La selección de Argentina ganó por penales 4-2 frente a Francia y se corona por tercera vez en su historia como la mejor selección del mundo.
En un partido de final y cardíaco, ambas selecciones apostaron por llevarse el encuentro en los 90 reglamentarios, luego en los 20 de complemento, pero se definió desde los 12 pasos.
La Argentina, un equipo con corazón, con garra, con pasión por su camiseta, siempre desarrolló un juego con respeto por su gente, con dignidad por su continente, un título merecido a un seleccionado del que se debe aprender, de que el escudo que se lleva en el corazón se respeta y se ama por encima de todo.
El juego se desarrolló con mucho fútbol y emoción, una final con todos los papeles de serlo, un encuentro de toma y dame en los últimos minutos produjo un sin fin de sentimientos.
Apareció el mejor del mundo, Messi puso el tercer tanto para poner a su selección nuevamente en ventaja y soñar con el tercer título, sin embargo, un finito Mbappé no lo dejó celebrar pues puso el 3-3 desde un nuevo tiro penal.
El partido tuvo que irse a alargue; se mantuvo el marcador de igualdad durante los 90 minutos. El encuentro tuvo fases 'hermosas' donde los franceses pudieron acomodarse en el terreno de juego y los cambios de Deschamps fueron totalmente efectivos.
Las sustituciones en los 'azules' le dieron un buen refresco a la zona media de la cancha, pues Camavinga es un jugador con mayor tranquilidad en salida y supo repartir juego, mientras que coman aprovechó su ingreso para sacar desequilibrios en velocidad.
Un recuerdo del vs Holanda, Argentina le cedió la pelota a los 'galos', un error grave a un conjunto lleno de figuras y en menos de 3 minutos el goleador de los europeos Mbappé volvió a anotar, puso el 2-2.
En un destello de buen fútbol, Francia pudo acomodarse y lograr tener total efectividad, llegaron dos veces y en ambas oportunidades concretaron.
Quien descontó para los 'Galos' fue la figura del Psg Kylian Mbappé, quien puso el balón en la red desde el punto penal.
En los 45 complementarios se vió un partido con el mismo desarrollo con el que empezó, una Argentina dominante, mientras Francia se resguardó sopresivamente en su territorio.
El primer tiempo se inclinó totalmente para Argentina, encabezados por Messi, demostraron un buen fútbol en conjunto, donde todos cumplieron funciones de ataque y defensa.
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Por otro lado, Francia no demostró el por qué se encontraron en la final de Catar, claro que está que el mérito de su bajo nivel fue gracias al buen planteamiento del cuerpo ténico 'celeste'.
Sacaron el manual de cómo jugar al fútbol, el segundo gol llegó por parte de Di Maria; en un contragolpe los sudamericanos no perdonaron y concretaron.
El conjunto dirigido por Scaloni, anuló totalmente a Mbappe, pues realizaron superioridad numérica en mitad de cancha, haciendo marca personalizada y 2 contra 1.
Desde los 12 pasos llegó la apertura del marcador por parte de Lionel Messi. Quien produjo el cobro fue Di Maria, que desequilibró y obligó a la infracción dentro del área a Dembelé.
Los argentinos plantearon un juego tácticamente muy efectivo, controlaron las salidas de Francia y evitaron que sus carrileros hicieran daño por los costados. Un Messi, táctico estuvo enchufado buscando conexiones tanto con Ángel Di Maria como con Julián Álvarez.
Por su parte, los franceses no se vieron cómodos, esas famosas transiciones no se percibieron en el partido defintivo, en la mitad de cancha se notaron muy partidos, lo que les impidió tocar y salir con limpieza.