Únicamente Juan Fernando Quintero se salvó de la debacle nacional en su estreno mundialista

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Las sorpresas están en el orden del día en la Copa Mundo de Rusia, pero no por ello se esperaba que la Selección Colombia entrara en ese grupo de favoritos ‘aterrizados’ por rivales de menor peso.

Sin embargo, tras la derrota de ayer 1-2 ante Japón, hay una serie de consideraciones que explican las razones por las que el elenco dirigido por José Pekerman cayó en Saransk, no sin antes exaltar la labor de Juan Fernando Quintero, el único que tuvo una actuación destacada.

EL NUEVO SIGLO presenta 11 motivos por los que la Selección perdió en un partido deslucido, lejos de lo que se le conoce a este equipo que fue sensación en Brasil 2014 y ahora deberá remar ante Polonia y Senegal para alcanzar la segunda ronda del Mundial.

1. Desde el camerino. Cuando el técnico Pekerman escogió la nómina y planificó el partido se empezaron a dar ventajas. Dio la sensación de que se subestimó al rival y se pensó que con una formación ‘revolucionaria’ se podía superar a un rival al que en el pasado Mundial se le ganó 4-1, pero que ayer demostró que algo ha evolucionado.

2. Mala elección. La formación que presentó el representativo nacional más parecía para un partido de preparación, de esos en los que se prueban jugadores para ver qué tanto pueden dar y no para afrontar un primer compromiso de un Mundial, en los que no se puede reservar a las figuras y en los que por flojo que parezca el rival, hay que enfrentarlo con actitud, con jerarquía y concentración desde el pitazo inicial hasta el final.

3. La Defensa. Un cuerpo técnico con la experiencia del de Colombia debió darse cuenta que tanto Dávinson Sánchez como Oscar Murillo estaban asustados, que el llamado miedo escénico los invadió. Uno de los éxitos de la Colombia en Brasil 2014 fue la presencia de un hombre experimentado como Mario Yepes y ayer no se tuvo a ese líder, ese hombre que hablara, ordenara y transmitiera seguridad.

4. Acción desafortunada. Nadie, ni el más pesimista se imagina que tan solo empezando el compromiso una jugada resulte tan determinante como ocurrió en el caso de la mano de Carlos Sánchez que derivó la pena máxima y la expulsión del volante.

5. Ausencia de Sánchez. La salida de ‘La Roca’ fue determinante. El chocoano con su experiencia le da equilibrio al seleccionado nacional, pero además mucha seguridad en la recuperación del balón y en la salida. La expulsión de Sánchez pesó demasiado porque, además, se perdió liderazgo y orden.

6. Muy atrás. El gol de Japón a cobro de la pena máxima golpeó a los jugadores colombianos. El equipo, bien sea por decisión técnica o iniciativa de los jugadores, se tiró muy atrás, le regalón casi todo el campo al adversario que en los primeros 45 minutos no supo aprovecharlo, pero en la segunda mitad sí. La Selección nunca presionó la salida de los nipones, sino que se dedicó a esperarlos para apostar a un contragolpe que nunca funcionó y que le hizo la vida fácil a la defensa de los asiáticos.

7. Los cambios. La salida de Juan Guillermo Cuadrado tiene explicación. El jugador de la Juventus estaba intentando hacer siempre la individual y perdió el balón cada vez que la intentó. Además, le estaban cometiendo muchas faltas y no hay que olvidar que viene de una lesión que lo tuvo fuera de las canchas cerca de cinco meses y era mejor no exponerlo pensando en los partidos ante Polonia y Senegal. La que si resultó extraña fue la de Juan Fernando Quintero, quien era el único que marcaba diferencia con sus pases largos para intentar un contraataque y por su remate de media distancia y en la ejecución de tiros libres. Fácilmente el antioqueño al servicio de River Plate hubiera podido jugar al lado de James Rodríguez para buscar un mejor manejo de balón y armar una sociedad. La otra variante, la de Bacca por Izquierdo tampoco fue la más acertada, si se quería un jugador rápido en el banco esta Luis Fernando Muriel.

8. Incomprensible. Con el partido 1-1 pareció que Colombia se conformó y apostó por el empate. A los largo del segundo tiempo no se les vio ambición a los integrantes del onceno criollo, no dejaron entrever que quisieran arriesgar para ir a buscar los tres puntos, sino que optaron por regalarle tres cuartos de la cancha a Japón y resguardarse frente al arco defendido por David Ospina -quien de paso sea dicho, tuvo tres buenas atajadas aunque se vio algo comprometido en el segundo gol de los nipones-, a sabiendas que Falcao García no es un contragolpeador sino un artillero de área.

9. ¿Y la marca? Colombia, a lo largo de los 90 minutos más la adición estuvo mal en la recuperación del balón. Pocas veces logró quitarlo pero no supo qué hacer y siempre terminó entregándoselo a Japón para que lo tuviera, lo administrara, lo hiciera circular y de vez en cuando buscara a través de la rapidez de sus volantes y delanteros le genera peligro a la floja defensa nacional. Además con los cambios le facilitaron la labor a los laterales, quienes se desprendieron continuamente a apoyar el ataque.

10. Ausencia de ideas. La Selección no tuvo orden en el mediocampo y menos en el sector defensivo. Tampoco se supo qué hacer con el balón en las pocas oportunidades en que se tuvo y el único que aportó ideas fue Quintero. Los demás se dedicaron a quitar el balón y rifarlo.

11. Lesionados. El partido de ayer acrecentó las dudas en torno al real estado de varios jugadores. ¿Estaban en óptimas condiciones Zapata, Aguilar, Cuadrado y James? Todo parece indicar que no. El ‘10’ y se le vio con dificultades para correr y por su ansiedad estuvo rosando la tarjeta roja. A otros se les vio faltos de ritmo, ¿será que faltaron partidos de preparación así haya sido ante ‘sparring’?