Muy poco duró la ilusión de Millonarios y sus hinchas en la Copa Libertadores. No se hizo el milagro y con un 2-0, Fluminense lo despidió en la segunda ronda con un global de 4-1.
Pragmático y efectivo, el elenco brasileño no tuvo problemas en Rio de Janeiro para avanzar a la tercera fase, luego de su victoria 2-1 en la ida en Bogotá.
El tricolor carioca de Abel Braga sentenció la llave con anotaciones de Willian Bigode (61) y el cafetero Jhon Arias (73), justo en momentos en que los bogotanos más amagaban con emparejar la serie.
Con contundencia y un marcador global de 4-1 ante el líder de la liga de colombiana, los brasileños llegaron a diez victorias consecutivas entre Libertadores y el Campeonato Carioca.
Ahora el ‘Flu’ disputará el cupo a la fase de grupos con el ganador de la llave entre Atlético Nacional y Olimpia, que chocarán el jueves en Medellín. Los paraguayos ganaron 3-1 en Asunción.
Millonarios soportó el impulso de Fluminense en la inauguración del partido en el estadio São Januário, hogar del Vasco da Gama.
Braga había advertido que la intensidad mostrada por los azules en Bogotá difícilmente podría ser replicada en la humedad y el calor de Rio. Tuvo razón, pues los visitantes carecieron de iniciativa en el comienzo de juego, en parte porque el ‘Flu’ pretendió sellar la llave desde temprano.
La media y larga distancia, con Willian Bigode (5) y Luiz Henrique (31), fueron las armas de los cariocas para sepultar cualquier anhelo de remontada, pero el portero Álvaro Montero despejó bien ambos remates peligrosos.
Los capitalinos se sacudieron del dominio anfitrión con dos cabezazos de su centrodelantero, Diego Herazo (17 y 44), y un disparo de Stiven Vega (20) que exigió a Fábio.
Ambos equipos cerraron la primera parte evidenciando un mismo mal: incapacidad para desarrollar un juego fluido en el medio campo que los acercara con más peligro al arco contrario.
A diferencia de la primera parte, en el segundo tiempo Millonarios adelantó las líneas y buscó emparejar la serie.
El técnico Alberto Gamero removió el ataque, pero los albiazules no consiguieron desestabilizar la zaga tricolor, custodiada con fiereza por Felipe Melo.
Cuando los albiazules controlaban el juego, los cariocas les respondían con acciones claras que exigían al máximo los reflejos de Montero.
En una de ellas, por cuenta de un disparo previo que chocó en un defensa y lo desubicó, el guardameta fue incapaz de evitar que un derechazo rastrero de Willian Bigode inflara la malla.
La necesidad de anotar dos goles para emparejar la serie volcó a los visitantes al ataque, con el riesgo latente de que el marcador aumentara en un contragolpe.
El tanto mortal, sin embargo, llegó en una jugada iniciada en un saque corto de Fábio al que le siguieron tres pases hasta que Yago Felipe filtró la pelota a Arias.
El colombiano, que había entrado al campo dos minutos antes, bañó a Montero con la zurda, esfumó los sueños coperos de los capitalinos y dio un paso más con sus compañeros en el difícil camino de conquistar por primera vez el principal torneo de clubes de América.
A Millonarios le faltó poder ofensivo y por ello le dijo adiós prematuramente al torneo.