La cultura del Caribe colombiano llegó al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) de la mano de la artista cartagenera Ruby Rumié, con su más reciente obra, “Nosotros 172 años después”, la cual invita a reflexionar sobre la historia y la identidad nacionales, a través de 117 fotografías que recopiló de varias zonas de la Ciudad Heroica.
Su amor por este proyecto artístico la llevó a la Comisión Corográfica que dirigió Agustín Codazzi desde 1850 hasta 1859, la cual tenía como objetivo crear una descripción de la República de la Nueva Granda.
La exposición estuvo primero en NH Galería de Cartagena. Desde allí, la muestra indagó sobre la identidad caribeña e invitó a reflexionar a través del retrato fotográfico acerca de los vacíos en las representaciones visuales y los discursos que históricamente han definido la identidad de esta región de Colombia desde la Nueva Granada hasta la actualidad, tomando la gastronomía como un vehículo para crear nuevas narrativas que celebren la diversidad cultural de este territorio.
“Cuando empecé a investigar me di cuenta de que el Caribe colombiano no estaba representado. Entonces, intervengo esas láminas que están en la Biblioteca Nacional y borro los personajes para luego reconstruir digitalmente el paisaje en su totalidad”, resalta la artista cartagenera.
“Me enfoco desde la Nueva Granada hasta la actualidad, tocando el alimento y la gastronomía como un vehículo para crear nuevas narrativas. Es un sentir compartido para seguir construyendo un nosotros, una fuerza comunitaria, soñando con una nueva horizontalidad”, dice Rumié desde Nueva York.
El proyecto reúne a cien personas del Caribe que, en medio de sus particularidades, comparten la pasión y el compromiso por sus oficios y expresan de manera especial el gusto y el valor que sienten por la gastronomía de esta región, al ser uno de los elementos culturales más relevantes.
Cada persona fue entrevistada y fotografiada con su alimento más entrañable sobre un paisaje de las láminas de la Comisión Corográfica, entre ellos artistas, empresarios, médicos recicladores, gestores culturales, vendedores ambulantes, para así crear un relato que “produjera coincidencias y cosas en común”.
Desde Getsemaní
Todo este proyecto fue desarrollado en su taller, ubicado en el corazón del barrio Getsemaní, un lugar de hermosos callejones que también se presenta como un barrio de resistencia cultural para mantener la identidad y la tradición cartageneras.
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Y es que el lugar se presta para retratar la idiosincrasia y la cultura caribeña; perfecto para abstraerse de ese mundo y sumergirse en sus propias propuestas artísticas y estéticas.
La artista se ha destacado también por “La caída”, una obra que empezó a desarrollar en 2019, en plena pandemia y sus temporadas de aislamiento, lo que le proporcionó el silencio para darle rienda suelta a la creación artística.
En esta propuesta se encuentran distintos formatos, como la pintura y el dibujo, y toda una representación que hace posible su propuesta.
El descubrimiento
Esta obra parte del ya conocido interés de la artista por la historia y la idiosincrasia de las personas del Caribe colombiano, rica en su diversidad, gracias, en gran parte, a la gran cantidad de movimientos migratorios que ha vivido.
Siempre apoyada en una minuciosa investigación, encontró la Comisión Corográfica propuesta por Tomás Cipriano de Mosquera, la misma que sería liderada por Agustín Codazzi, lo que fue un estudio adelantado a su época para conocer realmente cómo era el país y su gente.
La labor no fue nada sencilla. Artistas y redactores viajaron por el país, con las dificultades de movilidad por Colombia de aquellos tiempos, para retratar los habitantes de las distintas zonas del país.
Material que la artista conoció y estudió de manera minuciosa, aunque solo tuvo acceso a 151 láminas de las 400 que produjo el estudio y que se encuentran bajo la protección de la Biblioteca Nacional de Colombia.
Pero, para su sorpresa, en las láminas estudiadas no encontró la representación de la población del Caribe colombiano, lo que la impulsó a intervenir dichas láminas y a través de la magia de la tecnología borraba los personajes originales para invitar a personajes del Caribe y retratarlos con su alimento favorito.
En este recorrido fotográfico, Rumié se enfoca en la problemática social, patrimonial y territorial, cuestionando el compromiso del artista dentro de la sociedad. Cabe destacar que también ha realizado importantes exposiciones en Colombia, Chile, Estados Unidos y Francia.