El sueño es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de un bebé. Según explica Gladys Flórez, orientadora del programa educacional de Johnson’s Baby, el buen hábito se crea a través de una rutina antes de dormir, que pueda realizarla en cualquier lugar donde se encuentre. Para que no exista un trastorno y el bebé tenga un buen sueño, es fundamental que haya una continuidad en la rutina.

A su vez, la especialista indica que esta práctica se puede implementar cuando el bebé pueda diferenciar entre el día y la noche, lo cual puede variar entre un bebé y otro. Por lo general los ritmos de sueño de los pequeños pueden cambiar entre las seis semanas y los tres a seis meses.

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Los tres pasos

La experta explicó que esta rutina implica tres pasos. Un baño con agua tibia utilizando el baño líquido para antes de dormir, es una manera de relajar al bebé y empezar a prepararlo para ir el momento del descanso.

Después del baño se realiza un masaje mientras se humecta su piel con la crema líquida para antes de dormir. Las caricias hacen que el bebé se sienta feliz, amado y seguro, y además el aroma relajante lo prepara para ir a la cuna.

Después del baño y el masaje, se realiza una actividad tranquila que lo prepare para quedarse dormido, como leerle, contarle un cuento, una historia o cantarle una canción de cuna.

“El baño antes de dormir es un ritual multisensorial que fortalece el vínculo afectivo con los padres y favorece el desarrollo saludable del bebé; se debe mantener hasta que el niño ya se duerma fácilmente y toda la noche, además para que sea más independiente”.

Así mismo, se deben evitar algunos hábitos o elementos que puedan influenciar en el sueño del pequeño, tales como dejar luces y televisores prendidos o cortinas abiertas; castigarlo o regañarlo antes de dormir también podría ser una causa por la que no concilie el sueño.