Piezas que nacen del mar | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Martes, 23 de Julio de 2019
Catalina Jaramillo Uribe*

LA FUERZA del océano, la diversidad de flora y fauna marina y la atmósfera que se respira a la orilla de la playa fueron los elementos de inspiración de Beatriz Camacho, para diseñar una colección que nace del mar y tiene un innegable espíritu hawaiano.

La palabra ‘aloha’ significa hola o adiós en Hawái y también se relaciona con amor y afecto. Precisamente, para Colombiamoda 2019, Beatriz Camacho se acoge de esta expresión como inicitaiva para dar a conocer su compromiso en el cuidado del medio ambiente, a través de una ‘moda consciente’ y sostenible. De esta manera, Beatriz hace una reflexión “frente al consumo inconsciente, ese que no se alinea con la realidad del planeta en este momento, con sus carencias y necesidades incentivadas por la industria del ‘fast fashion’”, expresó la diseñadora.

En ese orden de ideas, en la pasarela de Beatriz Camacho desfilaron piezas únicas destinadas a perdurar en el armario, gracias a sus materiales orgánicos, como algodones, linos y sedas, y procesos de fabricaciones artesanales, delicadas y conscientes. En relación a esto, Camacho dijo a EL NUEVO SIGLO: “En lo posible intento usar fibras y textiles naturales que no sean dañinos con el planeta, para trabajar realmente por la Tierra y que no se quede solo en palabras”. Frente a lo cual agregó: “Estoy más que comprometida con la moda sostenible”.

De esta manera, en el desfile pudimos apreciar estampados ‘tie-dye’, los cuales recreaban el reflejo del mar en las piezas, y se apoderaron de las faldas y algunos pantalones protagonistas de la muestra e inspirados en la silueta clásica de los años 50 en Pearl Harbor, uno de los puertos naturales de la Isla.

Aunque también sutilmente aparecieron diseños con volúmenes y looks con aire retro, a través del empleo de “sedas corrugadas, manipuladas para dar la sensación del paso del tiempo en las comunidades que viven a la orilla del mar, cuando sus prendas toman un carácter nostálgico y gastado”, manifestó Camacho.

Cortesía

Por su parte, las tonalidades de azul, verde, achiote y amarillo limón sobresalieron en “una colección fresca para una mujer joven, sin edad, que no sigue los cánones de la pronta moda, y que conoce el valor de una prenda perdurable”, expresó.

 

Silueta femenina

En cuanto a su trabajo artístico, Beatriz contó que a lo largo de su vida como diseñadora: “La silueta femenina ha sido una inspiración constante para vestirla, por decirlo de algún modo, arquitectónicamente. Mis construcciones sobre el cuerpo de la mujer las hago concienzudamente, pensando en un elemento a destacar, y con un contraste de texturas que haga inolvidable a cada pieza”.

Si bien para ella, aquello que hace verdaderamente única y memorable a una prenda es quien la luce, pues para Beatriz, “la mujer es quien pone la magia. El encanto lo llevamos por dentro y se lo prestamos a la moda. Y así nace el estilo”. Un estilo que en su caso siempre ha estado caracterizado por pliegues, flecos, estampados simétricos y texturizados, elementos clave de esta colección.

*CEO and Founder de CJ Luxury Consulting.