San Fermín corta troncos y levanta piedras | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Julio de 2012

La fiesta española de San Fermín tiene en los "encierros" de toros su principal atractivo, que la hacen conocida en todo el mundo, pero también incluye deportes tradicionales vascos como el corte de troncos o el levantamiento de piedras.

 

Las competiciones de deportes tradicionales vascos, conocidos como "herri kirolak" en lengua vasca, se celebran todos los días a mediodía en la Plaza de los Fueros, en el centro histórico de Pamplona, la capital de la región de Navarra (norte).

Estos deportes incluyen levantamiento de piedras, el juego de lucha de cuerda y el corte de troncos, y recuerdan la época en que la región vivía sobre todo de la agricultura.

 

Las distintas actividades forman parte del festival de San Fermín, que dura nueve días y termina el sábado.

Durante una de las competiciones ocho hombres, divididos en cuatro parejas, quieren ser los primeros en hacer 14 cortes verticales y cuatro horizontales en un tronco, con una sierra con un mango de madera a cada lado.

 

Los hombres se sitúan uno a cada lado del tronco y por turnos van empujando la sierra contra la madera, alfombrando de serrín el suelo a su alrededor.

El público que asiste a la competición les grita y les anima mientras se refrescan con cerveza, la mayoría de ellos vestidos con ropa blanca y los pañuelos rojos alrededor del cuello, el "uniforme" de los asistentes a San Fermín.

 

La prueba la ganan por séptimo año consecutivo dos hermanos, Josetxo e Iñaki Barberena, de 33 y 34 años respectivamente, que tienen un negocio de carpintería en su localidad natal, Iraizoz, a las afueras de Pamplona.

La pareja completa el reto en 10 minutos y logra su trofeo: una "txapela", la tradicional boina vasca.

Los ocho participantes en los "tronzolaris", como se llama a este deporte en vasco, reciben una placa de madera en reconocimiento a su esfuerzo.

 

"Es una buena sensación. Técnicamente es muy difícil, hay que ir muy compartidos", dice Iñaki poco después de recibir su premio, con el sudor todavía en su cara.

"Cada año cuesta más ganar, hay otro equipo que son muy fuertes", añade.

Los hermanos se preparan para esta competición practicando tres veces a la semana.

Este año, las fiestas de San Fermín incluyen en total ocho competiciones oficiales de deportes vascos y varias exhibiciones de juegos que no incluyen premios.

 

El ayuntamiento de Pamplona ha recortado el presupuesto para el deporte tradicional vasco en las fiestas de este año en un 20% respecto al año anterior, dejándolo en 20.000 euros (24.500 dólares), afirma Joselu Retegui, encargado de la Federación Navarra de Herri Kirolak, que organiza los juegos.

 

"Lo que hacemos tiene el mismo coste, por tanto hay menos competiciones este año y duran menos tiempo", subraya Retegui, de 48 años.

 

Con la política española bajo presión para frenar su déficit público, el presupuesto completo para el festival de San Fermín este año ha sido recortado un 8% sobre 2011, a 2,4 millones de euros, en la cuarta bajada anual de dinero previsto.

 

"Me alegro de que el ayuntamiento siga contribuyendo con dinero para estos deportes. Es importante mantener nuestras tradiciones vivas", considera Patxi Mindeguía, de 47 años, mientras ve una demostración de levantamiento de fardo de heno con su hijo de 11 años.

Este deporte, llamado "lasto botatzea" en vasco, incluye un rastrillo para lanzar la bala de heno, que va envuelta en plástico y debe pasar por encima de una barra que va aumentando en altura.

 

Los participantes en la exhibición pinchan la bala de 12 kilos de peso con el rastrillo y luego la levantan sobre sus cabezas para después lanzarla.

Las competiciones de estos deportes rurales solían celebrarse en la plaza de toros de Pamplona, adonde llegan los toros en los "encierros" diarios para luego ser toreados, pero hace ya 20 años que los organizadores de las fiestas las trasladaron a la histórica plaza.

 

La capital navarra, de unos 200.000 habitantes, calcula que la fiesta, que también incluye bailes regionales, procesiones religiosas y conciertos de música, atrae a medio millón de visitantes.