Mourinho contra Nagelsmann, el maestro recibe al discípulo | El Nuevo Siglo
Tottenham
Martes, 18 de Febrero de 2020

Hay un poco de José Mourinho en Julian Nagelsmann, quien, a sus 32 años, está logrando proezas en el banquillo del RB Leipzig. El prometedor alemán se enfrenta este miércoles al carismático portugués del Tottenham, en una ida de los octavos de final de la Liga de Campeones con aspecto de choque generacional.

Reunía todas las cualidades para ser el heredero ideal. Nagelsmann aboga por unas ideas en términos de presión, ataque y juego muy similares a las que marcaron las horas gloriosas de Mauricio Pochettino en los 'Spurs'.

Pero cuando el encanto del argentino se evaporó, el conjunto inglés buscó en noviembre un perfil más experimentado y de ideas muy diferentes: José Mourinho, que a los 57 años se impacientaba por volver a la Premier League luego de su despido del Manchester United en 2018.

25 años y todo un palmarés separan a ambos técnicos. Pero a la cabeza del Leipzig, Nagelsmann sigue los pasos de 'Mou', quien también fue considerado una joven promesa y conquistó la primera de sus dos Ligas de Campeones, en 2004 con el Oporto, con tan solo 41 años.

El alemán se hizo un nombre al lograr que en tres temporadas (2016-2019) el modesto Hoffenheim pasara de luchar por la permanencia a clasificarse para la Champions.

Para el Leipzig, creado desde cero por Red Bull en 2009 y a donde llegó el pasado verano boreal, Nagelsmann era la pieza que faltaba para agitar a la aristocracia de la Bundesliga y a su rey, el Bayern de Múnich.

 Audacia y energía contra experiencia

Su matrimonio era evidente mucho antes de su oficialización en verano.

 

"Es como cuando sales de fiesta estando soltero y nunca encuentras a una chica. Pero si vas a una discoteca con tu novia hay bastantes que te quieren", declaró en una entrevista con The Independant.

El acoplamiento entre un técnico audaz y una plantilla joven y llena de energía fue rápido. En estos momentos el Leipzig marcha segundo en la Bundesliga, a un punto del líder Bayern, y disputará los primeros octavos de final de Champions de su historia.

Por tanto, en todos los aspectos la experiencia estará del lado de los 'Spurs', dirigidos por un doble campeón de la Liga de Campeones y que cada año ha ido un poco más lejos en la competición durante las tres últimas campañas.

"José tiene la experiencia de todo tipo de situaciones. Ha dirigido tantos partidos de eliminación directa que siempre sabe qué hacer si su equipo domina, es dominado, recibe un gol pronto, necesita marcar al final del partido... Los únicos duelos de eliminación directa que conozco son los de la Copa de Alemania", que se juega además a un solo partido, señaló Nagelsmann.

Pero en los últimos años las actuaciones de Mourinho en Liga de Campeones no siempre han sido buenas.

No le llamen 'Baby Mourinho'

El luso no ha pasado de octavos desde 2014, ya sea con el Chelsea o con el Manchester United, en unos enfrentamientos con un enfoque muy conservador, su marca de fábrica.

Es una de las razones por las que Nagelsmann rechaza el sobrenombre de 'Baby Mourinho' que le pusieron cuando se encargaba de las categorías inferiores del Hoffenheim, por su atención en los detalles.

Desde su llegada a los 'Spurs', la defensa sigue siendo el punto débil del Tottenham, encajando al menos dos goles en nueve partidos de veinte.

La lesión en un brazo del atacante surcoreano Son Heung-min podría tener un impacto importante en el partido, al quedarse los londinenses sin una de sus principales armas al contragolpe.

Con Nagelsmann, el Leipzig es, por su parte, un equipo que quiere tener la posesión (54% de media), aunque es capaz de ceder el balón al rival cuando se mide a los grandes, como el Bayern de Múnich, Borussia Dortmund o Bayer Leverkusen.

¿Qué dosis de "respeto" mostrará el discípulo con el maestro? Esa será una de las lecciones del partido de ida.

Atalanta quiere despertar

El poder ofensivo del Atalanta, que recibe al Valencia en sus primeros octavos de final de una Liga de Campeones, depende de la potencia del colombiano Duván Zapata y de la precisión técnica del argentino Alejandro 'Papu' Gómez, pero también de un factor más imprevisible: el talento de Josip Ilicic, apodado "la abuelita".

"Jugar contra el Atalanta es como ir al dentista", confesó en la fase de grupos Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, consciente de que un duelo contra el actual 4º clasificado de la Serie A implicaba una buena dosis de sufrimiento.

Esta temporada es Ilicic quien hace más daño, con 15 goles y 3 asistencias contando todas las competiciones, muy por encima de sus registros habituales.

La clase del atacante internacional esloveno, de 32 años y con 10 temporadas en la Serie A desde su llegada en 2010 al Palermo, nunca había estado en duda, pero nunca se había visto con tanta regularidad.

El galardón a mejor jugador del mes de enero es una manera de recompensar una serie de actuaciones brillantes con 7 dianas en cinco partidos, incluido un taconazo contra la SPAL o un golpe franco desde 45 metros para superar a Salvatore Sirigu, arquero del Torino, demasiado adelantado.

Esa última obra maestra fue aplaudida por sus compañeros, quienes imitaron a los limpiadores de botas arrodillados ante el gigante (1,91m), sonriente.

"Soy como el vino. Cuanto más mayor me hago, mejor soy", resumió Ilicic, que ha tenido que alcanzar la treintena para desplegar el mejor fútbol de su vida.