a través de estructuras físicas personales y abundante material de improvisación en pro de la imagen escénica, recoge una de las historias más significativas del teatro clásico: Medea, el personaje insigne de lo recóndito del comportamiento humano.

Ni la ambición ni las oscuras pasiones de los seres humanos pueden verse contenerse completamente, ni mucho menos se pueden prever los límites hasta donde estas fuerzas son capaces de llegar. El ser humano está solo frente a sus impulsos irracionales y hay dos caminos posibles: Destruir su mundo o hacer de él algo mejor. Tales cuestionamientos y problemas no escapan tampoco a nuestro contexto y por eso se crea este montaje, en esta época y en esta ciudad. 

Con esta puesta en escena, el grupo de teatro independiente completa dos montajes, pues hace un par de meses llevaba a las tablas Un tal Franz Woyzeck  y ahora presenta la creación de Eurípides, quien fue uno de los dramaturgos trágicos por excelencia, el que más profundizó en las pasiones humanas, en sus comportamientos y posiciones psicológicas. Sus textos tomaron la tragedia clásica convirtiéndola en una nueva forma de drama. Los estudios sobre la racionalidad lo llevaron justamente a estudiar a profundidad todo aquello que no es tan racional y que sin embargo, domina ampliamente al ser humano. Preocupado por el desempeño de este en el mundo, no dudó en indagar en sus tragedias los azarosos recorridos de la mente humana. Medea es su obra sobre el horror humano, sobre aquello desconocido y que está ligado como una sombra, inherente e infranqueable a nuestros propios sentimientos.