LOS RESULTADOS del indicador de seguimiento de la economía de noviembre pasado, hizo que los mercados y los expertos comenzaran a corregir sus previsiones sobre cómo pudo terminar la economía en el 2024 y lo que se viene para este año.

Para los investigadores del Bancolombia, los pronósticos de crecimiento del PIB para el cuarto trimestre que antes lo tenía en 2%, se convertiría en que el PIB de Colombia se expandiría 1,7% durante el año completo, menor al 1,9% que se tenía al comienzo de diciembre pasado.

Sin duda las cifras muestran una desaceleración significativa en noviembre frente al crecimiento del 2,9% registrado en octubre, marcando el ritmo más bajo desde junio de 2024, cuando el indicador cayó a -1,26%.

Este comportamiento refleja un freno en el dinamismo económico del país, impulsado principalmente por caídas en sectores clave como la industria y el agro.

Retroceso

Sin duda, la desaceleración es evidente al compararlo con el desempeño de meses anteriores. Este resultado se da en un contexto en el que la economía colombiana ya había mostrado señales de debilidad en otros momentos del año, como en marzo (-1,68%) y junio (-1,26%).

Este retroceso evidencia la pérdida de impulso del sector agropecuario, que había mostrado un mejor desempeño en meses previos.

Hasta noviembre del 2024 los sectores que están en terreno negativo eran información y comunicaciones con una caída de 1,4%, mientras industrias manufactureras y construcción reportan una caída de 1,3%.

Por su parte, el crecimiento acumulado en los primeros 11 meses 2024 del ISE fue de 1,7% en comparación con el mismo periodo de 2023.

De acuerdo con José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos ANIF, “para que el agregado del año alcance el pronóstico de 1,8%, se requeriría un crecimiento intermensual de 1,5% en diciembre, que, aunque exigente es plausible”.

Señala que “desde ANIF estimamos que el crecimiento de la economía durante el año 2024 habría sido de 1,8% anual. Si bien la economía mantuvo su dinámica de crecimiento durante noviembre, esta fue débil, principalmente por cuenta del decrecimiento de sectores importantes como industria, construcción y agricultura, lo que resalta. En ANIF hemos manifestado nuestra preocupación por la heterogeneidad del crecimiento entre sectores, esto resalta la necesidad de políticas de reactivación enfocadas en estos sectores claves para tener un crecimiento sostenible”.

El comercio

Para Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, el crecimiento de Colombia, de 0,4% es “bastante inferior a las expectativas del mercado y que, además, muestra una desaceleración respecto a los datos previamente publicados”.

Piraján apunta que entre las dinámicas más destacadas, se observa que las actividades que antes impulsaban expansiones más fuertes ahora se están debilitando; “en particular, las agrícolas, así como las artísticas y públicas, han dejado de presentar expansiones robustas y, por el contrario, registran comportamientos negativos”.

La economista destaca dentro de los aspectos positivos, el comercio presenta crecimientos destacados tras más de un año de moderación originada por la caída del consumo de los hogares, el entorno de tasas altas y la elevada inflación. “En los últimos dos meses, se ha evidenciado una recuperación en este frente, especialmente en el consumo de bienes durables y vehículos; en noviembre, esta dinámica pudo asociarse a la feria del automóvil”, dijo.

En lo corrido del año, la economía colombiana acumula un crecimiento de 1,8%. Se proyecta que esta senda de expansión se mantenga durante 2024, lo que implicaría que Colombia experimente un repunte en comparación con el crecimiento de 2023.

Las tasas

Ante este panorama, la experta añade que se debe considerar que el Banco Central podría mantener estables las tasas de interés, en la medida en que la recuperación económica le permita actuar con tolerancia y atención frente a las fluctuaciones de la inflación, especialmente tras el ajuste del salario mínimo. “Asimismo, proyectamos estabilidad en las tasas para enero y, hacia finales de año, un descenso de las tasas de interés del Banco Central hasta 7,75%”.

Sin embargo, en la última encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo, señala que en enero, el pronóstico de crecimiento para 2024 se ubicó en un rango entre 1,8% y 1,9%, con 1,8% como respuesta mediana (permaneciendo estable frente a la expectativa de diciembre).

Del mismo modo, la mediana para 2025 se situó en 2,6% (permaneciendo estable frente a la expectativa de diciembre), ubicándose en un rango entre 2,5% y 2,8%. Las expectativas de crecimiento del cuarto trimestre de 2024 se ubicaron en un rango entre 2,0% y 2,5%, con 2,4% como respuesta mediana, aumentando frente al 2,2% de la edición de diciembre.

Reactivación

Este mismo resultado de noviembre, elevó la preocupación de los gremios. El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, dijo a los medios que “reiteramos nuestra inquietud alrededor del comportamiento de las actividades secundarias que incluyen los sectores de industria y construcción y donde durante los últimos dos años el ISE ha reportado tasas negativas durante la mayoría de los meses”.

Y es que, si se analiza a detalle el comportamiento de la tasa de crecimiento del ISE en el año corrido, se evidencia que las actividades secundarias muestran un decrecimiento de -1,3%, causado, en parte por la caída en las ventas de vivienda y la baja demanda de productos industriales.

En cuanto a otras actividades, Mac Master añadió que, por el lado de las primarias, que comprenden agropecuario y minería, se ve una reducción de 1,3% para el mes de noviembre. “Esta cifra negativa rompe la tendencia favorable que venía presentando este indicador”.

Por ello, invitó a que se revise a detalle el comportamiento del indicador de las actividades primarias. “Es así como de los 11 meses analizados durante el año, ocho de ellos mostraban un crecimiento positivo, que incluso alcanzó tasas de 6,8% en febrero y 7,8% en julio. En consecuencia, este punto de inflexión en noviembre exige un estrecho monitoreo del indicador de las actividades primarias para definir si se trata de un deterioro transitorio o un cambio de tendencia”.

El líder gremial hizo un llamado para que se busquen estrategias para impulsar la economía. “El ISE nos señala que la reactivación no se ha consolidado y es urgente la adopción de una estrategia que recupere la confianza y certidumbre de los inversionistas y genere las condiciones para lograr crecimientos altos y sostenidos”, explicó.

Impacto de productos chinos

Andrés Langebaek, director de estudios económicos de Davivienda, sostiene que “las actividades secundarias incluyen dos principales, que son la industria y la construcción. En el caso particular de la construcción, pues estamos en un ciclo muy complejo. Las ventas de vivienda cayeron mucho en el año 2023. Las iniciaciones de nuevos proyectos han venido bajando en forma considerable. Y en ese orden de ideas se espera para el año 2024 y 2025 un crecimiento negativo de la construcción de edificaciones para Colombia”.

El experto señaló que, en el caso de la industria, se evidencia una baja demanda de productos industriales, en parte, por la competencia importada. “Los industriales colombianos identifican que los productos chinos vienen ganando participación en el mercado y, por lo tanto, quitando cuota de participación a la producción nacional”, indicó.