PORTUGAL es un país lejano y a la vez cercano. Un gran imperio en el siglo XVI y un pequeño país en la costa occidental de la península Ibérica hoy. No cuenta con grandes recursos naturales, pero tiene un gran pasado. Tampoco está en los titulares mundiales de la educación como Finlandia, Singapur o Corea. Pero está cambiando. Hoy el mundo mira hacia su modelo y sistema educativo. Sin grandes inversiones, sin la estabilidad económica de los países ricos, hoy Portugal avanza en la educación básica y media como uno de los mejores países del mundo como lo muestran las pruebas Pisa. Acá su secreto.
Creer en la escuela pública
En una entrevista, el rector de la escuela de Carcovelos en la periferia de Lisboa cuenta lo siguiente. “Algo importante es medirse”, no se sabe cómo mejorar si no se conoce el estado de la situación actual y las metas que se quieren alcanzar. Cuando comenzaron a medirse eran la escuela 765 entre 900 escuelas del país, una de las peores. Pero vino el cambio, y el primero, convencer a los padres y a las familias que sus hijos estarían en una excelente escuela. Un cambio de imagen y actitud. “Si la comunidad no cree en la escuela, es mejor que no esté allí”. Se desarrollaron estrategias de acompañamiento docente, uso de materiales de texto y se trabajó en el tema de seguridad y violencia. En cuatro años pasaron a estar entre las 60 mejores escuelas del país. Hoy sus estudiantes y la comunidad educativa trabajan con compromiso, no es la acción desde un solo lado, es la continuidad de las políticas y el sentido de pertenencia.
Ambientes seguros y permanencia
Uno de los problemas en las escuelas públicas era la violencia y los conflictos. Se detectó que el 80% de los mismos ocurrían el viernes en la tarde. Así que se decidió no tener clase esos días. La escuela se volvió escenario para mediar los conflictos, y trabajar desde la seguridad preventiva fue fundamental. Por otro lado, parte de la permanencia recae en la motivación. Se busca evitar repetir, pues han descubierto que no aporta mucho. En cambio, se genera un compromiso por la importancia de repasar en la casa. No es dejar tareas adicionales. Es que en casa trabajen en los temas vistos el mismo día y comprometer a los adultos. Con esas acciones los resultados empezaron a mejorar.
Lo que dice Pisa
Pisa significa (Programme for International Studies Assement), en español, Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes. Y hace un análisis cuantitativo de la educación en varios países del mundo. A pesar de las críticas que tiene, es el más extenso y confiable de los sistemas de medición que existen. Pisa tiene unas pruebas escolares para matemáticas, español y ciencias. Es como tomar una instantánea en cada país a los estudiantes de 15 años para saber cómo va su proceso educativo. Portugal es el único país que progresa cada año. En 2015 se pensaba que caerían debido a la profunda crisis económica que vivió el país de 2012 a 2015 y donde se congelaron los salarios, los recursos y el presupuesto para educación. Para sorpresa mejoraron. Avanzaron en las tres áreas. Además, el país lleva un largo proceso invirtiendo en infraestructura educativa. Los colegios públicos portugueses son modelo de calidad en el mundo.
La continuación de las políticas
La diferencia entre Finlandia y otros países que lideran Pisa frente a Portugal es grande, en varios aspectos: los recursos en la escuela, el pago a los docentes, el entorno económico familiar, el acceso a la tecnología. Y la diferencia en los resultados es mínima. El asunto no es de dinero, no es exclusivamente pedir más recursos. Está en la continuación de las políticas educativas. No se juega a la tierra arrasada, que la nueva administración llega a cambiar todo y a imponer un estilo por cuatro años. A desmontar en lugar de fortalecer. La motivación a toda la comunidad escolar es fundamental y a pesar de las dificultades mantener las políticas educativas: formación docente, programas de becas, compra de materiales educativos, mejoramiento de la infraestructura, autoridad y seguridad frente a los riegos sociales de la escuela y sobre todo el fortalecimiento de las habilidades socioemocionales desde los altos cargos administrativos hasta el estudiante. Una cadena de valor que garantiza la calidad y la permanencia.
El papel de los educadores
Tanto el gremio sindical como los educadores han entendido que son el pilar de esa transformación. El educador motiva y acompaña a los estudiantes, dentro de sus prioridades está que salga adelante, no que repruebe. Por eso, el Estado también apoya los procesos de formación docente, porque con mejores educadores, motivados los resultados serán mejores.
Las enseñanzas para Colombia
La experiencia portuguesa es fundamental para Colombia, porque es un país más parecido a nuestra realidad social y presupuestal que Finlandia, Corea, Singapur o Japón. Portugal también es un país diverso, la inmigración es alta: africanos, brasileños, nepalíes, timorenses. Hay grandes desigualdades y brechas sociales entre ricos y pobres. Los profesores no cuentan con los mejores salarios y el Ministerio de Educación no tiene el flujo de dinero ideal. Sin embargo, mejoran cada año. ¿Qué debemos aprender?, no arrasar las políticas educativas que van en marcha. No solo desde el Ministerio de Educación. En las Secretarías de Educación también se ve como acaban programas de administraciones anteriores por cuestiones ideológicas y no técnicas.
Es clave mantener la evaluación y el seguimiento, por eso es fundamental que el Icfes mantenga las Pruebas Saber por grados. ¿Cómo saber si mejoramos? ¿Cómo no fracasar en las pruebas Pisa? Y por último tanto Fecode, como los docentes deben cambiar el discurso. Preocuparse por la pedagogía, por la motivación, por la labor y no ver las luchas reivindicativas solo como un tema salarial.
(*) Mario Hurtado es especialista en educación. Twitter: @hurtadobeltran “La opinión del autor no refleja necesariamente la posición del medio y es responsabilidad exclusiva del que la escribe”