¿Es cierta la maldición del campeón? | El Nuevo Siglo
Foto Montaje El Nuevo Siglo
Domingo, 1 de Abril de 2018
Redacción Deportes

En Colombia es difícil defender títulos. Por diferentes razones, en muchos casos, se torna algo complicado ganar dos veces la Liga en el mismo año. Además, el poderío económico de algunos equipos como Atlético Nacional ocasiona una brecha de desigualdad que no le permite a los otros conjuntos mostrar el mismo ritmo a lo largo del torneo.

Son varios los casos de equipos que se refuerzan anhelando en bicampeonato y resultan lejos del grupo de los ocho el semestre siguiente. Algunos argumentan que estas circunstancias ocurren por mala gestión de los dirigentes que fichan mal; otros mencionan que desde que se implementó el sistema de torneos cortos es complicado que un entrenador se mantenga más de dos años en un club porque este estilo de competencia no permite procesos a largo plazo, los resultados deben darse rápido, por lo cual el poder que se mantiene no brinda una buena renovación.

 

EL NUEVO SIGLO le presenta los equipos que pensaron tener lo necesario para luchar por dos títulos en la misma campaña, pero que en el tramo siguiente sufrieron un golpe contundente y se quedaron con las manos vacías:

 

El ejemplo más reciente lo protagoniza Millonarios, que tras ganar la clausura de 2017, está realizando una temporada para olvidar. Son muchos los hechos que desencadenaron en la incómoda situación del conjunto albiazul. Sin lugar a dudas, entre los eventos destaca la ausencia de su entrenador, Miguel Ángel Russo, que parece ser el motivo del bajo nivel del club. Luego de cuatro años sin llevar títulos nuevos a las vitrinas del Campín y de una sorpresiva renuncia de Diego Cocca por inconvenientes con las directivas albiazules, Russo tomó las riendas de un proyecto que parecía inalcanzable pero que le dio a Millos la estrella número 15 cuando nadie la esperaba. 

 

Este semestre, los capitalinos ocupan la casilla 17 de la tabla y si desean ingresar al grupo de los ocho deben ganar seis encuentros de ocho que le faltan  por disputar y recibir la menor cantidad de goles posibles, pues su diferencia es de menos tres.  Lo que más preocupa de la situación es el juego del equipo; no se muestra claro y el balón no le llega a los delanteros, la clasificación está embolatada.

De los fichajes, solo evidenció el desempeño esperado Wuilker Faríñez ya que Roberto Ovelar solo ha marcado dos goles (Superliga contra Nacional) y César Carrillo aún no se gana la confianza del cuerpo técnico. Mientras tanto, Santiago Montoya no se había adaptado al plantel cuando se fracturó el ligamento cruzado anterior y estará de baja por seis meses, lo que complica más el panorama para los albiazules.

 

Ahora, este mal momento no solo se debe a desfalcos de la administración; el nivel de algunos futbolistas no fue el mismo que mostraron el año pasado. Asimismo, la venta de Harold Mosquera a la MLS afectó la delantera capitalina que sintió la ausencia de una pieza importante para generar espacios en el área rival.

 

De igual manera hace un tiempo, otro argentino tuvo la suerte de alzar el campeonato local. En 2014 Gustavo Costas le brindó a Santa Fe un nuevo título cuando derrotó en la final a  Independiente Medellín y alcanzó su estrella número 8. Infortunadamente, el Apertura 2015 dejó un sabor amargo en los capitalinos pues quedaron eliminados de los ocho en la última fecha cuando Millonarios los derrotó 3-1 y se quedó con el tiquete a los Play-Offs. Tras  un paso fugaz por la Liga Árabe, Costas regresó a Santa Fe dos años más tarde cuando el club pasaba por un momento difícil que logró sobrepasar y ganó el Clausura al mejor estilo cardenal, en una serie cerrada contra Deportes Tolima gracias a un solitario gol del defensor central, Héctor Urrego. Precisamente, la historia en el siguiente torneo fue igual y Santa Fe finalizó en la novena posición de la tabla y su técnico sufrió un nuevo despido por parte de la directiva.

 

En otro orden de ideas, el único plantel que ha conseguido la hazaña de repetir el podio es Atlético Nacional gracias a su poderío futbolístico y económico junto con el conocimiento de Juan Carlos Osorio, quien le dio al club dos títulos de liga consecutivos. No obstante, son varios los planteles que llegaron a levantar el campeonato y la siguiente temporada resultaron “blanqueados”.

 

 A pesar de tener el bicampeonato en 2015 con Osorio en el banquillo, incluso los verdolagas no lograron el objetivo de repetir el título de Copa Libertadores. Después de un 2016 impecable, los paisas buscaban entrar a la sección de los pocos equipos que se han transformado en bicampeones de América. De hecho, solo siete escuadras (Independiente, Cruzeiro, Sao Paulo, Boca Juniors, Olimpia, Peñarol y  Palmeiras) dejaron esa huella.

 

En la edición previa, Nacional eliminó a rivales de categoría como Rosario Central, Sao Paulo e Independiente del Valle, que fue la sorpresa del torneo. El año siguiente quedaron en el grupo de la muerte con Botafogo (Brasil), Barcelona (Ecuador) y  Estudiantes (Argentina). Fue tan dura la primera fase para el verde paisa que ni siquiera se quedaron con el cupo que da el tercer lugar para enfrentar la Copa Sudamericana, sumergidos en el último lugar de la tabla con seis puntos de 15 posibles.

Asimismo, también en Antioquia, Independiente Medellín retomó el buen paso después de siete años sin ver trofeos en el Atanasio Girardot. En 2016, Leonel Álvarez repitió la aventura que alcanzó en el 2009 cuando de la mano de Jackson Martínez y compañía le dio al poderoso su quinta estrella. Después de un gran desempeño en el ‘todos contra todos’, derrotó al Junior en la final 3-1 y se quedó con el primer lugar.  No obstante, tiempo más tarde, quedarían fuera en los cuartos de final del clausura 2017 gracias a  Independiente Santa Fe. De igual manera, en 2009 ganaron una serie pareja contra el Atlético Huila y se quedaron con el título. Sin embargo, el semestre siguiente Junior les pasó por encima en la semifinal; cuando les ganaron la serie, quedó 4-1 a favor de los tiburones y no lograron el objetivo.