En los últimos años, el mercado del arte en Colombia ha experimentado un crecimiento significativo y eso se evidencia en la expansión de espacios para la exhibición de las piezas artísticas. En la actualidad hay un ecosistema que incluye galerías, coleccionistas, curadores, instituciones, espacios culturales y Artbo, una de las ferias de arte más importantes de América Latina. Particularmente, el país cuenta con dos casas de subastas que desempeñan un papel crucial en el desarrollo del mercado secundario o de reventa de obras de arte.
Bogotá Auctions, fundada en el 2014, alcanzó más de 3.500 millones de pesos en ventas de obras de arte en el 2022, cuenta con una tasa de venta promedio del 85 %, y, sin precedentes, una obra de Olga de Amaral, estimada entre 190 y 290 millones de pesos se vendió en el 2021 por 900 millones de pesos. Por su parte, Lefebre Subastas, establecida en el 2016, estima que el 70 % de las obras son vendidas y en ese mismo año logró ventas por más de 2.100 millones de pesos. Cifras nada despreciables que podrían ser indicativas de la consolidación de una tradición coleccionista en Colombia y la sólida demanda de obras de arte, especialmente de artistas colombianos.
“El mercado del arte colombiano está robusto”, dice Eduardo Serrano, uno de los críticos de arte más influyentes del país y quien ha desempeñado un papel fundamental en la vida cultural colombiana desde 1970. Sus contribuciones como analista y difusor de los valores de la plástica constituyen uno de los capítulos más enriquecedores del ensayo crítico y la historia del arte en Colombia.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el mercado del arte colombiano actualmente?
EDUARDO SERRANO: Ha crecido enormemente en los últimos años, está en su mejor momento. Después de la pandemia y con el "boom" de la tecnología e internet este rubro pudo salir al exterior, ser más visible, porque antes era muy difícil. En la actualidad los artistas colombianos hacen sus ventas en línea y se conectan con museos y galerías del país y del exterior; por lo tanto, se ha visto un gran avance porque está demostrado que el mercado colombiano se expandió internacionalmente, lo que antes no sucedía: antes era un mercado completamente local y ahora vemos un mercado internacional. Y eso también gracias a las ferias, las exposiciones, los festivales y todo eso que ha desarrollado el coleccionismo.
ENS: En ese sentido, ¿usted cree que Colombia es un terreno para comprar y vender arte?
ES: Comprar y vender, hasta hace poco tiempo era viable en el país, tanto para los artistas nuevos como para los ya conocidos, pero una vez llegaron internet y las nuevas plataformas, se volvió un mercado muy importante y apetecible aquí y en el exterior. Hay mucha gente que compra cuadros, obras, piezas, porque ya conocen y valoran el arte colombiano. Vemos que las galerías y los museos están floreciendo. Además, la feria Artbo ha impulsado significativamente el mercado y estamos muy activos. Colombia se ha dado a conocer por estas obras de arte. Las plataformas digitales dispararon el interés por el arte colombiano.
ENS: ¿Qué tipo de arte se consume más en el país, ya sea nacional o de afuera?
ES: Definitivamente el arte moderno y contemporáneo y en toda clase de piezas. También hemos visto un consumo grande de piezas clásicas, aquellas que evocan la historia, obras de arte de los siglos XVII, XVIII y XIX, todas esas joyas que nos transportan al pasado y nos hablan del modo de vivir de esas épocas están muy bien comercializadas en el país.
ENS: ¿Cree usted que el colombiano sabe de arte?
ES: Sí, hemos aprendido sobre el mercado del arte y por eso este rubro goza de buena salud en este momento. Hay mucha asistencia en las galerías y también hay buenos artistas que exponen muy buenas piezas de arte representativas de Colombia, además porque últimamente ha habido muchas ferias en el país que le dan un buen impulso al arte nacional; los museos ya están reactivados, presentan buenas exhibiciones y ahora las hacen interactivas también. Por ejemplo, hay museos como los de Ibagué, Bucaramanga o Pereira, que han demostrado que el arte no solo se concentra en Bogotá, hay otros espacios en el país que también están teniendo un resultado favorable.
ENS: ¿Quiénes son los que más compran arte y por qué?
ES: Actualmente tenemos muchos jóvenes que le están apostando al arte. Aunque las propuestas en el mercado están muy limitadas desde el punto de vista de los precios, vemos que en Colombia hay una buena parte de las nuevas generaciones que adquieren obras de valor histórico, personas que ya conocen de artistas, cuadros, técnicas, es como si fuera un nuevo estilo saber sobre arte, pintura y escultura. Ahora el colombiano conoce de arte, lo cuestiona, lo compara y lo adquiere como muestra de su buen interés por este rubro. Pero indudablemente los empresarios y aquellos que tienen un estatus económico alto adquieren las obras de más alto valor, tanto económico como histórico.
ENS: ¿Cuáles son los artistas emergentes que están saliendo al mercado y se están proyectando?
ES: Hay mucho talento nacional. Por nombrar algunos, están Alejandro Sánchez, Sair García, José Horacio Martínez y otros que se me escapan en este momento de la memoria, pero en definitiva hay una cantidad de artistas que están emergiendo y se están proyectando muy bien dentro y fuera del país.
ENS: ¿Y las subastas qué papel juegan en este mercado?
ES: Son una figura muy importante, porque son las que conservan la historia del arte colombiano y los nombres de los artistas, porque eso es significativo, consagrar a nuestros artistas para que a lo largo del tiempo sean valorados. Lastimosamente en Colombia se hacen pocas subastas y solo en Bogotá: están Bogotá Auctions y Lefebre.
Trayectoria
-Eduardo Serrano nació en 1939 en Zapatoca, Santander, pero creció en Barranquilla. Desde muy joven tuvo un acercamiento a figuras representativas del arte colombiano, como el pintor Alejandro Obregón o el escritor Álvaro Cepeda.
-Es autor de más de veinte libros. Fue curador del Mambo durante 20 años. Entre 1974 y 1994 organizó la presentación de aproximadamente 360 exposiciones y escribió los textos introductorios a la mayoría de ellas, acercando de esta forma el público a los valores del arte moderno, a sus metas y parámetros, y sirviendo como puente entre el visitante y las exposiciones, muchas de ellas de artistas internacionales.
-También ha tenido a su cargo la curaduría de varias representaciones colombianas en las bienales de São Paulo, Venecia, Mercosur, Lima y Buenos Aires, así como de la muestra Arte Colombiano Contemporáneo organizada para el Pabellón de las Artes en Expo-Sevilla 1992 y la muestra Visiones Abstractas organizada para la sala de exposiciones de Expo-Hanover en 2002, entre otras.