¿Vuelve el costumbrismo a la TV? | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Domingo, 2 de Junio de 2019

EL MUNDO del entretenimiento ya no es el mismo: las historias de narcotráfico o crimen como El Capo o El Cartel de los Sapos han ido perdiendo espacio. Atrás quedaron series de televisión que reconstruyeron los pasos de los narcotraficantes más buscados o las historias del criminal más grande de todos los tiempos, para pasar a producciones que hablan de misterio, romance y de situaciones reales.

“En Colombia ya no nos gusta ver historias de narcotraficantes, a nosotros nos gusta ver historias de lo cotidiano, historias populares, de situaciones reales. Tal vez donde se vende más el narcotráfico y esas historias oscuras de nuestro pasado es en el exterior. Nosotros estamos un poco cansados de esos argumentos, nos hemos ido mucho a las producciones de las plataformas, precisamente para ver otra clase de contenidos”, le explica a EL NUEVO SIGLO Javier Sáenz, actor y productor de teatro y televisión.

 

Retrospectiva de las series de TV

Pero no siempre la televisión nacional recreó crimen, sangre o drogas. En la época de los 60, cuando por influencia de su madre, María Eugenia Penagos, referente de la televisión colombiana, Javier comenzó a hacer sus primeras escenas a los 10 años, el costumbrismo era la tendencia.

“Antes la tendencia era más costumbrista y se hacían novelas de autores extranjeros, pero independientemente de la trama no se hacía apología al crimen de una manera tan evidente. Era más sano, tranquilo y había contenidos para ver en familia”, asegura el actor, quien ha participado en producciones nacionales como La ley del corazón, Narcos, Rosario Tijeras, La ronca de oro y en las tablas como productor de diferentes ediciones del Festival Iberoamericano de Teatro.

Aunque este tipo de historias violentas han sido exitosas por varios años, Javier explica que ahora la tendencia en la industria de la televisión es no hablar de crimen, sino enfocarse en la ficción, aventura, misterio, drama y comedia. Lo que se ha visto reflejado en series como Siempre Bruja, El man es Germán o La gloria de Lucho, producciones que están sumando puntos en el rating de las pantallas colombianas.

Entonces, ¿qué es lo que quieren los televidentes?

Para Javier el público colombiano exige “contenidos con los cuales se identifiquen y buenos actores. El día que volvamos a hacer eso y que las productoras sean conscientes, ese día va a mejorar el rating de las producciones y la gente va a volver a ver televisión porque se han ido mucho a las plataformas. Eso hace que el trabajo, por supuesto, no esté tan bien en este momento”.

El futuro del entretenimiento migra

Mientras Javier terminaba una escena para una serie de Netflix junto a dos colombianos más, sus compañeros extranjeros lo elogiaban con aplausos por el talento que había demostrado durante la grabación: “Fue muy bonito, pero a la vez muy triste porque la participación de los colombianos era muy pobre en esa producción”.

Como este han sido varios casos que como Javier han sentido que su trabajo no es valorado en su propio país, sino en otros sitios. Es por ello que el actor colombiano asegura que el futuro de la televisión y el teatro “será incierto porque la industria del entretenimiento está migrando a otros países, se están yendo muchos actores porque antes teníamos proyectos donde teníamos mucha participación”.

Es así como el futuro que le espera a la industria del entretenimiento está nublado debido a que las plataformas digitales cada día ofrecen más producciones a un ritmo acelerado, pero con una cuota de talento colombiano muy baja, generando una migración a escenarios extranjeros.

“No hay un futuro muy claro para los actores colombianos. Pensé que cuando el mundo reconociera que éramos muy buenos actores, los colombianos íbamos a tener muchísimo trabajo pero ha sido todo lo contrario”, comenta.

Según el productor colombiano el punto en el mundo de la escena es que cada vez hay más expertos en actuación, pero las opciones en la industria de la televisión son más limitadas. “Hoy por hoy en Colombia hay tantos actores que no hay producción para todos, entonces si somos el 40% o el 50% de los actores no tenemos proyectos fijos y cuando salen proyectos son muy pequeños”, dice Sáenz.

Por esto ahora el teatro se ha convertido en un refugio económico para los actores que “vuelven a ese primer amor de las tablas, pero también buscan a través del teatro poder subsistir en las épocas donde la televisión no nos da trabajo”.