Cuando el historiador Eduardo Lemaitre Román supo que se había abierto un programa de Historia en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena, liderado por el investigador y exembajador Alfonso Múnera Cavadía, quien recién llegaba de Estados Unidos de hacer un doctorado en Historia, se entusiasmó y vio la oportunidad de donar todos sus libros sobre Cartagena y de literatura.
Lemaitre Román sabía que se necesitaba una biblioteca capaz de ampliar los conocimientos sobre Cartagena y, precisamente, él había escrito la historia de “La Heroica” en cuatro tomos. Además, porque contaba con una vasta trayectoria en el tema, puesto que como historiador y como presidente de la Academia Colombiana de Historia conocía el pasado y los pormenores de su ciudad. Tenía la firme convicción de que en la mencionada universidad sus libros iban a ser consultados por los estudiantes del programa que se acababa de abrir en ese momento.
Corría el año de 1991 cuando llamó a su amigo Alfonso Múnera y le manifestó su intención de donar su colección, aquella que contenía la historia política de Colombia, de Cartagena y libros de poesía. Sin embargo, Lemaitre tenía una sola condición: que estos textos permanecieran en la Casa Museo Rafael Núñez.
“Rafael Núñez fue una figura política muy influyente y Eduardo lo admiraba mucho. Quiso que la biblioteca permaneciera en la Casa Núñez porque sabía que allí era más fácil cuidarla”, manifestó la historiadora María Teresa Ripoll, nuera del historiador, escritor, periodista y político Eduardo Lemaitre.
La entrega formal
El contrato administrativo de donación, fechado el 20 de diciembre de 1991, resalta que Eduardo Lemaitre entrega al rector de la Universidad de Cartagena, Carlos Villalba Bustillos, sus textos conforme a las disposiciones del Decreto N.º 748.
En el documento se expresa que la biblioteca estará bajo los cuidados de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena y funcionará en los espacios de la Casa Museo El Cabrero, que luego pasó a ser la Casa Núñez porque allí vivió el ilustre presidente de Colombia.
En esta colección es posible encontrar, además, textos acerca de la vida y obra del Libertador Simón Bolívar y del constitucionalista y presidente Rafael Núñez, así como románticas poesías del siglo XIX.
De acuerdo con Raquel Miranda, directora de la biblioteca de la Universidad de Cartagena, los libros entraron en custodia de esta casa de estudios en un convenio entre el donante, que en este caso es Eduardo Lemaitre, y la Facultad de Ciencias Humanas, que se ha encargado de la preservación de los libros y su mantenimiento físico.
“La colección hoy en día es muy consultada por los estudiantes de la Universidad de Cartagena. Los tomos de historia de Cartagena escritos por mi suegro son referencia bibliográfica para los jóvenes, historiadores y profesores. Lemaitre también escribió dos libros sobre Rafael Núñez, poesía, historia de Colombia y muchos que aún permanecen en la biblioteca”, detalló María Teresa Ripoll, al tiempo que recuerda que Eduardo Lemaitre fue un hombre muy visionario, influyente y preocupado por la historia. “Él sabía que había que conocer nuestro pasado para entender el presente y mirar hacia el futuro”, acotó.
Sonia Villa, directora actual de esta casa ubicada en el tradicional barrio El Cabrero de “La Heroica”, precisó que se está trabajando en unión con la Universidad de Cartagena para que todos los días asista una persona a la biblioteca a recibir estudiantes, a ser guía de la casa y apoyar la preservación del lugar.
“El señor Eduardo Lemaitre Román donó más 1.500 libros de su biblioteca personal especializada, cuyas áreas de conocimiento se circunscriben a la Historia General, Historia de Colombia e Historia de Cartagena, entre ellos los cuatro tomos de la Historia de Cartagena de Indias escrita por el señor Lemaitre Román, política colombiana y poesía”, detalló.
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Danit Torres, investigadora de la biblioteca de la Universidad de Cartagena, también manifestó que en el año 2012, estando como rector el doctor Germán Sierra Anaya, se llevó a cabo la sistematización de la información de los recursos bibliográficos mediante la creación de un catálogo digital y en línea, para la consulta de los estudiantes en la Casa Museo Rafael Núñez. A la fecha la Universidad de Cartagena continúa velando por la organización, conservación y preservación de las colecciones de la Biblioteca, teniendo para ello un funcionario encargado de realizar las labores bibliotecarias.
En la restauración de la Casa Núñez permanecen más de dos mil libros, entre los cuales aún están en sus estantes las obras de Eduardo Lemaitre. Se pueden mencionar títulos como “Cartagena en el siglo XVII” (1949), “Rafael Reyes” (1952), “Antecedentes y consecuencias del once de noviembre de 1811: testimonios relacionados con la gloriosa gesta de la independencia absoluta de Cartagena de Indias” (1961), “Panamá y su separación de Colombia” (1971), “Cartagena colonial” (1973), “La bolsa o la vida, cuatro agresiones imperialistas contra Colombia” (1974), “Cartagena de Indias” (1976), “Epistolario de Rafael Núñez con Miguel Antonio Caro” (1977), “Núñez y su leyenda negra” (1977), “Breve historia de Cartagena 1501-1901” (1979) y “Bolívar, de Cartagena a Santa Marta” (1980).
Asimismo, están “Historia del Canal del Dique: sus peripecias y vicisitudes” (1982), “Autógrafos de varias personas de gran distinción y elevado carácter oficial” (1983), “El general Juan José Nieto y su época” (1983), “Historia general de Cartagena” (1983), “Contra viento y marea. La lucha de Rafael Núñez por el poder” (1990), entre otros.
La reparación de la Casa Núñez está a cargo del Ministerio de Cultura, a través de Alberto Escobar, director de Patrimonio. “Los costos llegan a 1.500 millones de pesos. Las labores llevan un año; estaba presupuestado que iba a durar menos. El trabajo está a cargo de la Escuela Taller de Cartagena de Indias, son jóvenes que estudian y las prácticas las realizan en diferentes lugares culturales que son patrimonio de la ciudad”, explicó Villa.
Es así como el legado del historiador cartagenero sigue vivo en su ciudad. Por eso, María Teresa Ripoll reiteró: “Creo que una de las cosas a resaltar de Eduardo Lemaitre era su capacidad de conversar, de relatar, por eso sus libros se consultan mucho, porque relataba la historia de una forma fácil de comprender, fascinante. Él sabía que en la Casa Núñez sus letras podían ser leídas con mayor frecuencia”.
Acta de donación de la colección.
Crédito: Cortesía Universidad de Cartagena